Implante flexible adormece los nervios y alivia el dolor sin fármacos

Un nuevo dispositivo biocompatible, implantable y soluble en agua podría adormecer los nervios evitando que la sensación de dolor llegue al cerebro, lo que podría ser una alternativa a los opioides y a fármacos altamente adictivos.
Implante flexible evita el dolor

01/07/2022

Un nuevo dispositivo biocompatible desarrollado por investigadores de la Universidad de Northwestern es capaz de adormecer los nervios y de interrumpir las señales de dolor que llegan al cerebro a demanda, por lo que podría tratarse del primer implante que proporciona una alternativa a los opioides y a los medicamentos altamente adictivos.

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El instrumento desarrollado es un pequeño implante biocompatible, pequeño, blando, flexible y soluble en agua que funciona envolviendo los nervios y aportándoles frío mediante una bomba externa que maneja el paciente de forma remota, aumentando o reduciendo la intensidad. En su punto más ancho tan solo tiene 5 mm lo que le permite ser preciso y específico.

La investigación, que se ha publicado en la revista Science, ha mostrado la efectividad del dispositivo en modelos animales y ha comprobado que sus componentes se absorben de manera natural en los biofluidos del cuerpo en tan solo unos días o semanas, por lo que no requiere de extracción quirúrgica posterior.

“Aunque los opioides son extremadamente efectivos, también son extremadamente adictivos. Como ingenieros, estamos motivados por la idea de tratar el dolor sin medicamentos, en formas que se puedan activar y desactivar instantáneamente, con el control del usuario sobre la intensidad del alivio. La tecnología que se informa aquí explota mecanismos que tienen algunas similitudes con los que hacen que los dedos se sientan entumecidos cuando están fríos. Nuestro implante permite que ese efecto se produzca de forma programable, directa y localmente en los nervios específicos, incluso en los que se encuentran en lo profundo de los tejidos blandos circundantes”, explica John A. Rogers, autor principal del estudio.

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Un implante útil después de cirugías de rutina o amputaciones

Los autores consideran que el implante será más útil para los pacientes que se someten a cirugías de rutina o incluso a amputaciones, pues son los que suelen necesitar fármacos posoperatorios para sobrellevar el dolor. Además, los cirujanos podrían implantar el dispositivo en la propia operación, lo que reduce el dolor desde el minuto uno y evita posibles adicciones a fármacos.

El implante funciona con un líquido refrigerante que enfría el nervio, reduciendo su actividad y, por tanto, evitando que la señal del dolor llegue al cerebro

El funcionamiento del implante se asemeja a cómo el organismo evapora el sudor para enfriar el cuerpo. De esta manera, el dispositivo tiene un líquido refrigerante que actúa contra el nervio sensorial, que al enfriarse reduce su velocidad de transmisión de las señales hasta que cesan por completo. Su acción va dirigida a los nervios periféricos, que conectan el cerebro y la médula espinal con el resto del cuerpo.

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Rogers advierte que “el enfriamiento excesivo puede dañar el nervio y los tejidos frágiles que lo rodean. Por lo tanto, la duración y la temperatura del enfriamiento deben controlarse con precisión. Al monitorear la temperatura en el nervio, las tasas de flujo se pueden ajustar automáticamente para establecer un punto que bloquee el dolor de manera reversible y segura”.

Lo que se pretende con este dispositivo es enfriar, y por tanto inutilizar, los nervios que transmiten los estímulos dolorosos, si no fuese tan preciso como lo es existiría el problema de que también se bloquearían los nervios de la función motora, haciendo que, por ejemplo, no se pudiese mover una mano.

Actualizado: 5 de mayo de 2023

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