Vinculan la pérdida del olfato y la inflamación con 139 enfermedades
31/10/2024
La pérdida del olfato y el gusto se convirtió pronto en uno de los signos que alertaba de la posibilidad de haber contraído el COVID-19, especialmente en el caso de aquellas personas que no manifestaban ningún otro síntoma. Además, muchos de los afectados no recuperaban este sentido tras superar la infección por coronavirus, e incluso se considera uno de los síntomas del COVID persistente. Además, la incapacidad de percibir los olores también se ha asociado con enfermedades degenerativas, como párkinson o alzhéimer.
Ahora, investigadores de la Escuela de Ciencias Biológicas Charlie Dunlop de la Universidad de California Irvine (UC Irvine), en colaboración con el Centro de Investigación en Humanidades de Oxford, han descubierto una potente conexión entre la pérdida del olfato y la inflamación en nada menos que 139 condiciones médicas.
Los resultados de este estudio, liderado por el profesor emérito Michael Leon junto con las investigadoras Cynthia Woo y Emily Troscianko, han sido publicados en la revista Frontiers in Molecular Neuroscience y destacan una relación poco conocida pero potencialmente crucial: el papel que desempeña el sentido del olfato en el mantenimiento de la salud física y mental.
Estimulación terapéutica del olfato para prevenir enfermedades
La disfunción olfativa, que suele pasarse por alto como una molestia menor, podría ser en realidad una señal temprana de diversas enfermedades neurológicas y orgánicas, según sugiere esta investigación. “Los datos son especialmente interesantes porque previamente habíamos encontrado que el enriquecimiento olfativo puede mejorar la memoria en un 226% en el caso de los adultos mayores”, ha declarado Leon en una nota publicada en UC Irvine.
“Ahora sabemos que los aromas agradables pueden disminuir la inflamación, lo que sugiere un posible mecanismo por el cual estos aromas pueden mejorar la salud del cerebro”, añade, y destaca que este descubrimiento podría tener importantes implicaciones para mitigar síntomas e incluso reducir la aparición de ciertas enfermedades mediante la estimulación terapéutica del olfato.
El estudio se enfoca en el análisis detallado de 139 condiciones médicas asociadas con la pérdida olfativa y el aumento de la inflamación, revelando una posible vía compartida entre estos factores. La pérdida de olfato, que suele preceder a enfermedades como el alzhéimer y el párkinson, podría servir como indicador temprano de la aparición de estas enfermedades, permitiendo enfoques terapéuticos más proactivos.
“Ahora sabemos que los aromas agradables pueden disminuir la inflamación, lo que sugiere un posible mecanismo por el cual estos aromas pueden mejorar la salud del cerebro”
“Fue difícil localizar estudios para tantas condiciones médicas”, dijo León, refiriéndose a la complejidad de vincular la pérdida olfativa con una variedad de trastornos tan amplia. Este desafío, añadió, resalta la importancia de estos hallazgos al considerar la salud olfativa como parte integral del bienestar general.
Al mostrar cómo el enriquecimiento olfativo puede reducir la inflamación, esta investigación sienta las bases para futuros estudios que exploren el uso terapéutico de los aromas en una variedad más amplia de condiciones médicas. “Será interesante ver si podemos mejorar los síntomas de otras afecciones médicas mediante el enriquecimiento olfativo”, señaló Leon.
A medida que la ciencia sigue descubriendo el profundo impacto que tienen nuestros sentidos sobre la salud, esta investigación subraya la necesidad de estudiar más a fondo las terapias olfativas. Por ello, en la actualidad Leon está desarrollando, junto con Woo, un dispositivo para administrar terapias olfativas, que podría representar un enfoque novedoso y no invasivo para mejorar la salud.
Actualizado: 31 de octubre de 2024