Una nueva investigación revela que incluir el consumo de pistachos en una dieta equilibrada contribuye a reducir la respuesta del organismo frente a situaciones cotidianas que provocan estrés, como el desempeño de la actividad laboral, o tener que realizar ciertas tareas en un breve espacio de tiempo. En concreto, una cantidad adecuada de pistachos añadida a la dieta diaria, tiene efectos beneficiosos como disminuir la presión arterial sistólica, la resistencia vascular periférica y la frecuencia cardiaca, cuando el individuo se enfrenta a una situación de estrés agudo.

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En el estudio, que ha sido realizado por investigadores de la Universidad Estatal de Pennsylvania, en Estados Unidos, participaron hombres y mujeres sin problemas de salud, no fumadores y con cifras de presión arterial normal, pero que presentaban altos niveles de colesterol LDL (el ‘malo’). Se establecieron tres dietas diferentes, pero que en todos los casos cumplían las recomendaciones dietéticas en cuanto a consumo de frutas y verduras, cereales integrales y carne magra, y cuyo contenido calórico se ajustó a cada uno de los voluntarios para que pudieran mantener el mismo peso corporal.

Incluir pistachos en una dieta sana, contribuye a disminuir la presión arterial sistólica, la resistencia vascular periférica y la frecuencia cardiaca, cuando el individuo se enfrenta a una situación de estrés agudo

Una de las dietas, baja en grasas (25% de grasas), no incluía pistachos; otra contenía unos 42,5 gramos de pistachos –o una cantidad de pistachos equivalente al 10% del total de calorías consumidas–, y la tercera 85 gramos de pistachos –o el 20% de las calorías procedentes de los pistachos. Los resultados mostraron que la presión arterial que más disminuyó (-4,8 mm Hg) fue la de los voluntarios que tomaron 42,5 gramos de pistachos cada día, mientras que los que tomaron una dieta baja en grasas pero sin pistachos presentaron una reducción de -1,8 mm Hg, y los que consumieron 85 gramos de pistachos consiguieron reducir la presión -2,4 mm Hg. En estos últimos se observó, además, una reducción de la frecuencia cardiaca, así como de la resistencia vascular periférica.

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Los pistachos tienen un alto contenido en minerales como el potasio y el magnesio, que ayudan a que la tensión arterial se mantenga en niveles apropiados porque, entre otras cosas, favorecen la excreción de sodio; y también son ricos en antioxidantes (vitaminas A, C y selenio), que protegen la función endotelial y previenen las alteraciones vasculares; y a esto hay que añadir que contienen muy pocas grasas saturadas y nada de colesterol, por lo que su perfil nutricional es muy saludable y protegen contra el desarrollo de enfermedades cardiovasculares.

Según una de las principales autoras del trabajo, la doctora Penny M. Kris-Etherton, profesora honoraria de nutrición, el estudio –que se ha publicado en la versión digital de ‘Hypertension’, la revista de la Asociación Americana del Corazón–, demuestra que el consumo de pistachos en una dieta saludable tiene otro efecto beneficioso adicional y es que reduce los niveles de colesterol dañino (LDL), al tiempo que aumenta la concentración de sustancias antioxidantes en la sangre.

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Fuente: American Pistachio Growers (APG)

Actualizado: 25 de febrero de 2021

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