Cómo afrontar con psicología la crisis económica
El paro y las crisis económicas son un importante estresor que pueden dejar también en “número rojos” nuestro bienestar emocional. Te damos consejos para afrontarlo mentalmente con positivismo.

Cómo nos afecta la crisis económica psicológicamente

Dra. Vanesa Fernández López

Por: Dra. Vanesa Fernández López

Psicóloga, especialista en emociones

Actualizado: 21 de septiembre de 2022

La situación económica que vivimos en la actualidad no sólo es una crisis económica, sino también en muchos casos una crisis vital en la que algunas personas deben afrontar duras dificultades económicas que amenazan su bienestar emocional o el de su familia. Y es que las crisis económicas son un importante estresor y pueden dejar también en “número rojos” nuestra capacidad de afrontamiento emocional.

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Cómo nos afecta la crisis económica psicológicamente

Dentro del listado de ACV (Acontecimientos Vitales Estresantes) las crisis y problemas económicos figuran como una de las causas más frecuentes que pueden precipitar una respuesta de estrés en el individuo. Por ello, la palabra ‘crisis económica’ a nivel emocional está íntimamente ligada con la palabra ‘estresor’, esta vez, de carácter cotidiano. A pesar de que habitualmente asociamos al estrés con algo negativo, lo cierto es que el estrés es sólo una respuesta adaptativa, normal y necesaria, que nuestro organismo pone en marcha ante las situaciones que requieren un esfuerzo extra de nosotros mismos. El que esta respuesta se convierta en algo dañino depende de la duración del estresor en el tiempo y de la forma de afrontamiento al mismo.

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Comencemos por el primer punto, la duración del estresor en el tiempo. Lamentablemente, la crisis económica se está manteniendo lo suficientemente en el tiempo como para que la respuesta de estrés implícita a ella no haga ninguna gracia a nuestro organismo. Y es que de una u otra manera todos estamos estresados por la crisis; los que mantienen el trabajo por temor a perderlo y la creciente competitividad por ver quién se queda con la silla. Los que lo han perdido por las consecuencias obvias unidas a la pérdida del mismo (dificultad para afrontar los gastos, etcétera). Ante una situación estresante mantenida en el tiempo como es el caso, nuestro organismo libera una serie de sustancias para hacer frente al estresor hasta que éste desaparece. Pero cuando el estresor se prolonga demasiado en el tiempo el organismo se agota de forma progresiva pudiendo generar cicatrices biológicas como problemas de salud física (hipertensión, etcétera), además de consecuencias en nuestra salud mental y relaciones sociales.

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En lo que respecta al segundo punto, nuestra forma de afrontamiento, ésta puede hacer que dichas cicatrices tengan un probabilidad de aparición menor e incluso ni aparezcan. La palabra clave aquí es ‘resiliencia’ entendida como la capacidad de una persona para hacer frente a las situaciones difíciles y sobreponerse a ellas. Las personas más resilientes tienen una mayor capacidad para afrontar la crisis en el sentido de ser más resolutivos, buscar soluciones ante los posibles problemas, etcétera. En general se crecen ante la adversidad. Como en toda situación estresante, la valoración que hacemos de las consecuencias que la crisis tiene para nosotros y de nuestra capacidad de afrontamiento a dichas consecuencias es crucial para determinar cuánto nos estresa la crisis económica.

Creado: 3 de agosto de 2012

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