El ayuno intermitente puede mejorar síntomas asociados al alzhéimer

La alimentación restringida en el tiempo o ayuno intermitente puede corregir las alteraciones en los ritmos circadianos que se asocian al alzhéimer y mejorar la memoria y los síntomas conductuales, revela un estudio en ratones.
Hombre practicando el ayuno intermitente

22/08/2023

Entre los problemas que padecen las personas con alzhéimer se encuentran las alteraciones en sus ritmos circadianos –el reloj biológico interno del organismo que regula muchos procesos fisiológicos–, incluidas cambios en su ciclo de sueño/vigilia, un empeoramiento del deterioro cognitivo y la agitación a la caída de la tarde –que se conoce como síndrome del ocaso o sundowning–, y dificultades para conciliar el sueño y permanecer dormido.

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Ahora, un estudio realizado por investigadores de la Facultad de Medicina de la Universidad de California en San Diego (UC San Diego) ha comprobado que se pueden corregir las interrupciones circadianas observadas en la enfermedad de Alzheimer con alimentación restringida en el tiempo, un tipo de ayuno intermitente que consiste en limitar la ventana de alimentación diaria sin limitar la cantidad de alimentos consumidos.

Los experimentos se han llevado a cabo en ratones y demostraron que aquellos que fueron alimentados con un horario restringido mostraron mejoras en la memoria y una menor acumulación de proteínas amiloides en el cerebro. Los hallazgos se han publicado en Cell Metabolism y los autores han declarado que probablemente darán como resultado un ensayo clínico en humanos.

“Si podemos reproducir nuestros resultados en humanos, este enfoque podría ser una forma sencilla de mejorar drásticamente la vida de las personas con alzhéimer y de quienes las cuidan”

“Durante muchos años, asumimos que las alteraciones circadianas que se observan en las personas con alzhéimer son el resultado de la neurodegeneración, pero ahora estamos aprendiendo que puede ser al revés: la alteración circadiana puede ser uno de los principales impulsores de la patología del alzhéimer”, ha afirmado la autora principal del estudio, Paula Desplats, profesora del Departamento de Neurociencias de la Facultad de Medicina de UC San Diego. “Esto hace que las interrupciones circadianas sean un objetivo prometedor para los nuevos tratamientos contra el alzhéimer, y nuestros hallazgos proporcionan la prueba de concepto de una manera fácil y accesible de corregir estas interrupciones”.

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“Las alteraciones circadianas en la enfermedad de Alzheimer son la causa principal por la que los pacientes son ingresados en residencias de ancianos”, señala Desplats. “Cualquier cosa que podamos hacer para ayudar a los pacientes a restaurar su ritmo circadiano marcará una gran diferencia en la forma en que manejamos el alzhéimer en la clínica y cómo los cuidadores ayudan a los pacientes a controlar la enfermedad en el hogar”.

La alimentación restringida alivió los síntomas conductuales del alzhéimer

Favorecer los ritmos circadianos es un novedoso enfoque para mejorar la salud, y una manera de conseguirlo es controlar el ciclo diario de alimentación y ayuno. Los investigadores probaron esta estrategia en un modelo de ratón con enfermedad de Alzheimer, restringiendo el horario de alimentación de los ratones a un período de seis horas cada día, lo que en el caso de los humanos se traduciría en unas 14 horas de ayuno cada día.

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En comparación con los ratones del grupo control que tuvieron libre acceso a la comida a todas horas, los ratones alimentados con un horario restringido tenían mejor memoria, eran menos hiperactivos por la noche, seguían un horario de sueño más regular y experimentaban menos interrupciones durante el sueño. Además, también obtuvieron mejores resultados en las evaluaciones cognitivas que los ratones de control, lo que demuestra que el horario de alimentación con restricción de tiempo pudo ayudar a mitigar los síntomas conductuales de la enfermedad de Alzheimer.

Los investigadores también observaron mejoras a nivel molecular en los animales; así, en los ratones alimentados con un horario restringido encontraron que múltiples genes asociados con el alzhéimer y la neuroinflamación se expresaban de manera diferente. También encontraron que el horario de alimentación ayudó a reducir la cantidad de proteína amiloide que se acumulaba en el cerebro.

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Debido a que el programa de alimentación restringido en el tiempo pudo cambiar significativamente el curso de la enfermedad de alzhéimer en los ratones, los investigadores se muestran optimistas y opinan que estos hallazgos se podrían trasladar fácilmente a la clínica, especialmente porque el nuevo enfoque de tratamiento se basa en un cambio de estilo de vida en lugar de un medicamento.

“La alimentación con restricción de tiempo es una estrategia que las personas pueden integrar fácil e inmediatamente en sus vidas”, dijo Desplats. “Si podemos reproducir nuestros resultados en humanos, este enfoque podría ser una forma sencilla de mejorar drásticamente la vida de las personas que viven con la enfermedad de Alzheimer y de quienes las cuidan”.

Actualizado: 22 de agosto de 2023

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