SAD lamp: cómo mejora tu ánimo una lámpara de luz diurna

Las lámparas de luz diurna pueden contrarrestar la falta de luz que influye en el trastorno afectivo estacional, la ansiedad o la depresión. Descubre cómo las SAD lamps suplen esta condición lumínica y mejoran la salud psicológica.
Ilustración: SAD lamp

Ilustración: @plenti.lerenti

Natalia Castejón

Por: Natalia Castejón

Periodista especializada en vida saludable

Actualizado: 5 de mayo de 2023

La luz es muy importante para nuestra salud, sobre todo para la mental. Tener un día despejado y soleado hace que nos sintamos de mejor humor y con mucha más energía que en esos días nublados o lluviosos en los que el sol está oculto. Esto, que parece una tontería, puede incluso degenerar en problemas psicológicos más serios, como el trastorno afectivo estacional, depresión o ansiedad.

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Todos estos problemas son mucho más comunes en los países nórdicos, pues en ellos las horas de luz son limitadas, de ahí que en ellos también haya unos niveles mucho más altos de suicidios. A parte de una buena terapia psicológica o incluso farmacológica, en ocasiones se recurre a lo que se conoce como fototerapia o luminoterapia, una forma de aliviar estos trastornos afectivos o estacionales mediante la exposición a la luz artificial. Y ahí es donde entran en juego las lámparas de luz diurna o SAD lamps, unas cajas de luz que ayudan a contrarrestar esta condición lumínica deficiente.

Qué son las SAD lamps o cajas de fototerapia

Las Sad lamps “son un tipo de lámparas que reciben este nombre porque SAD son las siglas en inglés de tristeza, debido a que son una herramienta que se propone para tratar los trastornos depresivos, especialmente los que están relacionados con los cambios estacionales, pues es bastante frecuente que algunas personas desarrollen síntomas depresivos asociados al cambio de luz que hay entre el verano y el invierno”, nos explica Vanesa Fernández, psicóloga experta en emociones y profesora en la Universidad Complutense de Madrid.

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Según la experta, este tipo de lámparas son una buena opción de luminoterapia o fototerapia. Estos aparatos, que tienen forma cuadrada, rectangular o redonda, emiten una luz muy potente que se puede regular y que reproducen la luz del sol de manera muy similar, lo que consigue activar la generación de sustancias químicas del cerebro –principalmente serotonina– que están relacionadas con una mejora en el ánimo y con la regulación de los ritmos circadianos.

Las SAD lamps imitan la luz que produce el sol para engañar al cuerpo de modo que genere sustancias como la serotonina y se regulen los ritmos circadianos

Este punto es muy importante, el cuerpo regula su reloj interno mediante los ritmos circadianos. De esta manera, cuando hay luz nos mantenemos más activos y cuando cae la noche baja su potencia para dar paso al sueño reparador. No obstante, la falta de luz puede provocar alteraciones en este regulador, provocando cansancio, fatiga, mal humor, tristeza o incluso el trastorno afectivo estacional.

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Las lámparas SAD producen una luz que se mide en lux, que viene a indicar la intensidad de la luminosidad combinada con el área, suelen ir de los 3.000 lux a los 15.000 lux, siendo la media 10.000 lux. Este aparato debe poder colocarse por encima de los ojos y en un ligero ángulo hacia abajo, de esta manera se reducirá el posible deslumbramiento.

Usos y aplicaciones de las lámparas de luz diurna

El principal objetivo de estas lámparas es ayudar a las personas con trastorno afectivo estacional, que es un tipo de depresión que se suele producir entre el otoño y el invierno como consecuencia de la reducción de los niveles de luz. Según nos explica la Dra. Fernández, este trastorno se caracteriza porque las personas que lo padecen se sienten tristes, apagadas, fatigadas y en algunas ocasiones se produce un aumento de peso sin que haya habido un incremento de la ingesta de calorías. También es común que aparezcan problemas de insomnio, irritabilidad o episodios de dolores de cabeza.

Hombre leyendo iluminado con una lámpara de luz diurna

El tratamiento habitual de este problema es con psicofármacos, es decir, antidepresivos en combinación con ansiolíticos, pero cada vez más se están recomendando las lámparas de luz diurna cuando se tiene claro que este trastorno es afectivo estacional por los cambios de luz. Eso sí, en todos los casos se debe usar en combinación con la psicoterapia para que se les de unos hábitos y una serie de estrategias para hacer frente al malestar del día a día, nos aclara la profesora de la Universidad Complutense de Madrid.

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Según nos explica Iván Eguzquiza, Psicólogo Conductual especialista en Sueño del Instituto del Sueño, “también pueden verse beneficiadas por el uso de estas lámparas, aquellas personas que están poco expuestas a la luz solar por sus condiciones de vida u horarios de trabajo. Por otra parte, se estima que la mitad de la población tiene un patrón horario de secreción de melatonina marcadamente nocturno o diurno, llegando a desarrollar en algunos casos, lo que se llama un Trastorno de Fase”.

