Las mujeres viven más, pero con más achaques de salud que los hombres

Un estudio encuentra diferencias persistentes de salud entre ambos sexos a nivel mundial y que, aunque las mujeres son más longevas, soportan durante más tiempo afecciones como dolor lumbar y de cabeza y trastornos depresivos y musculoesqueléticos.
Mujer mayor con gesto de resignación

06/05/2024

Un nuevo estudio que se ha publicado en la revista científica The Lancet Public Health ha puesto de manifiesto las marcadas diferencias de salud entre mujeres y hombres mayores de 10 años en todo el mundo y ha señalado que en los últimos 30 años no se han producido suficientes avances que permitan cerrar esas brechas. Los autores del trabajo han examinado las disparidades en las 20 principales causas de carga de enfermedad entre ambos sexos en diferentes edades y regiones y han llegado a la conclusión de que las mujeres son más longevas, pero viven con peor salud.

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En concreto, los resultados del estudio muestran que las mujeres globalmente afrontan una serie de condiciones no fatales, como trastornos musculoesqueléticos, mentales y cefaleas, que conducen a pérdidas de salud a través de enfermedades y discapacidades. Por otro lado, los hombres se ven desproporcionadamente afectados por condiciones que resultan en muertes prematuras, incluyendo COVID-19, lesiones provocadas por accidentes de tráfico y enfermedades cardiovasculares, respiratorias y hepáticas.

Los investigadores distinguen entre 'sexo', que se refiere a las características biológicas y fisiológicas de mujeres y hombres, y 'género', que alude a los roles, comportamientos e identidades construidos socialmente, que también están influidos por contextos históricos y culturales. La interacción de estos factores conduce a diferentes experiencias de salud y enfermedad entre hombres y mujeres.

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Principales causas de mala salud en hombres y mujeres

El estudio utiliza datos del Estudio de la Carga Global de Enfermedades de 2021 para comparar el número total de años de vida perdidos debido a enfermedades y muertes prematuras, una medida conocida como años de vida ajustados por discapacidad (AVAD), para las 20 principales causas de enfermedad en mujeres y hombres mayores de 10 años a nivel global y en siete regiones del mundo entre 1990 y 2021. El análisis excluye condiciones específicas de cada sexo, como las enfermedades ginecológicas o el cáncer de próstata, pero examina las diferencias de salud entre condiciones que afectan tanto a mujeres como a hombres.

Los datos revelan que para 13 de las 20 causas principales de carga de morbilidad, incluido el COVID-19, las lesiones en accidentes de tráfico y diversas enfermedades cardiovasculares, respiratorias y hepáticas, la pérdida de salud fue mayor en los hombres que en las mujeres en 2021.

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Por ejemplo, el COVID-19 afectó desproporcionadamente a los hombres en todas las regiones y, en general, fue la principal causa de pérdida de salud en 2021, y los hombres experimentaron un 45% más de pérdida de salud a causa de la COVID-19 que las mujeres (3.978 frente a 2211 AVAD estandarizados por edad por cada 100.000).

En el caso de enfermedades con una carga desproporcionada en los hombres, como la cardiopatía isquémica, el cáncer de pulmón y la enfermedad renal crónica, las diferencias entre sexos tienden a ser pequeñas en edades tempranas y se amplían a lo largo de la vida. La excepción es el número desproporcionado de traumatismos provocados ​​por accidentes de tráfico entre varones jóvenes (entre 10 y 24 años) en todo el mundo.

“El desafío ahora es diseñar, implementar y evaluar formas de prevenir y tratar las principales causas de morbilidad y mortalidad prematura desde una edad temprana y en poblaciones diversas, teniendo en cuenta el sexo y el género”

Respecto a las mujeres, el estudio sugiere que los factores que más contribuyen a la pérdida de salud que afecta a las mujeres a nivel mundial son el dolor lumbar, los trastornos depresivos, el dolor de cabeza, los trastornos de ansiedad, otros trastornos musculoesqueléticos, la enfermedad de Alzheimer y otras demencias, y el VIH/SIDA. Estas condiciones contribuyen predominantemente a la enfermedad y la discapacidad a lo largo de la vida en lugar de conducir a una muerte prematura.

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Los problemas de salud mental afectan de manera desproporcionada a las mujeres en todas las regiones del mundo. Por ejemplo, la pérdida de salud causada por trastornos depresivos fue más de un tercio mayor entre las mujeres que entre los hombres (1.019 frente a 671 AVAD por 100.000) a nivel mundial en 2021.

Mujeres más longevas, pero con más achaques

En el caso de las afecciones en las que la mayor brecha desfavorece a las mujeres, como las afecciones de salud mental y los trastornos musculoesqueléticos, las diferencias en la pérdida de salud entre mujeres y hombres comienzan temprano en la vida y continúan intensificándose con la edad, dejando a las mujeres con mayores niveles de enfermedad y discapacidad a lo largo de sus vidas, en parte porque tienden a vivir más que los hombres. En España, por ejemplo, y según los últimos datos disponibles del Instituto Nacional de Estadística (INE), la esperanza de vida es de 80,3 años en hombres y 86,1 en mujeres.

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“Es el momento adecuado para este estudio y un llamado a la acción, no solo por dónde se encuentran ahora las pruebas, sino porque la COVID-19 nos ha recordado claramente que las diferencias de sexo pueden afectar profundamente los resultados de salud”, ha declarado la autora principal, la Dra. Luisa Sorio Flor del Instituto de Métricas y Evaluación de la Salud (IHME) de la Universidad de Washington, EE. UU.

“Un punto clave que destaca el estudio es cómo las mujeres y los hombres difieren en muchos factores biológicos y sociales que fluctúan y, a veces, se acumulan con el tiempo, lo que hace que experimenten salud y enfermedad de manera diferente en cada etapa de la vida y en todas las regiones del mundo. El desafío ahora es diseñar, implementar y evaluar formas de prevenir y tratar las principales causas de morbilidad y mortalidad prematura desde una edad temprana y en poblaciones diversas, teniendo en cuenta el sexo y el género”, añade.

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“Las grandes causas de pérdida de salud en las mujeres, en particular los trastornos musculoesqueléticos y las afecciones de salud mental, no han recibido la atención que merecen”, dice la coautora principal Gabriela Gil del IHME. “Está claro que la atención sanitaria de las mujeres debe extenderse mucho más allá de las áreas que los sistemas de salud y la financiación de la investigación han priorizado hasta la fecha, como las cuestiones sexuales y reproductivas”.

“Las enfermedades que afectan desproporcionadamente a las mujeres en todas las regiones del mundo, como los trastornos depresivos, carecen de financiación suficiente en comparación con la enorme carga que suponen, y sólo una pequeña proporción del gasto público en salud a nivel mundial se destina a las enfermedades mentales. La planificación futura de los sistemas de salud debe abarcar todo el espectro de cuestiones que afectan a las mujeres a lo largo de sus vidas, especialmente teniendo en cuenta el mayor nivel de discapacidad que soportan y la creciente proporción de mujeres y hombres en las poblaciones que envejecen”, concluye la investigadora.

Este estudio no solo pone de relieve las diferencias de salud que comienzan a surgir en la adolescencia, un momento crítico donde las normas de género y las actitudes se intensifican y la pubertad reformula las auto-percepciones, sino que también subraya la necesidad de diseñar, implementar y evaluar métodos informados por el sexo y el género para prevenir y tratar las principales causas de morbilidad y mortalidad prematura desde una edad temprana y en diversas poblaciones.

Actualizado: 6 de mayo de 2024

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