Hay niños que se resisten a ir a clase o que hacen novillos, pero algunos sienten verdadero terror a ir al cole. Es lo que se conoce como fobia escolar, un problema difícil de detectar. Conoce sus causas.
Algunos padres no saben si están exagerando cuando acuden, generalmente en primer lugar al pediatra, preocupados ante la insistente negativa de su hijo a no querer ir al colegio sospechando una fobia escolar. Otros muchos ni siquiera van a consulta, porque no son capaces de detectarla. Para ayudarte a hacerlo te indicamos los principales síntomas o manifestaciones de un niño con fobia escolar, que orientan a su correcto diagnóstico:
Problemas para ir al colegio, que supone ausencias prolongadas del medio escolar (el niño se queda en casa). Estas ausencias son consentidas por los padres.
Intenso malestar emocional: temor intenso, irritabilidad o un exceso de quejas físicas (vómitos, dolor de cabeza, dolor de tripa) ante la situación de tener que ir al colegio.
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Como podemos observar a la vista de estos criterios, la fobia escolar dista mucho de la mera pereza o conducta negativa del niño a la hora de ir a la escuela, si bien, como veremos a continuación existen otros trastornos de los que es importante diferenciarla.
¿Fobia escolar, rechazo a ir al cole u otros problemas?
Es importante llevar a cabo una adecuado diagnóstico diferencial de la fobia escolar con el fin de no confundirla con otros problemas emocionales y conductuales con los que puede compartir algunas manifestaciones en común:
Trastorno por ansiedad de separación: el miedo aparece no sólo ante la situación de ir al colegio, sino ante cualquier circunstancia que implique separarse de las figuras de apego. Suele aparecer antes que la fobia escolar.
Absentismo escolar: el niño con absentismo escolar no se queda en casa con el consentimiento de los padres. Este problema conductual suele asociarse con otras conductas disociales como robar, mentir, etcétera.
Fobia social: puede encontrarse en la base de la ansiedad o el miedo de ir a la escuela, pero el malestar de la fobia social va más allá que el mero hecho de ir al cole, puesto que el niño lo pasa mal en cualquier circunstancia social fuera y dentro del colegio.
Depresión infantil: el niño deprimido no sólo pierde el interés por la escuela, sino también por actividades fuera de ésta (actividades familiares, jugar con amigos, etcétera).
Otros trastornos psiquiátricos graves: a diferencia de en la fobia escolar, los niños con trastornos mentales graves presentan alucinaciones o delirios.