Fibromialgia y mindfulness, ¿ayuda a aliviar sus síntomas?

¿Ayuda el mindfulness a los enfermos de fibromialgia? Expertos y pacientes afirman que no cura, pero mitiga algunos síntomas, como el dolor. Conoce qué dice la ciencia sobre el uso de esta técnica de relajación en su tratamiento.
Fibromialgia y mindfulness
Caridad Ruiz, periodista

Por: Caridad Ruiz

Periodista especializada en salud y nutrición

Actualizado: 4 de mayo de 2023

La fibromialgia es una enfermedad que aún no dispone de ningún tratamiento farmacológico efectivo. Ante esta situación médicos y enfermos han buscado otras alternativas terapéuticas para intentar hacer más llevaderos los síntomas de esta enfermedad reumatológica crónica: dolor muscular o mialgia, fatiga, insomnio, estrés, alteraciones cognitivas… Una de estas terapias es el mindfulness (en español se traduciría por atención plena), una técnica de relajación y meditación, que para algunos puede llegar a convertirse en un estilo de vida.

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El mindfulness “se basa en dirigir la atención. Nosotros cuando dejamos funcionar la mente a su libre albedrío le llegan pensamientos que aceptamos como si fueran certezas, pero son productos de nuestra mente, son involuntarios, aleatorios, y no coinciden con la realidad. Yo pienso que si he hecho algo mal la gente me va a odiar. Es solo un pensamiento. El mindfulness nos enseña a no dejarse llevar por ellos, a tomar consciencia de lo que son, y dejarlos pasar”, nos explica Paloma Barjola, profesora en el área de Psicobiología de la Universidad Rey Juan Carlos, de Madrid, que actualmente se encuentra realizando un estudio sobre el efecto del mindfulness en las alteraciones cognitivas de la fibromialgia.

Los pacientes de fibromialgia se caracterizan por tener una mente dispersa, y  eso es una máquina de crear estrés

Esto se consigue con un entrenamiento previo a través de expertos, “aprendiendo y practicando unos ejercicios que dirigen nuestra atención a donde nos interesa, en el momento presente, anclado a sensaciones que son corporales. Fijamos la atención en sensaciones. Cuando se logra llegar a ese nivel, esos pensamientos no nos hacen sufrir tanto y nuestras emociones negativas se reducen. No estamos tan enganchados en lo que debemos hacer o en lo que nos preocupa, sino en lo que pasa en el presente. Eso nos permite concentrarnos mejor y tener emociones más neutras, o incluso positivas”, añade la profesora de Psicobiología.

Mujer con dolor por fibromialgia

Pero, ¿de verdad ayuda el mindfulness a las personas con fibromialgia? Según la experiencia de los expertos y los pacientes, sí. Y, ¿qué dice la ciencia? Los estudios realizados también sugieren buenos resultados, pero no se centran en grandes poblaciones, y muchos señalan que los beneficios del mindfulness solo se mantienen si la persona practica a diario esta técnica de relajación y meditación. El Centro Nacional para las Terapias Alternativas y Complementarias, que forma parte del Departamento de Salud del Gobierno de EE.UU., señala que el entrenamiento en técnicas de meditación, que incluye el mindfulness, es eficaz para tratar el dolor crónico, la depresión, el insomnio, la ansiedad y otras patologías asociadas a este problema. Lo corrobora también un estudio realizado por investigadores de la Universidad Wake Forest y publicado en la revista Pain, que apunta que las personas que son naturalmente más conscientes tienden a tener menos dolor, vinculando la meditación consciente a cambios cerebrales que hacen posible esta menor sensación del dolor. 

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Síndrome de fibromialgia: síntomas y origen

La fibromialgia es una enfermedad crónica muy prevalente “que afecta a entre el 3 y el 4% de la población. El 85-90% son mujeres jóvenes, entre los 30 y los 50 años, que refieren un dolor crónico generalizado, y otros síntomas como estrés, problemas de sueño, de memoria, de concentración… Es un síndrome. Es mucho más que dolor”, nos explica el doctor José María Gómez, neurólogo y coordinador de la Unidad de Fibromialgia del Hospital Universitario Quirónsalud de Madrid.

“Los pacientes son casi siempre mujeres –aunque cada vez se diagnostica más en hombres– que tienen un umbral al dolor bajo, con mayor sensibilidad a cualquier estímulo. “Agentes externos que en los no enfermos se manifestarían con un dolor bajo, en estos pacientes hay una expresión exagerada. Además, se presentan síntomas en todos los órganos y sistemas. Son pacientes que pasan por todas las especialidades y eso dificulta su manejo”, afirma el doctor Vicente Palop, responsable de la consulta de fibromialgia del Hospital de Dénia (Alicante) y autor de la Guía de Fibromialgia de la Consellería de Sanitat de la Comunidad Valenciana.

