Identifican todos los genes que influyen en la personalidad humana

Los genes ejercen una gran influencia en el desarrollo de nuestra personalidad –entre un 30% y un 60%–, lo que no significa que esta herencia determine de forma irreversible el carácter de una persona, ya que el entorno en el que vive y se relaciona el individuo también es esencial, y los factores ambientales afectan decisivamente a la forma en que se expresan los rasgos heredados.

Comprender la compleja personalidad humana contribuiría a mejorar la salud física y emocional de los individuos, porque permitiría entender los mecanismos básicos que influyen en las emociones y elaborar estrategias para controlar los sentimientos que desencadenan. Ahora, un nuevo estudio que ha logrado identificar por primera vez casi 1.000 genes que influyen directamente en el temperamento y el carácter, podría ser clave para conseguirlo.

La mayoría de los genes, tanto los responsables de los impulsos emocionales básicos, como los que regulan las emociones, están expresados en el cerebro

En el trabajo, que se ha publicado en Molecular Psychiatry, han participado investigadores de la Universidad de Granada (España) y de la Universidad Washington en St. Louis (EE.UU.), que han empleado un nuevo método basado en el aprendizaje automático con el que han identificado agrupaciones de genes que interactúan entre ellos y con el entorno, y afectan a los perfiles de las cualidades que constituyen a un individuo.

A diferencia de otros estudios anteriores que solo tenían en cuenta los efectos de los genes individuales en los rasgos de la personalidad, en la nueva investigación se comprobó que las influencias genéticas se organizan en configuraciones de múltiples características, que son las que definen a una persona en conjunto.

Mecanismos que regulan la conducta humana

En la investigación, en la que también han colaborado científicos del Young Finns Study en Finlandia y otros procedentes de Corea y Alemania, se analizaron los datos de salud, personalidad y experiencias vitales de más de 2.000 personas de Finlandia con edades comprendidas entre los tres y los 45 años, en las que se midieron sus impulsos emocionales (temperamento) y los rasgos de su personalidad que les permitían controlar su comportamiento (carácter).

Los resultados obtenidos se replicaron en otras dos muestras de alrededor de 1.000 personas cada una, procedentes de Alemania y Corea, con el objetivo de poder comparar las reacciones de individuos de una cultura occidental (finlandeses y alemanes) con las de los que se regían por la cultura oriental (coreanos). Comprobaron de esta forma que la mayoría de los genes están expresados en el cerebro, tanto los responsables de los impulsos emocionales básicos (miedo o impulsividad), como los que regulan las emociones.

Los hallazgos han proporcionado una información clave sobre los mecanismos básicos que regulan la conducta humana y, por lo tanto, podrían ayudar a adoptar estrategias destinadas a regular las conductas de estilo de vida saludable para promocionar la salud física, mental y social de las personas.