Maltrato al mayor
El maltrato a los ancianos, por desgracia, es tan común como el de género o el infantil. La diferencia es que el abuso al mayor suele pasar desapercibido, y el propio afectado no lo denuncia por miedo o desconocimiento.

Perfil de los mayores con más riesgo de ser maltratados

Por: Marina García

Periodista, experta en salud y tercera edad

Actualizado: 13 de junio de 2025

Cualquier persona puede ser maltratada, pero el riesgo aumenta al tener un mínimo grado de dependencia y, por tanto, vulnerabilidad, como suele ser el caso de los mayores. En concreto, como se recoge en la Hoja para el Paciente publicada por el Journal of the American Medical Association1 (Revista de la Asociación Médica Estadounidense), los factores que aumentan el riesgo de que un mayor sea maltratado son:

  • Sufrir alguna demencia, alzhéimer u otros trastornos neurodegenerativos. La falta de capacidad para comunicar lo que les sucede y el aislamiento social asociado aumentan su vulnerabilidad. Un trabajo de 2010 encontró que un 47% de cuidadores de personas con demencia2 reconocían haber cometido algún tipo de maltrato verbal o físico en los últimos 12 meses.
  • Presentar algún tipo de discapacidad física o cognitiva.
  • Mal estado de ánimo o depresión.
  • Tener poco apoyo social o solo un pequeño círculo de allegados. La soledad, vivir sin contacto regular con amigos o familia3, o en entornos urbanos deshumanizados, incrementa el riesgo. Las personas institucionalizadas (residencias, centros de larga estancia) también pueden estar expuestas si no existen mecanismos adecuados de vigilancia y denuncia.
  • Problemas con el alcohol u otras sustancias, que alteran sus capacidades físicas y mentales.
  • También, tener edad una edad avanzada podría considerarse un factor agravante4, ya que las personas mayores de 75 u 80 años, sobre todo aquellas con pérdida de autonomía para las actividades básicas de la vida diaria (como asearse, alimentarse o movilizarse), presentan un mayor riesgo. Esta dependencia genera sobrecarga en cuidadores y facilita situaciones de negligencia o abuso.
  • Dependencia económica: las personas mayores que dependen económicamente de sus hijos, cuidadores o instituciones están en riesgo particular de sufrir abuso financiero o chantaje emocional. Además, quienes poseen bienes, pensiones o propiedades pueden ser objeto de maltrato por parte de familiares u oportunistas que buscan aprovecharse.
  • Antecedentes de violencia familiar: la violencia intergeneracional5 también es un factor de riesgo. En muchos casos, el maltratador ha tenido una relación conflictiva previa con la víctima (por ejemplo, hijos con antecedentes de abuso de sustancias o violencia familiar).

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A su vez, el cuidador, sea familiar o no, presenta más posibilidades de ser maltratador si:

  • El mayor muestra una actitud negativa, desafiante o resentida hacia él.
  • Depende económicamente del anciano.
  • Ha sido maltratado por la persona mayor anteriormente.

Formación para evitar que el cuidador sea un maltratador

En defiitiva, como vemos, el perfil de riesgo no depende de un solo factor, sino de una combinación de circunstancias personales, familiares y sociales. Las estrategias preventivas deben incluir la identificación temprana en centros de salud, el apoyo a los cuidadores, el fomento de redes sociales activas, y la implementación de protocolos de detección y actuación en instituciones sanitarias y sociales.

Con el objetivo de reducir el número de personas mayores maltratadas sería conveniente que todos los agentes que mantienen una relación directa con ellos estén formados adecuadamente para saber cuál es la mejor forma de tratarles, y para que sepan detectar un posible caso de abuso.

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En este aspecto los profesionales sanitarios, especialmente los médicos de Atención Primaria, farmacéuticos comunitarios y enfermeras, por ser quienes velan en gran medida por la salud de los mayores en su día a día, deberían mantenerse siempre informados y formados en cuidados geriátricos y disponer de los servicios asistenciales necesarios para poder prevenir o denunciar un caso de maltrato con la mayor brevedad posible.

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  • 1

    Hildreth, Carolyn J. "Abuso de ancianos." Hoja para el Paciente de JAMA, 3 de agosto de 2011, JAMA. https://sites.jamanetwork.com/spanish-patient-pages/2011/hoja-para-el-paciente-de-jama-110803.pdf

  • 2
    Wiglesworth A, Mosqueda L, Mulnard R, Liao S, y Gibbs L. «Screening for Abuse and Neglect of People With Dementia». Journal of the American Geriatrics Society, vol. 58, n.º 3, Wiley, 2010, pp. 493–500+, doi:10.1111/j.1532-5415.2010.02737.x.
  • 3
    Dean G Kilpatrick. «Prevalence and Correlates of Emotional, Physical, Sexual, and Financial Abuse and Potential Neglect in the United States: The National Elder Mistreatment Study». American Journal of Public Health, vol. 100, n.º 2, American Public Health Association, 2010, pp. 292–297+, doi:10.2105/AJPH.2009.163089.
  • 4
    Dong XQ. «Elder Abuse: Systematic Review and Implications for Practice». Journal of the American Geriatrics Society, vol. 63, n.º 6, Wiley, 2015, pp. 1214–1238+, doi:10.1111/jgs.13454.
  • 5
    Lachs MS, y Pillemer K. «Elder Abuse». Lancet (London, England), vol. 364, n.º 9441, Elsevier BV, 2004, pp. 1263–1272+, doi:10.1016/S0140-6736(04)17144-4.

Creado: 11 de diciembre de 2015

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