Mujer con problemas de fibromialgia

Hoy se sabe que “es un problema neuroinmunológico. Todo hace pensar que hay una alteración de los mecanismos de defensa del organismo. No es reumático, como se creía antes”, opina el doctor Gómez. Aunque se puede pensar que el dolor es el origen de otros síntomas, como la falta de concentración, el estrés o la depresión, no están relacionados. “Los problemas anímicos, así como los de memoria y concentración, son independientes unos de otros. De hecho, hay quien tiene mucho dolor y no tiene depresión, y al revés”, señala el doctor Gómez.

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Cómo ayuda el mindfulness en los síntomas de la fibromialgia

El principal síntoma de la fibromialgia es el dolor generalizado en todo el cuerpo, pero sobre todo concentrado en los puntos sensibles de la fibromialgia. Pero no es el único: estrés, insomnio, falta de concentración y de memoria… “No hay estudios científicos con una población grande de pacientes y con placebo sobre la eficacia del mindfulness, pero en la consulta muchos pacientes afirman que les ayuda a convivir con la enfermedad”, indica el doctor José María Gómez, neurólogo y coordinador de la Unidad de Fibromialgia del Hospital Universitario Quirónsalud, de Madrid.

Por ejemplo, en la Universidad de Duisburg-Essen (Alemania) se realizó una revisión de las investigaciones para tratar el síndrome de fibromialgia con mindfulness, publicada en Journal of Psychosomatic Research, centrándose sobre todo en la calidad de vida y el dolor que experimentaban los enfermos. Se encontraron seis ensayos con un total de 674 pacientes con síndrome de fibromialgia. Los resultados mostraron que podría ser útil, pero que se necesitan más estudios para hacer una recomendación concluyente.

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“No les quita la enfermedad ni les va a curar. No cambia el curso de la enfermedad, pero sí les ayuda a convivir con los síntomas que tienen y que les acompañan de por vida”, añade el neurólogo del Hospital Universitario Quirónsalud.

En definitiva, así es como a algunas personas puede ayudarles a afrontar algunas de estas manifestaciones de las fibromialgia: 

  • Atenuar el impacto psicológico del dolor

    Atenuar el impacto psicológico del dolor

    El dolor “es una experiencia compleja. No es solo la señal fisiológica periférica que aparece tras una lesión o una inflamación. Viene modulado por factores psicológicos emocionales que influyen en la transmisión de las señales del dolor”, nos explica Paloma Barjola.

    Los pensamientos negativos (como pensar en lo que me duele o en lo que me va a doler si realizo alguna actividad) incrementan la sensación de dolor. Con el mindfulness se identifican esas ideas negativas, pero el paciente no se engancha a ellas. “Si sabe que esos pensamientos son fruto de su mente, que no tienen que ver con la realidad, se lo va a tomar de otra manera”, añade.

    Los pensamientos negativos incrementan la sensación de dolor. Con el mindfulness el paciente de fibromialgia identifica esas ideas negativas, y al entender que no tienen que ver con la realidad se las toman de otra manera

    “La intensidad del dolor baja porque lo soporta mejor por esas variables cognitivas emocionales, y si lo soporta mejor, la intensidad baja. Es un círculo vicioso, en este caso positivo, y con una explicación biológica: se basa en los mecanismos descendentes de analgesia endógena”, dice Paloma Barjola. La analgesia endógena, es decir, la que produce nuestro propio organismo, consiste en una serie de mecanismos neuronales que en lugar de ir desde el lugar de la lesión al cerebro trascurren desde el cerebro a la médula espinal. Da lugar a la liberación, entre otras sustancias analgésicas, de endorfinas, que alivian el dolor.

  • Centrar la mente para hacer frente al estrés

    Centrar la mente para hacer frente al estrés

    “El estrés precipita los síntomas de la fibromialgia”, explica el doctor Vicente Palop, responsable de la consulta de fibromialgia del Hospital de Dénia (Alicante). Y una de las causas de este estrés es algo que todos hacemos a menudo: estar pensando en varias cosas a la vez –qué preparar de comida para el día siguiente, qué responder a un compañero de trabajo por un malentendido del día anterior, si vamos a encontrar aparcamiento cuando lleguemos al destino…–. Según el doctor Palop, han comprobado que los pacientes de fibromialgia se caracterizan por tener una mente dispersa. “Y eso es una máquina de crear estrés”, señala.

    En la revista Science en 2010 publicaron un experimento de la Universidad de Harvard (EE.UU.) en el que demostraban que las personas que tienen una mente más dispersa, es decir, que pasan de un pensamiento a otro y no se centran, eran las que tenían más estrés y ansiedad. “Por eso nosotros les enseñamos a tener momentos slow [despacio, en inglés]. Son cuando quedamos para comer con alguien que apreciamos y de pronto se nos ha hecho de noche. En ese tiempo, nos hemos olvidado de todo. Es una manera indirecta de mindfulness al dirigir la atención al momento presente”, añade el doctor Palop.

