La exposición a químicos PFAS aumenta el riesgo de cáncer de hígado

Encuentran una asociación entre la exposición a sustancias perfluoroalquiladas y polifluoroalquiladas (PFAS) –que se encuentran en una gran variedad de productos industriales y de consumo– y un mayor riesgo de desarrollar cáncer de hígado.
Proceso de fabricación de productos de limpieza

17/08/2022

El carcinoma hepatocelular no viral es el tipo de cáncer de hígado más común y un nuevo estudio ha encontrado una relación entre la exposición a una sustancia química sintética presente en el medio ambiente, el sulfato de perfluorooctano (PFOS) –incluido en una clase de sustancias químicas artificiales denominadas sustancias perfluoroalquiladas y polifluoroalquiladas (PFAS)– y un mayor riesgo de desarrollar este tumor.

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Estas sustancias químicas se emplean en una gran variedad de productos industriales –textiles, construcción, limpieza doméstica, electrónica, procesado de alimentos, lucha contra incendios, industria automotriz…– y de consumo –pescados, frutas, huevos y productos derivados del huevo–, y también se las conoce como sustancias químicas eternas porque se descomponen muy lentamente y se acumulan en el medio ambiente y en los tejidos del organismo, incluido el hígado. Investigaciones anteriores en animales ya habían sugerido que la exposición a los PFAS aumenta el riesgo de cáncer de hígado, pero este es el primer estudio que constata que existe una asociación utilizando muestras humanas.

Los PFA se detectaron por primera vez en la sangre de personas que habían estado expuestas a estas sustancias químicas en su lugar de trabajo en la década de 1970, y en la década de 1990 se encontraron en la sangre de la población general, lo que ha generado preocupación por sus posibles riesgos para la salud y ha llevado a que la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) haya establecido unos límites de ingesta segura, y a que algunos fabricantes hayan prescindido del uso de PFOA y PFOS. Sin embargo, al tratarse de químicos de larga duración, los PFA se encuentran en el agua potable y en muchos productos alimenticios.

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El estudio ha sido realizado por investigadores de la Escuela de Medicina Keck de la Universidad del Sur de California (USC) y se ha publicado en JHEP Reports. “Esto se basa en la investigación existente, pero va un paso más allá –ha declarado el doctor Jesse Goodrich, becario postdoctoral del Departamento de Población y Ciencias de la Salud Pública de la Facultad de Medicina Keck–. El cáncer de hígado es uno de los puntos finales más graves de las enfermedades hepáticas y este es el primer estudio en humanos que demuestra que los PFA están asociados a esta enfermedad”.

Los PFOS producen alteraciones que pueden causar hígado graso

Los investigadores pudieron utilizar muestras humanas que se habían recogido como parte de un gran estudio epidemiológico –una colaboración entre la facultad de medicina y la Universidad de Hawai– llamado Estudio de Cohortes Multiétnicas, en el que se ha realizado un seguimiento de más de 200.000 residentes de Los Ángeles y Hawái para detectar el desarrollo de cáncer y otras enfermedades.

Los individuos en el 10% superior de exposición a los PFOS tenían 4,5 veces más probabilidades de desarrollar cáncer de hígado que aquellos con los niveles más bajos de PFOS en la sangre

Este depósito de muestras de sangre y tejidos humanos permitió a estos científicos encontrar a 50 participantes que acabaron desarrollando cáncer de hígado, evaluar las muestras de sangre que se tomaron antes de su diagnóstico de cáncer, y compararlas con las de 50 participantes del mismo estudio que no desarrollaron cáncer.

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Encontraron varios tipos de PFA en las muestras de sangre que se tomaron antes de que el participante desarrollara el cáncer de hígado. Los resultados de los análisis mostraron que la asociación más fuerte se producía entre los PFOS y el cáncer de hígado, y que los individuos en el 10% superior de exposición a los PFOS tenían 4,5 veces más probabilidades de desarrollar cáncer de hígado que aquellos con los niveles más bajos de PFOS en la sangre.

Los investigadores también pudieron determinar las posibles vías por las que los PFOS alterarían la función normal del hígado. Al evaluar las muestras encontraron pruebas de que los PFOS parecen alterar el proceso normal del metabolismo de la glucosa, el metabolismo de los ácidos biliares y el metabolismo de un tipo de aminoácidos denominados aminoácidos de cadena ramificada en el hígado.

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La alteración de los procesos metabólicos normales en el hígado puede hacer que se acumule más grasa en este órgano, un trastorno que se conoce como enfermedad del hígado graso no alcohólico (EHGNA). En los últimos años se ha producido un significativo incremento de los casos de EHGNA a nivel mundial y esto constituye un problema de salud pública porque los pacientes con esta patología tienen un mayor riesgo de desarrollar cáncer de hígado.

Actualizado: 5 de mayo de 2023

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