Fundamentalmente hay tres aspectos a los que prestar atención para poder prevenir una macrosomía fetal:

  • Dieta: las madres obesas tienen mayor riesgo de concebir un feto macrosómico, ya sea por la mayor predisposición a desarrollar una diabetes gestacional, o por otros mecanismos hormonales aún no conocidos. Por eso la madre debe procurar mantener su peso dentro de los límites aconsejados para su constitución, antes y durante el embarazo.

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  • Control de la glucemia: las mujeres que padezcan diabetes antes del embarazo y durante el mismo deben controlar exhaustivamente el nivel de azúcar en sangre para evitar un aporte excesivo al feto que produzca hiperinsulinemia. Además, una diabetes mal controlada antes del embarazo se asocia a malformaciones en la etapa embrionaria del feto.
  • Inducción del parto: cuando el embarazo llega a la semana 40 se debe aumentar el control sobre el feto y la madre. Si el feto comienza a alcanzar dimensiones cercanas a la macrosomía se debe valorar la interrupción del embarazo y provocar el parto si es necesario.

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Creado: 20 de abril de 2012

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