Slow parenting, la crianza 'a fuego lento'
Conoce el 'slow parenting', una filosofía de vida que apuesta por una infancia sin prisas para que los niños se desarrollen de forma plena y adecuada y sean más felices, incluso al llegar a adultos. Merece la pena intentarlo.

10 propuestas para introducir el slow parenting en tu familia

Amparo Luque

Por: Amparo Luque

Periodista experta en embarazo e infancia

Actualizado: 22 de septiembre de 2022

El slow parenting o crianza de los niños sin prisas cuesta, pero merece la pena. Aquí tienes algunas ideas de momentos pausados de disfrute, pequeñas acciones que permiten saborear la vida. Practicadlas siempre que podáis, y poco a poco os convertiréis en una familia slower:

  1. Olvidad el despertador y las prisas para levantaros: despertad a los niños con un beso y permitidles que se queden un rato en la cama, acurrucados o desperezándose, estirando todos los músculos. Y, si os apetece, poneos a jugar un rato todos juntos. 
  2. Desayunad, comed o cenad bien, con una buena selección de alimentos saludables y deliciosos, sin la televisión de fondo y con tranquilidad. Después de tomaros vuestro tiempo para comer y beber, disfrutad de la sobremesa: charlad con los pequeños y plantead proyectos o ilusiones que se os ocurran y podáis compartir.
  3. Buscad un rato de la jornada para generar situaciones divertidas, sacar el sentido del humor y reír. La risa relaja y genera endorfinas, que nos hacen más felices. ¿Te cuento un chiste? o ¿qué tal un rato de cosquillas?
  4. Preparad una salida al campo y llevad un picnic para comer en plena naturaleza. Dad paseos, disfrutad del entorno, tumbaos en la hierba, y aprovechad ese clima para conseguir serenidad.  
  5. Relajaos en el sofá, escuchando música o leyendo un cuento, y dormid una pequeña siesta.
  6. Dejad la ducha apresurada para otro momento y disfrutad de un buen baño.
  7. Al ir paseando por la calle, deteneos a observar lo que os rodea: las nubes, una flor, un pequeño pájaro que está bebiendo en un charco…
  8. Intentad no llevad el reloj puesto ni mirar la hora en ningún otro. ¿A que eso lo soléis hacer cuando estáis de vacaciones?
  9. Dedicad un rato simplemente a no hacer nada. Como dicen los italianos: ¡il dolce far niente! O lo que los holandeses han convertido en todo un arte: el niksen.
  10. ¡Ah! y cuando estéis realmente compartiendo tiempo con los niños, en familia, apagad o silenciad los teléfonos móviles, ¡por favor! 

PUBLICIDAD

Creado: 29 de septiembre de 2015

PUBLICIDAD

PUBLICIDAD