Alimentación y fibromialgia: cómo debe ser la dieta

Actualizado: 4 de mayo de 2023
La fibromialgia es una enfermedad crónica que provoca síntomas como dolor musculo-esquelético o mialgia, fatiga, alteraciones en el sueño, trastornos grastrointestinales o depresión, entre otros, y para la que actualmente no existe un tratamiento efectivo, por lo que a menudo los pacientes buscan otras alternativas terapéuticas que, aunque no curen, al menos logren aliviar sus nocivas manifestaciones. Una de esas opciones es realizar cambios en la alimentación, ya que “una dieta equilibrada en la fibromialgia evitará complicaciones, e incluso podrá mejorar alguno de sus síntomas, así como la calidad de vida del enfermo”, señala Marta González Caballero, dietista diplomada por el CESNID, directora del centro Come para Nutrirte y autora de varios libros sobre nutrición.
La fibromialgia causa desequilibrios nutricionales
Las consecuencias de la fibromialgia van mucho más allá de su sintomatología, ya que a menudo altera la calidad de vida y las rutinas diarias del enfermo, entre las que se encuentra la alimentación. Para Marta González “el cansancio y el malestar general, el dolor y la ansiedad que sufre de forma crónica el enfermo de fibromialgia afectan a sus hábitos alimentarios, que se suelen ver alterados”. Fruto de esa alteración “pueden aparecer graves desequilibrios y obesidad por falta de ejercicio físico y el mal reparto de las calorías”.
De hecho, los expertos han percibido que los pacientes con fibromialgia tienen una mayor incidencia de sobrepeso y obesidad. Según un estudio de la Universidad de Wisconsin (EE.UU.), publicado en la revista Metabolism, las mujeres con fibromialgia tenían 5,5 más riesgo de desarrollar síndrome metabólico y de padecer sobrepeso u obesidad. Y eso no es bueno, ni para la fibromialgia, ni para otras patologías. “La fibromialgia siempre empeora cualquier enfermedad pues está asociada a alteraciones metabólicas y locomotoras, problemas respiratorios, alteraciones en la piel, del ánimo, trastornos digestivos…”, comenta la dietista. Tanto es así, que se ha comprobado que cuando el enfermo adelgaza se produce una mejoría en los síntomas, sobre todo cuando la pérdida es de grasa corporal, y no de masa muscular.
Una dieta ajustada en calorías y rica en nutrientes
La clave de una alimentación sana para el alivio de algunos síntomas de la fibromialgia está en comer lo necesario para obtener las calorías precisas: ni de más, ni de menos. “Tiene que ser una dieta ajustada en calorías, pero rica en nutrientes, para tener la energía necesaria para afrontar el día a día y evitar la aparición de complicaciones por carencias o por excesos, que agravarán la sintomatología”, comenta la nutricionista.
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Los beneficios de evitar carencias
Una alimentación adecuada previene la aparición de enfermedades o trastornos que tienen su origen en déficits nutricionales y que agravan los síntomas de la fibromialgia. Por ejemplo, si nuestra alimentación es pobre en hierro aparecerá la anemia, que causa cansancio. Si es deficitaria en calcio también puede desencadenar una osteoporosis o descalcificación de los huesos, que conlleva dolor de espalda.
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Los beneficios de prevenir excesos
Una dieta sana, por contra, evitará la aparición de patologías que se agravan por el consumo excesivo de alimentos ricos en grasas o azúcares. Los niveles altos de colesterol o glucosa en sangre acarrean obesidad, diabetes, enfermedades cardiacas, o accidentes cerebrovasculares, que mermarán aún más la calidad de vida del enfermo con fibromialgia. Además, la obesidad empeora la sintomatología, ya que está asociada a alteraciones metabólicas, como la hiperuricemia, o niveles altos de ácido úrico (más conocida como gota) y locomotoras, que empeoran el dolor.
Conseguir ese delicado equilibrio no es sencillo. “Lo mejor es acudir a un dietista-nutricionista para un buen asesoramiento adaptado a las necesidades del paciente y tener un plan pautado, totalmente personalizado”.
Cómo mejorar los síntomas de la fibromialgia con la alimentación
La sintomatología con la que se manifiesta la fibromialgia puede mejorar cuidando la alimentación, y la experta en nutrición González Caballero nos explica cómo influye la dieta en los diferentes síntomas de la enfermedad:
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Para disminuir el dolor de las articulaciones
Es el síntoma más característico de la fibromialgia. Una dieta rica en verduras y, por lo tanto, “en potasio, zinc, silicio y selenio y pobre en grasas y proteínas de origen animal ayuda a mantener los músculos y tendones en buen estado y a disminuir la sensación de dolor.
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Para aliviar el cansancio
Junto con el dolor, el cansancio o fatiga es el otro síntoma que más refieren los enfermos de fibromialgia. Para mitigarlo, la dietista aconseja realizar un aporte adecuado de energía adaptado a las necesidades de la persona, en función de la edad, sexo, complexión y actividad física. “El reparto de nutrientes energético debe ser de un 50-60% de glúcidos, un 30-35% de grasas y un 12-15% de proteínas. Para que haya un buen reparto de las calorías durante el día es necesario fragmentar las comidas en cuatro o cinco ingestas”, agrega.
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Para controlar los calambres musculares
A menudo el dolor generalizado en todo el cuerpo se acompaña de otros síntomas como los espasmos musculares. “Los enfermos de fibromialgia deben contar con un aporte suficiente de calcio a través de la alimentación, o de suplementos, ya que una baja concentración contribuye a la aparición de espasmos musculares”, apunta la nutricionista.
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Para reducir la inflamación
Existe una estrecha relación entre el estrés oxidativo y la inflamación, causante del dolor. Los alimentos ricos en ácidos grasos omega 3 poseen un elevado poder antiinflamatorio.
Creado: 12 de agosto de 2020