Más del 50% de los niños menores de 14 años aspiran “humo de segunda mano”, es decir, son fumadores pasivos, con los riesgos para su salud que esto implica. Así lo constatan datos de la Asociación Española Contra el Cáncer, difundidos por especialistas de USP Dexeus, que recomiendan no fumar en sitios cerrados y crear espacios libres de humo dentro de una vivienda.

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Según ha advertido el jefe del Servicio de Inmunología de USP Dexeus, Felipe Coll-Klein, ser fumador pasivo a tan corta edad tiene sus consecuencias negativas para los pulmones de estos pequeños, ya que incrementa seriamente su predisposición a padecer afecciones respiratorias como asma, bronquitis y bronquiolitis.

Recomiendan no fumar en sitios cerrados y crear espacios libres de humo dentro de una vivienda

Los hijos de fumadores son un 21% más susceptibles de tener un 15% más alta la presión arterial sistólica -la cifra máxima-. Es evidente, por lo tanto, que la adicción al tabaco de los progenitores es un factor que puede resultar nocivo para la salud de los niños.

Coll-Klein señala que si añadimos a este otros factores ambientales que también pueden ser perjudiciales para la población infantil, podemos concluir que es necesario establecer espacios libres de humo para los más pequeños, tanto dentro de las viviendas, como en los lugares públicos.

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Hay que tener en cuenta que muchas de las medidas que se toman para contrarrestar el humo, como ventilar la estancia, sólo eliminan el olor, y no suprimen por completo sus componentes tóxicos. Y recordemos que en el humo podemos encontrar alrededor de 4.000 sustancias tóxicas, de las que 20 se identifican como cancerígenas para el ser humano, y otras 20 son dañinas para los animales.

Fuente: EUROPA PRESS

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Actualizado: 14 de agosto de 2019

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