Las fresas ayudan a desinflamar el colon y mejoran la salud intestinal

Tomar algo menos de una taza de fresas al día podría reducir los síntomas de la enfermedad inflamatoria intestinal (EII), disminuyendo la inflamación del colon y aumentando las bacterias beneficiosas del intestino.
Persona sosteniendo varias fresas entre las manos

Photo by Soroush Karimi on Unsplash

22/08/2018

Las fresas podrían ser grandes aliadas en la lucha contra la enfermedad inflamatoria intestinal (EII), que incluye la colitis ulcerosa –la inflamación en la zona del recto y del colon– y la enfermedad de Crohn –que puede ocurrir en cualquier zona del tracto gastrointestinal–, entre otras. Así lo han dado a conocer investigadores de la Universidad de Massachusetts Amherts (EE.UU.), que han presentado un estudio en el 256º Encuentro Nacional y Exposición de la American Chemical Society (ACS), celebrado en Boston.

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La investigación pretendía conocer cuáles eran los efectos de comer a diario fresas en la inflamación del colon y en la salud intestinal en general. Para ello contaron con cuatro grupos de ratones, uno de ellos sano y alimentado con una dieta normal, y el resto con EII, y a los que se administró o bien dietas normales, o suplementadas con polvo de fresas al 2,5% y al 5%, lo que equivale a las cantidades razonables que podrían tomar los humanos.

Los resultados tras las pruebas indicaron que consumir al menos tres cuartas partes de una taza de fresas al día ayudaba a reducir en los ratones algunos de los síntomas de la EII, como la pérdida de peso y la diarrea sanguinolenta. Además, observaron que los marcadores proinflamatorios, como la interleucina 1 beta, eran menores en el colon tras ingerir esta fruta.

Las fresas ayudaron a que la composición de la microbiota intestinal de los ratones con EII incluyera más bacterias beneficiosas y menos nocivas

Más bacterias buenas, y menos malas, en el intestino

Otra de las características de la EII es el estado de la microbiota intestinal, que suele tener más bacterias nocivas y menos de las consideradas como buenas, y los autores del estudio comprobaron que las fresas podían revertir esta composición, reduciendo microorganismos como la Akkermansia y la Dorea, y aumentando las beneficiosas como las Bifidobacterium y los Lactobacillus.

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A pesar de los prometedores resultados del trabajo, los investigadores piden cautela, pues los ensayos se han hecho en ratones y todavía falta realizar las pruebas pertinentes en los seres humanos. Además, aconsejan consultar con el médico cualquier tipo de cambio en la dieta, pues en ocasiones, y dependiendo del historial clínico de cada persona, puede ser contraproducente introducir ciertos alimentos.

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Actualizado: 23 de agosto de 2018

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