Fantasías sexuales
El tirón de las sombras de Grey ha abierto la puerta a que hablemos con menos pudor de nuestras fantasías sexuales. Descubre sus ventajas, las diferencias entre las de ellos y ellas, y cómo manejarlas adecuadamente.

¿Es bueno tener fantasías sexuales?

Por: María Jiménez Albundio

Psicóloga y sexóloga clínica especialista en infertilidad

Actualizado: 5 de septiembre de 2022

Pensar, inventar, imaginar, idear, tramar… en definitiva: fantasear. Así es como formamos esas recreaciones de contenido sexual que tan placenteras pueden resultarnos y que, a su vez, conforman el escenario perfecto para potenciar al máximo nuestra sexualidad, formando parte esencial de la misma.

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Sí, porque sumergirnos en sugerentes fantasías sexuales es algo perfectamente normal  e incluso recomendable, pues nos acompañan ya desde temprana edad por el recorrido de las distintas fases de nuestra vida, progresando continuamente y adaptándose a las circunstancias que nos rodean.

Nuestras propias vivencias van tejiendo y perfilando ese amplio repertorio de emociones y sensaciones que guían las preferencias por las invenciones eróticas de determinada índole, dando lugar a fantasías directamente relacionadas con nuestras experiencias y prioridades.

A continuación, repasaremos las características más importantes al respecto, descubriendo sus entramados y desmontando los mitos y falsas creencias más extendidas sobre esta temática tan desconocida de la que todos hablan.

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Ventajas de tener fantasías sexuales

¿Quién dijo que las fantasías sexuales carecían de utilidad? Aquí dónde le vemos, este término en ocasiones considerado jocoso, burlesco e incluso infravalorado tiene amplias ventajas tanto en el terreno erótico como en el personal.

Las fantasías sexuales resultan ser un potente afrodisíaco, capaz de impulsar todas y cada una de las fases de nuestra respuesta sexual, potenciando el placer al máximo exponente.

Así pues, resultan altamente creativas, ofreciendo un gran repertorio de nuevas conductas sexuales y siendo claramente liberadoras del hastío que pueden llegar a provocar unas relaciones rutinarias y aburridas, además de equilibrar situaciones de desajuste de carácter erótico y emocional entre ambos compañeros sexuales.

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También da lugar a relaciones mucho más espontáneas y relajadas, liberándose de esta manera de barreras y miedos que restan naturalidad e impiden llevar a cabo encuentros placenteros libres de ansiedades y presiones.

Sin duda, las fantasías sexuales ayudan a conocernos un poco mejor y enriquecen la visón que tenemos acerca de nosotros mismos y de los demás, suponiendo un aprendizaje completo y multidimensional capaz de proporcionarnos una agradable sensación de bienestar.

Creado: 18 de septiembre de 2013

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