La preeclampsia se puede detectar en los controles médicos que se realizan a todas las embarazadas, en los que, de forma sistemática, se les mide la tensión arterial y se analiza la orina en busca de proteínas. Las pruebas salen alteradas cuando:
- Hay hipertensión si la cifra de presión arterial sistólica es igual o superior a 140 mmHg, o la diastólica es igual o superior a 90 mmHg. También se considera hipertensión a la elevación de 30 mmHg de la presión sistólica, o de 15 mmHg de la diastólica sobre la tensión arterial anterior al embarazo, o antes de las 20 semanas de embarazo.
- Existe proteinuria cuando hay 300 mg o más de proteínas por litro de orina recogida durante 24 horas. También se pueden utilizar tiritas reactivas.
Con estos datos se puede determinar el grado de gravedad de la preeclampsia:
Preeclampsia leve
- Hipertensión de 165-140 mmHg / 105-90 mmHg.
- Proteinuria de 300 mg - 5 g por litro de orina de 24 horas.
- Tobillos y piernas hinchadas por edemas (aunque esto puede ocurrir en embarazos normales).
Preeclampsia grave
- Hipertensión de más de 165 mmHg / 105 mmHg.
- Proteinuria de más de 5 g por litro de orina de 24 horas.
- Hinchazón generalizada y visible por edemas, incluso cuando la futura madre está acostada en la cama.
- Fallo renal, que se detecta por orinar poco (menos de 500 mL en un día) y alteraciones analíticas (aumento de la creatinina).
- Fallo hepático, que se detecta por aumento de las transaminasas en los análisis de sangre.