Vaginismo, cómo retomar el control en tus relaciones

Actualizado: 24 de octubre de 2025
Cuando el cuerpo responde con tensión donde debería haber confianza y placer, el dolor puede convertirse en un muro invisible. El vaginismo es una disfunción sexual femenina caracterizada por un espasmo o contracción involuntaria de los músculos del tercio externo de la vagina, lo que dificulta o impide la penetración. Más allá de lo físico, y de cómo interfiere en las relaciones sexuales1, suele implicar factores emocionales y psicológicos que requieren comprensión y acompañamiento especializado.
Sigue leyendo y descubre en qué consiste este trastorno, cuáles son sus causas más comunes y qué tratamientos ayudan a superarlo y recuperar una sexualidad libre de miedo y dolor.
Qué es el vaginismo
El vaginismo es una disfunción sexual consistente en la contracción de la musculatura vaginal que dificulta o imposibilita el coito, e incluso los exámenes médicos2 o colocarse un tampón, y que ocurre de manera totalmente involuntaria.
Este trastorno presenta diversos grados de severidad, pues mientras algunas mujeres comunican síntomas asociados con el dolor o el ardor vaginal durante el acto sexual (dispareunia), otras hacen referencia a una penetración altamente complicada o directamente irrealizable.
Su origen puede variar desde mujeres que no han logrado llevar a cabo jamás relaciones sexuales con penetración sin algún tipo de problema (vaginismo primario), hasta aquéllas que han disfrutado de coitos placenteros hasta la aparición de esta complicación, normalmente motivada por alguna causa orgánica3 (vaginismo secundario), como una infección, el parto, una cirugía, un evento traumático, la menstruación o incluso problemas en la relación, y qué puede ocurrir a cualquier edad.
Cómo afecta el vaginismo a tu salud y a tus relaciones
Este asunto puede no limitarse al ámbito sexual, pues puede dificultar los reconocimientos ginecológicos o incluso impedir la utilización de tampones durante la menstruación.
Resulta importante resaltar que este trastorno no está relacionado con ningún problema a nivel de excitación sexual, pues como sabemos las relaciones sexuales no se limitan a la penetración y estas mujeres pueden disfrutar de diversas prácticas y actividades sexuales, tanto individuales como en pareja, sumamente satisfactorias, no existiendo impedimento para poder alcanzar el clímax.

Cuando hablamos de vaginismo debemos tener presente tanto a la mujer como a su pareja, y observar de qué manera puede afectar a ambos, pues esta situación puede acarrear consecuencias en la relación. Los intentos de coito fallidos y el llegar a considerar incompletos sus encuentros sexuales pueden dar lugar a sentimientos de frustración, distanciando así a ambos, posponiendo su abordaje y agravando de esta manera el problema. La búsqueda de ayuda siempre será la mejor decisión, conseguirá disminuir esa tensión y acercará a la pareja en la búsqueda de un objetivo común… ¡no hay razón para aplazarla!
Por último, destacar que una elevada constricción muscular, con la consecuente imposibilidad de introducción del pene, resulta un impedimento a la hora de lograr un embarazo, razón por la cual muchas parejas se deciden a asistir a terapia. Veremos que el tratamiento es sencillo, además de eficaz, lo que es una buena motivación para llevarlo a cabo.

Causas del vaginismo
Las causas psicológicas suelen esconderse detrás de la mayoría de problemas de vaginismo. Por lo general, la mujer ha asociado la penetración con un peligro, es decir, ha generado un aprendizaje fóbico capaz de generar la respuesta de contracción vaginal involuntaria.
Causas psicológicas del vaginismo
A continuación, presentamos algunas de las situaciones que pueden desencadenarlo:

Causas orgánicas del vaginismo
Las causas orgánicas son poco frecuentes en este tipo de trastorno, no obstante no están del todo exentas. En ocasiones constituyen el foco de la disfunción y en otras facilitan su aparición y, aun resueltas, el problema de vaginismo persiste debido al temor de no estar totalmente curada o a dañarse de nuevo.
Tratamiento del vaginismo
El tratamiento del vaginismo tiene una altísima tasa de éxito. El método que sigue, sencillo y eficaz, constituye un placentero autoconocimiento y una sensación de control sobre uno mismo capaz de aportar la confianza suficiente para disfrutar sin problemas de los encuentros sexuales.
Estos serán a grandes rasgos los pasos a recorrer en una adecuada terapia sexológica para tratar el vaginismo:
- El primer paso del tratamiento del vaginismo consistirá en explicar aquello que le está ocurriendo y eliminar las ideas distorsionadas respecto a la sexualidad, cambiándolas por planteamientos certeros ajustados con la realidad. A través de una terapia educativa se ilustrará a la afectada acerca de la anatomía sexual y los entresijos de una respuesta sexual normal, con el objetivo de aislar temores sin fundamento que interfieren y dificultan los encuentros sexuales. En un clima de confianza se intentará dar respuesta a cualquier interrogante que se plantee y que constituya un muro entre la persona y su satisfacción sexual.
- En segundo lugar, se plantearán una serie de ejercicios graduales cuya misión radicará en un mejor conocimiento del propio cuerpo y de las sensaciones que lo acompañan, siendo capaz la paciente en última instancia de identificar las manifestaciones que éste envía y controlarlo a placer.

El tratamiento del vaginismo busca ayudar a la mujer a recuperar el control voluntario de los músculos del suelo pélvico. Por ello, conocer y familiarizarse con los genitales será una tarea vital en este cometido, así como localizar aquéllos músculos vaginales que se contraen involuntariamente, obstaculizando de forma incómoda la abertura vaginal.
Los ejercicios de Kegel ayudarán a reconocer las señales que acontecen cuando la vagina se contrae, y a dominar dicha musculatura logrando distenderla cuando sea necesario. Su práctica y la aplicación de todo lo aprendido prepararán a la mujer para realizar inserciones vaginales paulatinas, eliminando las contracciones reflejas que se venían dando, siendo de utilidad para tal empresa los dilatadores progresivos vaginales6 y la aplicación de un buen lubricante.
Finalmente, se incluirá a la pareja en el proceso y ambos realizarán sucesivos ejercicios guiados logrando la, hasta el momento, difícil penetración.
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- 1Lahaie MA, Boyer SC, Amsel R, Khalifé S, y Binik YM. «Vaginismus: a Review of the Literature on the Classification Diagnosis, Etiology and Treatment». Women’s Health (London, England), vol. 6, n.º 5, SAGE Publications, 2010, pp. 705–719+, doi:10.2217/whe.10.46.
- 2Vaginismo: MedlinePlus Enciclopedia médica. https://medlineplus.gov/spanish/ency/article/001487.htm.
- 3Lori Smith, , , y WHNP -BC. Qué Debes Saber Sobre El Vaginismo. Medical News Today, 2021, https://www.medicalnewstoday.com/articles/es/vaginismo.
- 4«Experiencing vaginismus–sufferers Beliefs about Causes and Effects». Sexual and Marital Therapy, vol. 9, n.º 1, Informa UK Limited, pp. 33–45+.
- 5«Vaginal Spasm, Pain, and Behavior: An Empirical Investigation of the Diagnosis of Vaginismus». Archives of Sexual Behavior, vol. 33, n.º 1, Springer Science and Business Media LLC, pp. 5–17+.
- 6Biswas A, y Ratnam SS. «Vaginismus and Outcome of Treatment». Annals of the Academy of Medicine, Singapore, vol. 24, GitHub repository, 1995, https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/8579326/.
Creado: 20 de noviembre de 2013












