La siembra vaginal mejora el desarrollo de los bebés nacidos por cesárea

Un estudio muestra que los bebés nacidos por cesárea que recibieron una transferencia de microbiota vaginal de sus madres obtuvieron puntuaciones significativamente más altas en su desarrollo neurológico a los 3 y a los 6 meses de edad.
El microbioma del intestino del niño

16/06/2023

La composición de la microbiota intestinal de los bebés que nacen por cesárea suele ser muy diferente a la de los nacidos por vía vaginal, ya que mientras que estos reciben sus primera bacterias intestinales del canal del parto materno, las bacterias dominantes en la microbiota de los bebés que han venido al mundo mediante cesárea son las que se encuentran en la piel de la madre, en la leche materna y en el medio ambiente.

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Un nuevo estudio ha encontrado ahora que transferir bacterias vaginales de la madre a los recién nacidos por cesárea aceleran la maduración de su microbiota intestinal, lo que puede ser beneficioso para el desarrollo neurológico de estos bebés. Aunque las diferencias en la composición microbiana de la flora intestinal de los niños que nacen por vía vaginal y por cesárea tienden a desaparecer a medida que crecen, los investigadores sugieren que la microbiota intestinal temprana está asociada con el desarrollo del sistema inmunitario del bebé y podría influir en su riesgo de desarrollar enfermedades a lo largo de su vida, incluida la diabetes.

Debido a esto se han llevado a cabo prácticas como la siembra vaginal o microbirthing, en las que las madres frotan a los recién nacidos por cesárea con sus fluidos vaginales, sin embargo, no hay suficientes datos que avalen que la siembra vaginal sea segura y efectiva, según indica Yan He, de la Universidad Médica del Sur en Guangzhou (China) y uno de los autores del trabajo, que se ha publicado en la revista Cell Host & Microbe.

“Descubrir qué es exactamente beneficioso en la microbiota vaginal materna podría permitirnos diseñar terapias para todos los bebés nacidos a través de cesárea en el futuro”

“Cuando hablamos de efectividad, no solo nos referimos a si esta intervención podría afectar la microbiota de los bebés, sino que también estamos interesados ​​en ver si esta intervención podría realmente mejorar los fenotipos de los bebés, como su neurodesarrollo”, ha declarado el investigador.

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Puntuaciones más altas en el desarrollo neurológico de los bebés

Los investigadores frotaron los labios, la piel y las manos de 32 recién nacidos por cesárea con una gasa empapada en los fluidos vaginales de sus madres y los de otros 36 recién nacidos –que actuaron como grupo de control– con una gasa empapada en solución salina. Antes de la intervención se examinó a las madres para asegurarse de que no tuvieran infecciones como enfermedades de transmisión sexual y estreptococos del grupo B, que pudieran perjudicar a sus hijos.

Descubrieron así que los recién nacidos que recibieron la microbiota tenían más bacterias intestinales en el fluido vaginal materno seis semanas después del nacimiento, lo que sugiere que las bacterias vaginales maternas alcanzaron y colonizaron con éxito los intestinos de los bebés. En comparación con los recién nacidos por cesárea a los que se frotó con una gasa con solución salina, los bebés que recibieron una transferencia microbiana tenían bacterias más maduras en el intestino a las seis semanas de edad, de manera similar a los nacidos por vía vaginal.

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Los investigadores también evaluaron el neurodesarrollo de los bebés a los 3 y 6 meses de edad con un cuestionario en el que preguntaban a las madres, por ejemplo, si sus hijos podían emitir sonidos simples o realizar movimientos como gatear sobre sus manos y rodillas. De esta forma pudieron comprobar que los bebés que recibieron la siembra vaginal obtuvieron puntuaciones significativamente más altas en desarrollo neurológico tanto a los 3 meses, como a los 6 meses, y que sus puntuaciones fueron comparables a las de los bebés nacidos por vía vaginal.

“No sabemos exactamente cómo las bacterias intestinales tempranas afectan su neurodesarrollo, pero hay alguna evidencia indirecta que muestra que algunos metabolitos microbianos están relacionados con algunas condiciones de salud”, ha explicado Yan He. Por ejemplo, el equipo encontró que los bebés que recibieron siembra de microbiota vaginal tenían más ácido indoleláctico –un tipo de metabolito de varias especies de bacterias Clostridium– en sus heces. Investigaciones anteriores han descubierto que los niveles de ácido indoleláctico son bajos en personas con párkinson y alzhéimer.

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“Esperamos que este estudio pueda proporcionar algunas pistas para futuras investigaciones en este campo. Queremos saber si la siembra de microbiota vaginal tiene el potencial de reducir el riesgo de trastornos del neurodesarrollo en niños, como TDAH, TEA y discapacidades intelectuales”, señala, y añade que tienen intención de realizar ensayos clínicos a largo plazo incluyendo a un mayor número de participantes.

“Es algo así como el trasplante de microbiota fecal. Necesitamos más datos para comprender esta intervención y hacerla más precisa. Eventualmente, podemos descubrir qué es exactamente beneficioso en la microbiota vaginal materna, lo que podría permitirnos diseñar terapias para todos los bebés nacidos a través de cesárea en el futuro”, concluye.

Actualizado: 16 de junio de 2023

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