  • Aplaca los síntomas depresivos

    Aplaca los síntomas depresivos

    La depresión es otro de los síntomas de la fibromialgia, pero como nos explica la profesora Paloma Barjola, “no se trata de una depresión mayor o un trastorno psicológico afectivo. En la fibromialgia la depresión tiene sus propias características: está asociada al dolor. Eso tiene su base fisiológica. Las redes neuronales que trasmiten el dolor hacia el encéfalo comparten áreas con las redes de procesamiento emocional. Dolor y depresión, por tanto, están asociados”.

    Un artículo publicado en Arthritis Care and Research de la Universidad de Louisville (EE.UU.) mostraba que el mindfulness aliviaba los síntomas depresivos en las pacientes. Se realizó con 91 participantes y el ensayo se prolongó durante ocho semanas. Otro estudio realizado en la Universidad de Castilla-La Mancha, publicado en Cognitive Therapy and Research con 33 pacientes diagnosticadas con fibromialgia, señalaba que la atención plena ayudaba a reducir los síntomas depresivos, pero no se encontraron cambios en la intensidad del dolor.

  • Aplaca los síntomas depresivos

    Ayuda frente al insomnio

    En un estudio realizado en Finlandia, publicado en  Clinical and Experimental Rheumatology se señala que el 44,4% de los pacientes de fibromialgia sufre este trastorno del sueño. Algunas teorías incluso asocian el desencadenamiento de la fibromialgia a problemas de sueño. “A nivel fisiológico, hay una respuesta alterada en el sistema nervioso central. Están asociados”, afirma Paloma Barjola. Se podría pensar que el dolor provoca problemas para conciliar el sueño. Pero, como el resto de los síntomas de la fibromialgia, el insomnio tiene identidad propia.

    La atención plena, en opinión de la profesora Paloma Barjola, permite que los enfermos de fibromialgia puedan superar los problemas de sueño. “El enfermo, al poder relajarse más y tener menos pensamientos negativos, experimenta una mejoría en su calidad del sueño”, explica.

  • Frenar las alteraciones cognitivas

    Frenar las alteraciones cognitivas

    Las personas con fibromialgia se caracterizan por tener problemas de atención, de concentración, de memoria. “Incluso, los pacientes dicen que las alteraciones cognitivas les incapacitan más que el dolor porque no pueden seguir una película o un libro, olvidan las cosas”, apunta la profesora de psicobiología. “Muchas áreas implicadas en el procesamiento del dolor son las mismas que se ponen en marcha cuando se realizan tareas cognitivas, que requieren atención. Al compartir estas redes, cuando se desregulan unas se desregulan todas. Va todo unido”, añade.

    “Pero hasta ahora apenas hay estudios sobre los beneficios del mindfulness en las alteraciones cognitivas por fibromialgia. Si entendemos que nos ayuda a focalizar en el momento presente, dejando fuera pensamientos negativos, es lógico pensar que las capacidades atencionales van a mejorar. Y eso es lo queremos comprobar en un estudio que estamos realizando”, nos informa Paloma Barjola.

Ventajas del mindfulness para pacientes con fibromialgia

A continuación te resumimos los principales beneficios que tiene practicar mindfulness para las personas que padecen fibromialgia:

  • El paciente toma las riendas de su enfermedad: “aquellas pacientes que se empoderan de la enfermedad, la conocen y saben los mecanismos que la empeoran, pueden aceptarla y dominan los límites que tiene”, dice el doctor Vicente Palop.
  • Fortalece los pensamientos positivos: “las experiencias negativas hacen que tengamos más dolor”, afirma el Dr. Palop. Las personas con fibromialgia tienen muchas emociones negativas por la falta de comprensión del sistema sanitario, de la sociedad, del mundo laboral. Tienen ira y están coléricas, con tristeza, depresión, miedo a no poder dormir. Se ha comprobado que favorecer las emociones positivas va a mejorar mucho el efecto sobre la enfermedad.
  • No es un tratamiento farmacológico: está demostrado que los tratamientos farmacológicos para la fibromialgia no son efectivos. “Ningún tratamiento ha demostrado mejora de la enfermedad de forma prolongada”, afirma el doctor Gómez. “De hecho, yo recomiendo cuanta menos medicación mejor”, añade.

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Desventajas del mindfulness para pacientes con fibromialgia

La práctica de minflulness también presenta algunos inconvenientes para los pacientes con fibromialgia, como:

  • Necesita un aprendizaje.
  • No es una solución rápida: los resultados pueden empezar a notarse a las dos, tres o cuatro semanas de empezar a practicarlo.
  • Para mantener la mejoría hay que practicar mindfulness todos los días, durante al menos 20 minutos. “Hay que dedicar tiempo y esfuerzo. Si no se practica a diario no va a conseguir beneficios”, dice Paloma Barjola.
  • Algunos estudios señalan que los beneficios desaparecen con el tiempo. “Los beneficios se mantienen mientras se practica mindfulness, y una vez que se deja de practicar los estudios dicen que a los seis meses se conserva alguno, pero van desapareciendo”, dice Paloma Barjola.

Creado: 15 de abril de 2020

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