“Este problema puede acabar generando importantes problemas de sueño con muchas repercusiones diurnas a nivel físico, emocional y cognitivo. Lo que sucede en estos casos es que estas personas se están viendo afectadas sin ser conscientes de que padecen dicho trastorno. Esto sucede, por ejemplo, con numerosos adolescentes, que tienen grandes dificultades para conciliar el sueño y mucha somnolencia por la mañana. O con muchas personas mayores que se quedan dormidas muy pronto, pero se despiertan mucho antes de lo deseado. El uso supervisado por un especialista en sueño de estas lámparas SAD, junto con una agenda de sueño y otros cuidados añadidos, llegan a resolver estos problemas en pocas semanas y de una forma natural”.

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Pero, ¿son realmente eficaces estas lámparas de fototerapia? Esa es la pregunta que te podrías estar haciendo ahora mismo. La respuesta que nos da Vanesa Fernández es que “es verdad que no hay muchísima información en la literatura científica sobre la misma, pero sí que se llevan utilizando las terapias de luz desde hace años en países nórdicos especialmente, como en Suecia, Noruega, Inglaterra donde sí que se usan este tipo de terapia luminosa a los pacientes depresivos, especialmente a aquellos de cohorte con la depresión estacional”.

Mujer con síntomas de depresión

Además, añade que “obviamente este tipo de terapia no vale para nada si estamos ante un caso de depresión debido a un problema de pareja, ruptura o una depresión mayor, que es por un déficit de neurotransmisores. En aquellos casos especialmente donde la depresión está asociada a problemas estacionales sí que se está mostrando como muy útil para ayudar al paciente a mejorar su estado de ánimo, siempre combinado con unas recomendaciones conductuales y hábitos de vida que ayuden al paciente a mejorar su estado de ánimo y a encontrarse pues más confortable con sus emociones”.

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Uno de los estudios realizados sobre este tipo de fototerapia, publicado en el Journal of Clinical Sleep Medicine, ha revelado que usar estas lámparas durante los periodos del año que las horas de luz son cortas podría ayudar a regular el ritmo circadiano, lo que repercutiría en una mejora del estado de ánimo y una reducción en los síntomas de la depresión.

Cómo se usan las lámparas SAD y durante cuánto tiempo

Las lámparas de luz diurna son portátiles, es decir puedes ir moviéndolas a las diferentes estancias de la casa para seguir usándolas hagas la tarea que hagas. La mayoría de ellas son regulables en intensidad, que van desde los 15.000 lux de máxima potencia hasta unas inferiores. Para hacerse una idea, unos 10.000 lux equivaldrían a 20 veces la luz generada por la mayoría de las luces de interior.

Lo ideal es usarlas a primera hora de la mañana y, según la psicóloga Vanesa Fernández, “lo suyo es empezar con una mayor intensidad, yo empezaría con 10.000 lux y luego a lo largo del día hay que ir ajustándolo a la baja, hasta los 6.000 lux o 5.000 lux por ejemplo, que ya sería lo adecuado para posteriormente retirarlo con la llegada de la noche. Es como simular la luz de un país mediterráneo”.

Las lámparas de luz diurna pueden tener hasta 15.000 lux, para hacerse una idea, 10.000 lux equivale a 20 veces la luz interior general

Tal y como nos explica Iván Eguzquiza, este aparato no se debe usar durante todo el día, sino en ratos cortos que oscilan entre los 30 minutos y las dos horas al día, por ejemplo, trabajando o viendo la televisión, aunque esto lo ajustará mejor el profesional médico que lo haya prescrito. En cuanto a la distancia a la que hay que colocarse con respecto a la lámpara, lo mejor es que leas las indicaciones del fabricante, pero suele estar entre los 40 y 60 cm.

Contraindicaciones de las lámparas de luz diurna

La fototerapia tiene algunas contraindicaciones, por ejemplo, las personas con enfermedades relacionadas con la retina del ojo, diabetes, lupus eritematoso sistémico, cáncer de piel o que se encuentran en tratamiento con fármacos fotosensibilizantes, como la melatonina, litio, algunos antibióticos o los antipsicóticos con fenotiazina deben evitar el uso de estas lámparas.

Mujer mayor con una lámpara de luz diurna

Es importante utilizar una lámpara SAD adecuada, y específica diseñada para este tipo de trastorno emocional pues sino no podría tener ningún efecto en la salud. Elige una que filtre la luz ultravioleta (UV), pues este tipo de luz –que sí usan otro tipo de lámparas empleadas para otros trastornos de la piel– podría dañar tu piel y tus ojos. Además, cuanto más grande sea más te podrás mover alrededor sin frenar la exposición, asegúrate de tener todo esto en cuenta antes de tu compra.

En general, lo mejor que puedes hacer antes de usar este tipo de lámparas es consultar con tu médico o profesional médico para ver si podrías beneficiarte de sus efectos, o, por el contrario, podría incluso empeorar tus condiciones de salud.

Creado: 29 de junio de 2022

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