
Una exploración pélvica permite comprobar si se han producido variaciones inusuales en el tamaño o la forma del útero.
Actualizado: 5 de Junio de 2017
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Una exploración pélvica permite comprobar si se han producido variaciones inusuales en el tamaño o la forma del útero.
La mola hidatiforme se sitúa en el útero como si se tratase de un embarazo corriente, por lo que los primeros síntomas del embarazo molar se corresponden con los de una gestación normal, y el test de embarazo dará positivo. Sin embargo, la placenta crece deprisa, por lo que el aumento de volumen del abdomen de la mujer es mayor de lo que debería ser.
Los principales síntomas que pueden indicar la presencia de un embarazo molar son:
En su fase inicial es complicado el diagnóstico porque es similar a un embarazo normal. Un análisis de sangre mostrará unos niveles muy altos de gonadotropina coriónica humana (GCH), conocida como hormona del embarazo, aunque esto es frecuente en el inicio de la gestación, por lo que no es determinante.
El médico puede realizar una exploración pélvica para comprobar si se han producido variaciones inusuales en el tamaño o la forma del útero. En un embarazo molar, además, no se detectan latidos cardiacos ni movimiento fetal, y en la ecografía se observará que la placenta es anormal.
Actualizado: 5 de Junio de 2017
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