Predicen la evolución cognitiva de los pacientes de párkinson por la retina

Científicos vascos descubren que el grosor de la retina podría ser un indicador precoz del deterioro cognitivo en pacientes con párkinson, por lo que una prueba que se usa en oftalmología permitiría predecir la neurodegeneración.
Un oftalmólogo examina la retina a un anciano.

25/04/2024

Un método que por lo general se emplea para realizar pruebas oftalmológicas se podría usar también para monitorizar la neurodegeneración que se produce en los pacientes de párkinson, según ha revelado un estudio realizado por investigadores de la UPV/EHU y Biobizkaia, que han observado que es probable que la neurodegeneración de la retina preceda al deterioro cognitivo.

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Cuando se diagnostica párkinson u otra patología neurodegenerativa, los pacientes suelen preguntar qué les sucederá y cómo se manifestará su enfermedad, pero los neurólogos tienen dificultades para responder a sus dudas porque “la evolución de los pacientes suele ser muy variada: algunos no experimentan cambios con el paso de los años, mientras que otros terminan con demencia o en una silla de ruedas”, explica Ane Murueta-Goyena, investigadora del departamento de Neurociencias de la UPV/EHU.

Identificar a los pacientes de párkinson con riesgo de deterioro cognitivo es un desafío crucial para ofrecer tratamientos más efectivos y avanzar en los estudios clínicos. Ane Murueta-Goyena, en colaboración con investigadores de Biobizkaia, ha explorado si el sistema visual podría predecir el deterioro cognitivo futuro del paciente, utilizando el grosor de la retina como indicador.

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Monitorizar la neurodegeneración asociada al párkinson

La retina es una membrana localizada en la parte posterior del ojo y vinculada al sistema nervioso que está compuesta por múltiples capas. Los investigadores midieron el grosor de la capa interna de la retina en un grupo de pacientes de párkinson mediante tomografía de coherencia óptica, un instrumento de medición preciso y repetible que se suele utilizar en exámenes oftalmológicos.

Este estudio se llevó a cabo durante el periodo 2015-2021 y en él se comparó la evolución de esta capa en personas con y sin la enfermedad de Parkinson. Además, el análisis de imágenes de la retina de pacientes en un hospital del Reino Unido corroboró estos resultados, que se han publicado en NPJ Parkinson’s Disease.

Un adelgazamiento más lento de la capa retiniana se asocia con un deterioro cognitivo más acelerado, indicando una mayor gravedad de la enfermedad de Parkinson

Los hallazgos revelaron que la capa retiniana es significativamente más delgada en pacientes con párkinson. Además, se ha observado que la neurodegeneración más significativa ocurre en las fases iniciales de la enfermedad en la retina y, una vez que la capa se vuelve extremadamente fina, se estabiliza el proceso neurodegenerativo. El adelgazamiento de la retina y el deterioro cognitivo no ocurren al mismo tiempo.

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Los cambios iniciales en la retina son más notorios y, conforme pasa el tiempo, el deterioro cognitivo y motor de los pacientes se hace más evidente –añade Murueta-Goya. En otras palabras, un adelgazamiento más lento de la capa retiniana se asocia con un deterioro cognitivo más acelerado, indicando una mayor gravedad de la enfermedad.

La investigadora enfatizó la relevancia de estos descubrimientos: “Hemos obtenido información sobre la progresión de la enfermedad y, además, la herramienta que proponemos no es invasiva y está disponible en todos los hospitales”. Los resultados deben ser validados internacionalmente y “mejorando ligeramente la resolución de la tecnología, estaremos más cerca de validar el método para monitorizar la neurodegeneración que tiene lugar en la enfermedad de Parkinson”. Murueta-Goyena también mencionó que la investigación continúa con otra cohorte de pacientes y destacó que la financiación es clave para el progreso de estos estudios.

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Fuente: UPV/EHU y Biobizkaia

Actualizado: 25 de abril de 2024

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