Embarazo de alto riesgo
Un embarazo de alto riesgo es el que tiene factores asociados que pueden afectar negativamente a la salud de la madre o del feto. Un buen control de la gestación resulta clave para evitar problemas mayores.

Cuidados de la embarazada en un embarazo de alto riesgo

Begoña Díaz de la Noval, ginecóloga

Por: Begoña Díaz de la Noval

Ginecóloga-obstetra en el Hospital Universitario Central de Asturias

Actualizado: 21 de junio de 2024

Cuando una mujer tiene un embarazo de alto riesgo es conveniente que adopte una serie de medidas para prevenir las complicaciones en la medida de lo posible.

Aquí tienes algunos consejos sobre los cuidados a seguir por una embarazada en una gestación de alto riesgo:

  • Suplementación con ácido fólico, yodo y otras vitaminas entre las 4 semanas anteriores a la concepción y durante el embarazo. El ácido fólico es la única forma de folato para la prevención de defectos del tubo neural aprobada como medicamento por ser el único folato que ha demostrado su eficacia para disminuir este tipo de alteraciones.
  • Una revisión previa a la gestación puede minimizar el riesgo, ya que en casos de malos antecedentes obstétricos pueden ser necesarias pruebas específicas como: estudios genéticos, pruebas de coagulación y grupo sanguíneo, estudio hormonal e inmunitario, o detección de anomalías en el aparato ginecológico, de manera que la mujer pueda ser tratada de forma adecuada antes de recomendar un nuevo embarazo.
  • Un buen cuidado prenatal puede ayudar a detectar las complicaciones y tratarlas adecuadamente. Es importante que no faltes a ninguna de las visitas concertadas con el médico, incluso si te encuentras bien, pues pueden surgir problemas nuevos.
  • Es recomendable la atención en centros especializados en medicina materno-fetal o perinatal.
  • Intentar llevar una dieta equilibrada durante el embarazo.
  • Evita tomar alcohol, fumar (también evitar ambientes con humo) y otras drogas, fármacos o tóxicos con potencial teratogénico.
  • Limitar la actividad física excesiva (reposo sí, pero no en exceso) y el estrés.
  • Adaptarse a la situación de “alto riesgo”, seguir escrupulosamente las instrucciones del médico, y solicitar apoyo en caso de necesitarlo.
Mujer embarazada tumbada en la cama

Seguimiento de un embarazo de alto riesgo

El hecho de identificar un embarazo como de alto riesgo, antes o durante su transcurso, asegura que la mujer ha de llevar un seguimiento más completo y una serie de cuidados especiales:

  • La consulta preconcepcional es recomendable antes de planificar un embarazo, con la finalidad de identificar las condiciones sociales y médicas, tanto maternas como paternas, que puedan ser optimizadas antes de la gestación, con el fin de incrementar las posibilidades de un resultado perinatal favorable.
  • En la primera consulta se realizará una historia clínica completa, solicitud de pruebas básicas y otras que nos ayuden al control de la patología propia de cada paciente, y una exploración ginecológica y mamaria con toma de citología cervical según el programa de cribado poblacional.
  • Protocolo más individualizado de seguimiento, con un mayor número de visitas con el tocólogo, para controlar la evolución y realizar un diagnóstico precoz de las complicaciones. La frecuencia de cada visita y exploraciones vendrán determinadas por el tipo y severidad de la enfermedad, intercalando con las visitas a la matrona. Siempre habrá que controlar: peso, tensión arterial, edemas o varices, maniobras de Leopold (presentación y encajamiento del bebé), medición de altura uterina, auscultación cardiaca fetal (a partir del segundo trimestre), detección de dinámica uterina (contracciones) (a partir del tercer trimestre), exploración cervical (en segundo-tercer trimestre y en función de antecedentes), y ecografías (estudio ecográfico y doppler fetal por una Unidad de Diagnóstico Prenatal).
  • En algunos casos es necesario permanecer un tiempo ingresada en el hospital para tratar posibles complicaciones que surjen tras dar a luz.
  • A veces es preciso que otros especialistas médicos valoren el estado de la madre.
  • La embarazada debe ser tratada antes, durante, y después del parto, en un Hospital de III Nivel o especializado en Medicina Materno-Fetal con Unidad de Cuidados Intensivos Neonatal y de adultos, en caso de complicaciones.

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Un hecho importante en el control del embarazo de alto riesgo obstétrico es mantener a la paciente siempre informada del pronóstico de su embarazo, la influencia de la gestación en su enfermedad, las posibles complicaciones y su prevención, la frecuencia de visitas, los signos de alarma ante los que deberá acudir al hospital, y la vía y el momento de finalización del embarazo.

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Creado: 10 de marzo de 2014

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