Saltarse el desayuno está relacionado con peor salud cardiovascular

Un estudio sugiere que aquellos que no toman el desayuno tienen una mayor acumulación de material graso en sus arterias, lo que probablemente se debe a los efectos de estilos de vida indirectamente vinculados.
Personas tomando un desayuno completo
Saltarse el desayuno interrumpe el reloj interno del cuerpo, lo que significa acabar comiendo más calorías.

La importancia de tomar un desayuno completo cada día ha sido debatida durante años, dividiendo a los expertos entre los que consideran que es la comida más importante del día y quienes prefieren no otorgarle tanto protagonismo con el fin de evitar que se cuelen alimentos superfluos o insanos. Ahora, un grupo de investigadores sugiere que saltarse la primera comida de la mañana podría estar relacionado con una salud cardiovascular más pobre. Eso sí, añaden los investigadores que es probable que el vínculo tenga efectos indirectos.

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El estudio, que forma parte del programa de investigación Progression and Early Detection of Atherosclerosis (PESA) para seguir las enfermedades de las arterias, acaba de ser publicado en el Journal of the American College of Cardiology y sus hallazgos revelan que, en comparación con aquellos que toman un desayuno denso en energía, los que se saltaron esa primera comida tuvieron una mayor extensión de las primeras etapas de la aterosclerosis, una acumulación de material graso dentro de las arterias. Esto se debería, según ha declarado a diversos medios el director del estudio, Valentín Fuster, a que las personas que se saltan el desayuno no sólo comen tarde y de una manera extraña, sino que también tienen un estilo de vida menos saludable.

Quienes consumen más del 20% de sus calorías diarias en el desayuno tenían un menor grado de aterosclerosis en comparación con los que no tomaban nada o no alcanzaban esas calorías en el desayuno

La investigación analizó los datos de la salud y dietas de 4.052 trabajadores de bancos de mediana edad, hombres y mujeres, sin antecedentes de enfermedad cardiovascular entre 2010 y 2013. Al inicio del estudio, financiado en parte por el banco español Santander, los participantes completaron un detallado cuestionario sobre lo que habían comido en los últimos 15 días. Se recopiló el índice de masa corporal, los niveles de colesterol y otras medidas, junto con datos que incluían, por ejemplo, si eran fumadores, el nivel educativo o de actividad física. Se utilizaron técnicas de imagen para rastrear la extensión de las etapas tempranas y subclínicas de la aterosclerosis en seis arterias, incluyendo aquellas alrededor del corazón, los muslos y el cuello.

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Los resultados revelan que, en comparación con los que consumen más del 20% de sus calorías diarias en el desayuno, los que consumieron nada o casi nada para desayunar tenían un mayor grado de aterosclerosis. Mientras que casi el 57% de los que toman un desayuno de alta energía tenía aterosclerosis subclínica, la cifra ascendía hasta casi el 75% entre los que se saltaron esa primera comida. La tendencia se mantuvo una vez que se tuvieron en cuenta factores como la edad, el sexo, el tabaquismo, la presión arterial alta, la diabetes y el perímetro de la cintura.

Malos hábitos a lo largo del día

Señalan los investigadores que saltarse el desayuno interrumpe el reloj interno del cuerpo, lo que significa que los individuos terminan comiendo más calorías y en momentos inusuales. Por ello, saltarse el desayuno por sí mismo no es el problema; el problema es lo que se come después y los hábitos que tienen las personas que lo hacen. El estudio encontró que aquellos que omitían el desayuno tenían más probabilidades de padecer obesidad y tener la presión arterial alta y, además, eran más propensos a consumir alcohol, fumar y comer niveles elevados de carne roja, por lo que el desayuno podría ser un marcador de riesgo de enfermedades del corazón como la enfermedad aterosclerótica.

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Actualizado: 4 de mayo de 2023

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