Los niños cuyos padres abusan del smartphone pueden tener peor salud mental
19/08/2024
La excesiva dependencia del teléfono móvil no es solo cosa de niños y adolescentes, sino que una gran parte de la población adulta vive pendiente de este dispositivo desde que se levanta hasta que se acuesta, e incluso retrasa o interrumpe su descanso nocturno para echar un vistazo a su pantalla por temor a perderse algo. Esto ha llevado a que también muchos padres y madres presten más atención a su smartphone que a sus hijos. Ahora, un estudio ha revelado que esta situación podría estar dañando la salud mental de los niños.
Los niños de 9 a 11 años que dijeron que sus padres pasaban demasiado tiempo en sus teléfonos inteligentes eran más propensos a la ansiedad, los problemas de atención y la hiperactividad más adelante en comparación con los niños cuyos progenitores no estaban obsesionados con el teléfono, han declarado los investigadores dirigido por Sheri Madigan, profesora asociada de psicología en la Universidad de Calgary en Alberta (Canadá).
Madigan ha afirmado que cuando las necesidades emocionales y físicas de los niños se ignoran constantemente o la forma en la que se responde a ellas es inapropiada, corren el riesgo de desarrollar problemas de salud mental. Los resultados de la investigación se han publicado en la revista JAMA Network Open.
Según los datos de referencia de este trabajo, un estudio reciente descubrió que en la actualidad los padres de bebés pasan un promedio de más de cinco horas diarias utilizando sus teléfonos inteligentes, incluido el 27% del tiempo que interactúan con su bebé, mientras que otro estudio mostró que el 68% de los padres admitieron distraerse a menudo con sus teléfonos inteligentes mientras interactúan con sus hijos.
El impacto de la tecnoferencia en las relaciones entre padres e hijos
La investigación ha demostrado que este tipo de tecnoferencia durante la crianza tiene como consecuencia una falta de atención a los niños, una disminución de las conversaciones y juegos entre padres e hijos, e incluso un mayor riesgo de lesiones infantiles. Durante la adolescencia, la tecnoferencia está relacionada con "niveles más altos de conflicto entre padres e hijos y niveles más bajos de apoyo emocional y calidez de los padres", ha destacado el equipo de Madigan.
Al investigar el tema más a fondo, el grupo de Calgary analizó datos de 1.303 niños canadienses de entre 9 y 11 años, proporcionados en varios puntos entre 2020 y principios de 2022. Se preguntó a los menores en qué medida estaban de acuerdo con afirmaciones como "desearía que mis padres pasaran menos tiempo en su teléfono y otros dispositivos" o "me siento frustrado con mis padres por utilizar su teléfono u otros dispositivos cuando pasamos tiempo juntos".
Los niños también fueron evaluados por varios problemas de salud mental, como ansiedad, depresión, hiperactividad y falta de atención que se desarrollaron con el tiempo. Según el equipo de Madigan, "los niveles más altos de síntomas de ansiedad [infantil] se asociaron con niveles más altos de tecnoferencia parental percibida más adelante en el desarrollo".
Si las necesidades emocionales y físicas de los niños se ignoran constantemente o no se atienden de manera apropiada, corren el riesgo de desarrollar problemas de salud mental
El hecho de que los padres pasaran demasiado tiempo usando sus smartphones también se asoció con "niveles más altos de síntomas de falta de atención e hiperactividad más adelante en el desarrollo", dijeron los autores del estudio. La magnitud de estos efectos en los menores no pareció cambiar en función de si eran niños o niñas.
El equipo señaló que se centró en niños de 9 a 11 años porque "este rango de edad representa un período sensible del desarrollo cerebral y está asociado con un mayor riesgo de dificultades de salud mental". Aun así, es difícil determinar la dirección del efecto: ¿los niños están ansiosos y se portan peor porque sus padres están pegados a sus teléfonos inteligentes, o los padres de niños con problemas de conducta recurren a estos dispositivos como una vía de escape?
En base a los nuevos datos, parece que tener hijos más ansiosos puede empujar a los padres agobiados a utilizar más sus teléfonos inteligentes, pero que el uso excesivo de los smartphones por parte de los padres podría fomentar la falta de atención y la hiperactividad en los adolescentes en desarrollo. En general, el estudio "destaca las relaciones complejas entre la tecnoferencia parental y la salud mental de los adolescentes emergentes", concluyen los investigadores.
Actualizado: 19 de agosto de 2024