El comienzo de la menopausia suele estar acompañado de síntomas como sofocos, una pérdida acelerada de la densidad ósea, sequedad vaginal y problemas para conciliar o mantener el sueño, entre otros trastornos. La terapia con estrógenos con o sin progesterona suele ser el método elegido para mitigar estas alteraciones. Sin embargo, algunos estudios sugieren que el riesgo que implica este tratamiento supera a los beneficios que ofrece, lo que tiene como consecuencia que un gran porcentaje de las mujeres menopáusicas abandone esta terapia y busque alternativas.

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Una de ellas, tal vez una de las más recurrentes, son los derivados de la soja, que aparentemente resultaban tan beneficiosos como los estrógenos, pero evitando sus riesgos. Pues bien, Silvina Levis, profesora de la Escuela Miller de Medicina de la Universidad de Miami (EE.UU.), realizó un ensayo aleatorio controlado con el fin de comprobar si los comprimidos de isoflavonas de soja eran realmente eficaces para prevenir la pérdida ósea y otros síntomas propios de la menopausia. Y los resultados dejan en evidencia sus cacareadas propiedades saludables.

Los comprimidos de isoflavonas de soja parece que no están asociados a la disminución de pérdida ósea o de otros síntomas, al menos durante los cinco primeros años de la menopausia

En el citado estudio participaron 248 mujeres con edades comprendidas entre los 45 y los 60 años, que llevaban cinco años de menopausia, y que tenían una puntuación T de densidad mineral ósea en cadera o columna lumbar de –2 o superior. Se les administró la cantidad de isoflavonas de soja que equivale a alrededor del doble del máximo consumo de soja que se podría obtener tomando alimentos que se encuentran habitualmente en una dieta propia de Asia.

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Los datos de dos años de seguimiento revelan que no existen diferencias entre las mujeres del grupo placebo y las que tomaron isoflavonas de soja en cuanto a variaciones significativas en la densidad mineral ósea de la cadera (-1,2% frente a -1,4%), la columna vertebral (-2% frente a -2,3%) o el cuello femoral (-2,2% frente a -2,1%).

Por otra parte, los síntomas de la menopausia fueron similares en ambos grupos, tanto al comienzo como al final del estudio, excepto en el caso de los sofocos, ya que al término del estudio se observó que casi la mitad de las mujeres en el grupo de isoflavona de soja (el 48%), y la tercera parte de las mujeres del grupo placebo (el 31%) sufrieron sofocos. Se comprobó, además, que presentaban estreñimiento un mayor número de mujeres en el grupo de soja, en comparación con aquellas que tomaban placebo, aunque este dato no resultó estadísticamente significativo.

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Los autores del estudio concluyen que, en las mujeres evaluadas, y al menos durante los primeros cinco años de menopausia, los comprimidos de isoflavonas de soja (200 miligramos una vez al día) no sirvieron para prevenir la pérdida de densidad ósea ni otros síntomas propios de la menopausia.

Fuente: EUROPA PRES

Actualizado: 4 de mayo de 2023

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