Alertan del riesgo de dejar a los niños en un coche al sol

Los pediatras alertan de que todos los años, y especialmente durante el verano, fallecen niños al quedar encerrados en vehículos aparcados al sol, donde mueren a causa del calor y la falta de ventilación.
Riesgo de dejar a los niños en un coche al sol
Dejar al niño durmiendo dentro de un coche cerrado puede ser muy peligroso por el riesgo de deshidratación.

Todos los años, y especialmente durante el verano, fallecen niños al quedar olvidados accidentalmente en vehículos cerrados y aparcados al sol, donde mueren deshidratados a causa del calor y la falta de ventilación. Aunque resulte sorprendente que un padre pueda olvidar a su hijo en el coche, los pediatras alertan de que este tipo de accidentes son cada vez más frecuentes.

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Casi siempre se trata de niños menores de dos años que viajan atados en la sillita de seguridad en el asiento trasero del coche, como explican los expertos de la Sociedad Española de Pediatría Extrahospitalaria y Atención Primaria (SEPAP), que añaden que hasta los padres más cuidadosos pueden tener un despiste, sobre todo por el estrés al que muchas veces se ven sometidos –por falta de descanso o dificultades para conciliar la vida laboral y familiar–, y que esto es algo que le puede ocurrir a personas de cualquier nivel socioeconómico y cultural. 

El mecanismo de termorregulación corporal de los niños menores de cinco años es menos eficiente que el de los adultos, y tienen un mayor riesgo de sufrir un golpe de calor grave en poco tiempo

El mecanismo de termorregulación corporal de los niños menores de cinco años es menos eficiente que el de los adultos, por lo que tienen un riesgo mayor de sufrir un golpe de calor en un breve periodo de tiempo, que además sería más grave que en el caso de un adulto y les podría incluso provocar la muerte en poco tiempo.

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Los coches se calientan rápidamente si se encuentran al sol, incluso aunque las temperaturas no sean muy elevadas. En verano, advierten los especialistas, un niño que permanezca en un vehículo aparcado al sol sin ventilación puede alcanzar una temperatura corporal de 42 o 43 grados y morir en un plazo de entre 30 y 60 minutos.

Para evitarlo, los pediatras aconsejan mantener siempre vigilados a los pequeños, que los coches estén siempre bien cerrados y con las llaves fuera del alcance de los menores, y no dejar nunca a un niño en el interior de un vehículo aparcado al sol y sin supervisión de un adulto –ni siquiera con las ventanillas un poco bajadas– aunque se trate de una ausencia de unos minutos.

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Actualizado: 10 de abril de 2017

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