La dieta mediterránea ayuda a reducir ansiedad y estrés en embarazadas
01/08/2023
La dieta mediterránea es un patrón de alimentación que prioriza la ingesta de alimentos vegetales ricos en antioxidantes, como frutas, verduras, aceite de oliva virgen extra y cereales integrales y que numerosos estudios han asociado con una mejor salud. Ahora, un nuevo estudio liderado por científicos del Clínic-IDIBAPS de Barcelona muestra que seguir la dieta mediterránea puede reducir entre el 25 y el 28% los niveles de ansiedad en las embarazadas, además de mejorar su bienestar y la calidad de su sueño.
En investigaciones anteriores ya se había relacionado este tipo de alimentación con una mejora del bienestar y la salud mental de las gestantes, pero este es el primer ensayo que se realiza con embarazadas que analiza y demuestra que la dieta mediterránea contribuye a disminuir el estrés y la ansiedad de las futuras mamás.
“El estudio IMPACT, desarrollado del 2016 al 2022 con el apoyo de la Fundació “la Caixa” ya demostró que la dieta mediterránea o el mindfulness durante el embarazo reducen hasta un tercio el riesgo de tener un bebé con bajo peso. Sin embargo, la influencia de la dieta mediterránea sobre el estrés, la ansiedad, el estado mental, la calidad de vida y el sueño de las mujeres durante el embarazo todavía no se conocía”, explica Fátima Crispi, investigadora de BCNatal y del grupo IDIBAPS Medicina fetal y perinatal, ambos dirigidos por Eduard Gratacós.
“Estos resultados podrían implicar la promoción de la dieta mediterránea adaptada a mujeres gestantes como una potente estrategia de salud pública”
Crispi lidera, junto con Francesca Crovetto del Hospital Sant Joan de Déu y el equipo de Ramon Estruch del grupo IDIBAPS Riesgo Cardiovascular, Nutrición y Envejecimiento, una investigación secundaria del estudio IMPACT en la que participaron 1.221 embarazadas de alto riesgo, que fueron distribuidas en diferentes grupos de forma aleatoria a las 19-23 semanas de gestación.
Un grupo siguió una intervención para la promoción de la dieta mediterránea mediante visitas personalizadas con nutricionistas. Los investigadores aconsejaron a estas embarazadas que aumentaran la ingesta de cereales integrales (5 raciones al día), verduras y productos lácteos (3 raciones al día), fruta fresca (2 raciones al día), legumbres, frutos secos, pescado y carne blanca (3 raciones a la semana), y les pidieron que utilizaran aceite de oliva para cocinar y aliñar. Otro grupo recibió la atención habitual durante el embarazo, pero sin ninguna intervención especial.
Una intervención dietética que mantuvo el estrés materno bajo control
Los resultados del estudio se han publicado en la revista Nutrients y muestran que la intervención basada en la dieta mediterránea redujo entre un 25 y un 28% la ansiedad y el estrés materno, además de mejorar el bienestar y la calidad del sueño de las gestantes, en comparación de las que pertenecían al grupo que no recibió ninguna intervención.
Los investigadores llegaron a esta conclusión tras analizar los cuestionarios de estrés a los que respondieron las participantes y medir los niveles de metabolitos relacionados con el estrés, como el cortisol y la cortisona, en muestras de orina. “Algunos estudios previos, como el Predimed, habían relacionado la dieta mediterránea con una mejora del bienestar y una reducción de los niveles de estrés, pero eran estudios en no gestantes”, añade Crispi. Este es el primer ensayo en embarazadas que lo evalúa y demuestra”. El estudio también revela que los efectos beneficiosos aparecen al cabo de poco tiempo del inicio de la intervención.
“Teniendo en cuenta la creciente importancia del papel de la salud mental durante el embarazo, estos resultados podrían implicar la promoción de la dieta mediterránea adaptada a mujeres gestantes como una potente estrategia de salud pública”, ha declarado Francesca Crovetto.
Los autores han advertido sin embargo sobre algunas limitaciones del trabajo. “Gran parte de las participantes eran de etnia blanca, con un nivel socioeconómico medio-alto”, señala Crovetto. “Así pues, el hallazgo no debería extrapolarse a otras poblaciones con características diferentes. Habrá que llevar a cabo nuevos estudios con mayor diversidad poblacional, que evalúen también los mecanismos responsables de los efectos de la dieta mediterránea observados”.
Fuente: Clínic-IDIBAPS
Actualizado: 1 de agosto de 2023