Sexo anal, deja atrás los mitos
¿Te atreves a descubrir las peculiaridades del sexo anal? Conoce los mitos que se han vertido en torno a él y aprende a disfrutar de una experiencia nueva de manera segura con la ayuda de nuestro decálogo.

Decálogo para practicar sexo anal sin riesgos

Por: María Jiménez Albundio

Psicóloga y sexóloga clínica especialista en infertilidad

Actualizado: 22 de septiembre de 2022

Si hemos despertado tu curiosidad y te apetece probar esta nueva experiencia, aquí tienes diez consejos que te harán disfrutar del sexo anal sin problemas y esquivando sus posibles riesgos asociados:

  • Consentimiento y seguridad

    Consentimiento y seguridad

    El sexo anal es capaz de aportarnos un gran placer, no se trata ni muchísimo menos de una pieza obligatoria en nuestro repertorio sexual, ya que tanto en ésta como en otras prácticas debemos estar seguros de querer realizarla. El consentimiento mutuo y el respeto absoluto a una negativa basada en cualquier argumento serán clave, pues como hemos visto sigue siendo una materia que indiscutiblemente suscita evidentes controversias. Aquí no están permitidas las presiones y la razón principal que nos lleve a ello no debe ser el complacer a nuestra pareja si no estamos totalmente convencidos de ello. Solamente nuestras ganas de experimentar y nuestra propia convicción nos pueden llevar a practicarla con éxito.

  • Higiene antes y después

    Higiene antes y después

    Plenamente convencidos de ello, el segundo punto de nuestro decálogo a la hora de practicar sexo anal hace referencia a una correcta profilaxis. No olvides lavarte y asearte tanto las manos, como los genitales y el ano de manera adecuada con anterioridad y tras llevar a cabo la experiencia anal. Por cierto… ¡no olvides cortar tus uñas!

  • Usa siempre preservativo

    Usa siempre preservativo

    ¡Ojo, advertencia! Muy importante el uso del preservativo cuando hablamos de penetración anal. Aunque entre las razones no encontremos el control de la natalidad, la transmisión de infecciones se convierte en un argumento de peso en este caso. Debemos considerar que, aparte de constituir una vía de contagio de ITS, en el recto habitan un nutrido número de gérmenes y bacterias que trasladadas a otras áreas de nuestro organismo pueden contaminarlas de manera severa.

  • Lubricación imprescindible

    Lubricación imprescindible

    Es fundamental que tengamos en cuenta que el ano no está dotado de una lubricación natural que propicie esta práctica, por lo que será necesario buscar la inestimable ayuda que nos puede proporcionar un buen lubricante. De esta manera nos será más fácil acariciar e introducir los dedos o el pene en esta zona sin dañarla, evitando así cualquier heridita o desgarro.

  • Prolegómenos, no te los saltes

    Prolegómenos, no te los saltes

    Haciendo de nuevo alusión a nuestro repertorio, ésta sí es la pieza indiscutible que siempre debe sonar al comienzo de nuestros grandes conciertos, pues sin ella muy probablemente no conseguiremos el aplauso del público. Unos acertados juegos preliminares pueden propiciar el escenario de una gran actuación, máxime en esta ocasión en la que está implicada una zona bastante comprometida de nuestro cuerpo. Activad el placer a la vez que descubrís como responde esta zona a vuestros estímulos con la ayuda de vuestros dedos, vuestra lengua o algún juguete sexual y familiarizaos poco a poco con esta nueva sensación.

  • Ante todo, relajación

    Ante todo, relajación

    En esta cuestión es imprescindible una pequeña clase de anatomía para aclarar que el recto es la parte final del intestino grueso. Se compone de un esfínter interno y otro externo, ambos encargados de almacenar las heces. El esfínter interno está conformado por músculo liso, por lo que funciona automáticamente, mientras que el esfínter externo está conformado por músculos pelvianos que podemos controlar a voluntad. No obstante, al contrario que la vagina, se trata de un músculo contractor que tiende a ofrecer resistencia, por lo que deberemos ser pacientes y proceder a distender esta zona lenta y gradualmente usando nuestros dedos antes de proceder a la penetración.

    Lograr un estado de relajación, tranquilidad y seguridad ayudará sin ningún tipo de duda a destensar la zona y sobretodo… ¡Respira, esto no es un examen!

  • Con cuidado y sin prisas

    Con cuidado y sin prisas

    Si algo debemos tener claro a la hora de hablar del sexo anal es que éste debe practicarse de manera suave y cuidadosa. En esta ocasión toca echar el freno y no dejarse llevar por la lujuria y el desenfreno. Explorad vuestros límites y tomad conciencia de hasta dónde podéis llegar.

    Aunque esta práctica te pueda resultar singular tómatelo con filosofía. Igual que Roma no se construyó en un día, no hace falta convertirse en un cum laude del sexo anal en una tarde. Explora, prueba, ríe, déjalo para otro día, vuélvelo a intentar… ¡Paso a paso!

  • Posiciones adecuadas

    Posiciones adecuadas

    Normalmente cuando oímos hablar de penetración anal nos suele venir a la cabeza la típica postura del perrito, pero no es en absoluto la única que podemos emplear para tal empresa. Cualquier postura que propicie la inserción del pene en el ano puede ser satisfactoria, buscad aquélla que os resulte más cómoda y placentera. Para comenzar pueden ser de gran ayuda las posiciones controladas por el miembro de la pareja que recibe el pene.

  • Cambio de preservativo

    Cambio de preservativo

    He aquí otra de nuestras advertencias estrella. Tras la inserción anal el preservativo debe ser siempre desechado y cambiado en el caso de realizar cualquier otra penetración posterior con la finalidad de evitar peligrosas infecciones.

  • ¡Disfruta!

    ¡Disfruta!

    Me pregunto la recomendación que falta por aquí… ¡Ah, sí! ¡Disfruta! Con tanto consejo y advertencia casi nos olvidamos del brillante cometido de esta práctica, que no es más que gozar de un sexo saludable y seguro.

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Creado: 25 de noviembre de 2016

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