La contaminación atmosférica podría elevar el riesgo de hipertensión

Vivir en zonas en las que se está expuesto a aire contaminado aumenta el riesgo de enfermedades cardiovasculares y respiratorias, concretamente un estudio español lo asocia a más probabilidades de presentar hipertensión.
Contaminación, ligada a más hipertensión

03/12/2021

La contaminación del aire está relacionada con más de 4,2 millones de muertes al año, según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Ahora un estudio realizado por miembros del CIBERDEM y del Instituto de Investigación Biomédica de Málaga-IBIMA ha encontrado una asociación de este tipo de polución con más riesgo de enfermedades cardiovasculares y respiratorias, y más concretamente podría contribuir al desarrollo de hipertensión arterial.

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“Varios estudios precedentes han descrito la relación a corto y largo plazo de los contaminantes del aire ambiental con la hipertensión y los niveles de presión arterial, pero pocos trabajos han abordado la asociación entre la exposición a largo plazo a estas partículas y la incidencia de la hipertensión de una manera prospectiva, por lo que el estudio di@bet.es nos ha brindado la oportunidad de hacerlo en la población española”, ha explicado Sergio Valdés, uno de los investigadores.

En el trabajo, publicado en la revista Nature, se ha hecho un seguimiento de la salud de 1.103 participantes entre 18 y 83 años sin hipertensión desde los años 2008-2010 hasta 2016-2017. Se midió las partículas de aire contaminado obtenido a través de modelos combinados con mediciones tomadas en estaciones de calidad de aire.

“Nuestros resultados refuerzan la necesidad de mejorar la calidad del aire tanto como sea posible para disminuir el riesgo de hipertensión en nuestra población”

De los participantes se analizó la edad, sexo, nivel educativo, etnia, tabaquismo, consumo de alcohol, el consumo de alimentos –cuestionario de adherencia a la dieta mediterránea–, nivel de ejercicio físico e índice de masa corporal (IMC). La presión arterial se midió con un tensiómetro y se determinó como hipertensión si la presión arterial sistólica media era mayor o igual a los 140 mmHg y si la presión arterial diastólica media era mayor o igual de 90 mmHg.

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El 25,5% de los participantes tuvo hipertensión arterial

Durante el tiempo del estudio contabilizaron 282 casos de hipertensión arterial entre los participantes. Una vez que se pusieron todos los datos en común, se observó que las concentraciones más altas de PM10 y PM2,5 se asociaron significativamente con un aumento de riesgo de hipertensión.

La exposición de PM10 más alto (22,80–30,18 μg/m3) se asoció con 1,45 veces más riesgo de desarrollar hipertensión, en comparación con la categoría de referencia. En consecuencia, la exposición a PM2,5 más alto (11,80–16,49 μg/m3 ) se asoció con 1,48 veces más de riesgo. Para cada incremento de 5 μg/m3 en las concentraciones de PM10 y PM2,5, las probabilidades de hipertensión fueron 1,22 y 1,39 respectivamente.

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Gemma Rojo, última firmante del estudio, expone que “nuestros datos son consistentes con una gran cantidad de evidencia que sugiere que la contaminación del aire puede contribuir a la patogénesis de la hipertensión, y también respalda que el componente particulado de la contaminación del aire es la amenaza más importante para el sistema cardiovascular”.

Por su parte, Sergio Valdés, otro de los autores, afirma que “nuestros resultados refuerzan la necesidad de mejorar la calidad del aire tanto como sea posible para disminuir el riesgo de hipertensión en nuestra población, ya que incluso niveles moderados como los que aquí registramos aumentan el riesgo de manera significativa”.

Actualizado: 5 de mayo de 2023

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