Hijos introvertidos
Los niños introvertidos prefieren la compañía de pocas personas, pero tienen habilidades sociales. Te explicamos cómo diferenciar la introversión de la timidez, y ayudar a tu hijo a mejorar sus relaciones con los demás.

Diferencias entre el niño tímido y el introvertido y cuándo preocuparse

Celia Rodríguez Ruiz

Por: Celia Rodríguez Ruiz

Psicóloga clínica sanitaria, especialista en pedagogía y psicología infantojuvenil

Actualizado: 22 de septiembre de 2022

La introversión suele confundirse con timidez, y a menudo se usan erróneamente los dos términos como sinónimos. La confusión es lógica, ya que a simple vista los niños tímidos tienen conductas similares a las de los niños introvertidos: tienen pocos amigos, no suelen relacionarse con los demás, y a menudo están solos.

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Pero conviene que conozcas las diferencias entre un niño tímido y un niño introvertido porque aunque aparentemente su forma de actuar puede parecer similar, la base de la conducta es completamente distinta, y la comprensión de las características de cada uno es esencial para ofrecer la atención adecuada a sus necesidades, que no son las mismas:

Los niños tímidos tienen importantes dificultades para relacionarse con los demás. Normalmente tienen un temor irracional a ser juzgados negativamente por otras personas y a hacer el ridículo en situaciones sociales. Pueden sentir gran incomodidad en determinadas situaciones sociales, y hacen grandes esfuerzos por pasar desapercibidos. Sus habilidades sociales suelen ser escasas.

Los niños introvertidos, en cambio, no tienen dificultades para relacionarse, ni sienten temor a ser juzgados o a hacer el ridículo, simplemente prefieren la soledad o la compañía de pocas personas. No están incomodos en situaciones sociales, y aunque normalmente disfrutan menos de ellas que las personas extrovertidas, no desarrollan ni temor ni ansiedad frente a las mismas, sino que prefieren actividades tranquilas y la compañía de unos pocos amigos.

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En conclusión, un niño tímido tiene pocos amigos porque experimenta miedo y ansiedad en determinadas situaciones sociales, y un niño introvertido tiene pocos amigos porque así lo elige y lo prefiere. El niño tímido puede llegar a desarrollar problemas más graves que dificulten sus interacciones sociales y su bienestar, por lo que es importante fomentar el desarrollo tanto de sus habilidades sociales, como de su propia confianza y seguridad para desenvolverse sin temor en situaciones que requieran interactuar con los demás.

Hijos introvertidos
La introversión se suele confundir con la timidez, pero no hay que preocuparse en exceso, salvo en algunos casos, como cuando no tienen amigos. 

¿Cuándo debemos preocuparnos por el niño introvertido?

Como hemos dicho, ser introvertido no es un defecto, pero debes prestar atención, siempre desde la aceptación y el respeto, para no confundir este rasgo de la personalidad con la timidez, la fobia social, u otros problemas de socialización, por los que tu hijo sí podría necesitar ayuda. Estos son algunos signos que deberían preocuparte:

  • El niño no tiene ningún amigo. La carencia de amistades es el primer signo de alarma que nos indica que algo no va bien. El niño introvertido tiene amigos aunque sean pocos, y si no tiene ninguno puede tratarse de otro problema.
  • Responde con ansiedad o temor ante determinadas situaciones sociales. El niño introvertido evita situaciones sociales con mucha gente y no disfruta de ellas, pero no experimenta ni temor, ni ansiedad.
  • Tiene dificultades para hablar con otras personas.
  • Se comunica de un modo poco adecuado: muy agresivo, muy pasivo, demasiado esquivo, etcétera.
  • Es un niño infeliz y sufre, parece preocupado. Los niños introvertidos no son infelices.

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Creado: 5 de diciembre de 2017

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