Un nuevo método para favorecer la maduración de los óvulos en mujeres que se someten a tratamientos de fecundación in vitro (FIV), que utiliza una hormona natural denominada kisspectina, ha mostrado que mejora la eficacia y seguridad de estas terapias al reducir el riesgo de hiperestimulación ovárica (SHO), una condición peligrosa que se puede producir con la hormona hCG, que es la que tradicionalmente se administra con este objetivo.
Se estima que el síndrome de hiperestimulación ovárica afecta de forma leve a la tercera parte de las mujeres que se someten a FIV, causándoles náuseas y vómitos, mientras que menos del 10% de las pacientes sufren manifestaciones moderadas o graves, que pueden causar insuficiencia renal y que, en los casos más graves, puede ser mortal.
A diferencia de la hormona hCG, que permanece mucho tiempo en la sangre, la kisspectina se descompone con rapidez, y esto reduce el riesgo de hiperestimulación ovárica
Por ello, los resultados de este ensayo que han realizado en Reino Unido, investigadores del Imperial College London y médicos del Imperial College Healthcare NHS, resultan esperanzadores, ya que la kisspectina ha sido probada con éxito en 53 mujeres voluntarias sanas, consiguiendo el nacimiento de 12 bebés con el tratamiento.
La kisspectina actúa estimulando la liberación de otras hormonas reproductivas del organismo y, a diferencia de la hCG, que se mantiene en la sangre mucho tiempo tras ser administrada, la kisspectina se descompone con mayor rapidez, por lo que disminuye significativamente el riesgo de que se produzca un exceso de estimulación.