Retro running, ¿es seguro correr hacia atrás?

Correr hacia atrás tiene cada vez más adeptos, ya que entre las ventajas que exponen los seguidores del retrorunning están una mejora en la memoria, más calorías quemadas y un menor riesgo de lesiones.
Retro running, ¿es seguro correr hacia atrás?
En el retro running se producen gran cantidad de caídas, que pueden ser muy peligrosas porque no se cuenta con las manos para amortiguar el golpe.
Natalia Castejón

Por: Natalia Castejón

Periodista especializada en vida saludable

Actualizado: 21 de septiembre de 2022

Si pensábamos que el mundo del running no podía sorprendernos más, nos equivocábamos, el retro running está de moda y parece que ha llegado para quedarse. La gran diferencia de este tipo de ejercicio con la carrera convencional es que en vez de avanzar de frente, se hace de espaldas. El retro running tiene su origen a principios del siglo XX, cuando unos boxeadores comenzaron a entrenar en sentido inverso para hacerlo más eficaz. Sin embargo, no se popularizó hasta que en 1980 los organizadores de una maratón de Nueva York establecieron que los participantes debían correr hacia atrás. Desde entonces son cada vez más los que se animan a practicar este tipo de running que, aunque aún no ha conseguido ser deporte olímpico, está muy implantado en países como Italia y Alemania.

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Existen competiciones de retro running a nivel internacional en las que destaca, por ser cuatro veces campeona del mundo, la española Sandra Corcuera. Para entrenar este tipo de ejercicio físico es recomendable hacerlo en pistas o circuitos cerrados, y previamente observados, para evitar algún obstáculo en el camino y para memorizar el recorrido, pues al ir de espaldas la visión es reducida. Las distancias que se suelen correr son menores que en las carreras convencionales, rondan entre uno y diez kilómetros, pues requiere una técnica, un esfuerzo y una concentración mayores.

El retro running, bien practicado, puede ayudar a corregir la posición de las vértebras, fortalecer los músculos de las rodillas y mejorar la memoria y el equilibrio

Pero hay que tener especial cuidado con esta práctica, pues al correr de espaldas una caída puede ser mucho más peligrosa, por lo que se aconseja analizar antes el terreno para apartar posibles objetos que puedan entorpecer el camino. También es recomendable comenzar en este mundo corriendo en una cinta estática y manteniendo el equilibrio gracias a las barras laterales. Una vez se tiene la suficiente estabilidad, se puede realizar este tipo de ejercicio en una pista de atletismo o al aire libre, siempre y cuando la zona no esté llena de personas y sea conocida previamente por el corredor.

Retro running

Beneficios del retro running

Correr hacia atrás tiene algunas ventajas extra a la práctica del running convencional. Gran parte de los cambios que se producen entre uno y otro se encuentran en que, al hacerlo a la inversa, se trata de un ejercicio antinatural para el cuerpo, que aporta los siguientes beneficios:

  • Mayor nivel de trabajo físico, pues al ser un movimiento que no solemos hacer entran en funcionamiento más músculos de los que se activan cuando se corre hacia delante, especialmente la parte muscular de la pierna como los cuádriceps, gemelos o isquiotibiales. Según los expertos, el esfuerzo de una vuelta haciendo retro running equivale a seis de una carrera convencional.
  • Gracias al retro running se consiguen quemar más calorías que con una carrera normal, pues el ritmo del ejercicio y el esfuerzo son mayores. Correr de manera convencional durante media hora quema una media de 400 calorías, mientras que la carrera en sentido inverso supone un 30% más de gasto energético.
  • Con la carrera de espaldas se consiguen reducir las lesiones, especialmente de rodilla. Esto ocurre porque en la carrera convencional lo primero que entra en contacto con el suelo es el talón y las rodillas amortiguan el golpe, mientras que en la marcha a contracorriente el talón es lo último que se apoya, por lo que se reduce el impacto del peso del cuerpo sobre las rodillas y se minimiza el riesgo de lesiones como el síndrome del dolor patelofemoral lateral. El retro running es un buen ejercicio para rehabilitar las rodillas, pues se fortalecen los músculos que rodean esta articulación.
  • Los abdominales también se fortalecen con esta práctica, ya que al correr así es necesario estar erguido, con la espalda recta y los hombros atrás, por lo que, al contrario que en la carrera convencional, la parte baja de la espalda no tiene que soportar la mayor parte de la carga, sino que está más relajada porque los abdominales hacen gran parte de su trabajo.
  • También se consigue una mejor postura, gracias a la inclinación que se debe mantener cuando se corre. Algunos de los estudios que se han hecho sobre el tema destacan que el retro running ayuda a la realineación de las vértebras y disminuye la presión sobre los nervios de la zona.
  • No hay que olvidar que también tiene beneficios sobre el cerebro, pues mejora la percepción del espacio y la visión periférica, y desarrolla la concentración y la memoria porque se debe conocer bien el circuito. Ayuda a ejercitar otros sentidos, especialmente el oído, ya que la visión no es el punto fuerte de este tipo de ejercicio, y el equilibro se ve reforzado al ser fundamental para poder correr hacia atrás y evitar caídas.

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Inconvenientes del retro running

Aunque es verdad que el retro running va ganando cada vez más seguidores, también lo hace con los detractores, que no ven segura este tipo de carrera. Entre los inconvenientes que señalan se encuentran la gran cantidad de caídas que se producen, sobre todo al empezar en esta modalidad, y que pueden ser muy peligrosas, ya que no se cuenta con las manos para amortiguar el golpe. También que al ser un ejercicio no natural del cuerpo, sumado a una mala ejecución, puede afectar de manera negativa a la columna vertebral. Algunos expertos indican que, de manera involuntaria, se tiende a girar la cabeza y el cuello para ver cómo se va avanzando y evitar los obstáculos, lo que aumenta considerablemente el riesgo de sufrir contracturas musculares y lesiones cervicales.

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Creado: 12 de julio de 2016

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