Adversidades en la niñez causan problemas cognitivos en la adolescencia

Revelan la interacción entre sufrir adversidades en la primera infancia y los problemas de salud mental y cognitivos –memoria de trabajo y vocabulario– en la niñez y adolescencia, y que un abordaje precoz ayudaría a minimizarlos.
Niño mirando con cara de tristeza

08/02/2023

Los niños que experimentan situaciones adversas, como enfermedades o pobreza, o que pertenecen a una familia desestructurada o conflictiva, pueden sufrir secuelas a largo plazo en su salud mental. Un nuevo estudio ha mostrado ahora las interacciones entre las adversidades en los primeros años de vida, los problemas de salud mental y el funcionamiento cognitivo durante la infancia y adolescencia.

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La investigación ha sido realizada por el equipo de la Unidad de Cognición y Ciencias del Cerebro de MRC de la Universidad de Cambridge, y ha contado con la participación de investigadores en Nigeria. Estos expertos analizaron datos procedentes del Millennium Cohort Study en el que se evaluaban los resultados que obtenían en diferentes pruebas un total de 13.287 niños a las edades de tres, cinco, siete, 11 y 14 años y seleccionaron medidas de adversidad en la infancia temprana (que clasificaron antes de los tres años), salud mental y funcionamiento cognitivo, es decir, memoria de trabajo y vocabulario.

Los investigadores emplearon una herramienta estadística que permite determinar en qué medida la salud mental influye en la relación entre la adversidad en la vida temprana y el funcionamiento cognitivo más adelante durante la niñez y comprobaron que sufrir adversidades en la primera infancia se asociaba con un menor rendimiento en la memoria de trabajo y el vocabulario debido al impacto que habían tenido en la salud mental de los pequeños las situaciones difíciles que habían vivido.

“La adversidad en la vida temprana puede conducir a períodos prolongados de mala salud mental, lo que a su vez puede tener efectos duraderos en el rendimiento cognitivo”

Por ejemplo, una peor salud mental entre los tres y los 14 años a consecuencia de las desgracias padecidas en la vida temprana representó el 59% de la variación en el desempeño más deficiente de la memoria de trabajo a los 11 años y explicó el 70% del desempeño más deficiente en el vocabulario a los 14 años.

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Los resultados demostraron que las adversidades experimentadas a los tres años predecían de forma significativa una peor salud mental entre los tres y los 14 años; esta asociación era especialmente fuerte a los tres años, pero se iba debilitando con el tiempo, lo que sugiere que tener problemas a esta edad que se considera un momento clave del desarrollo infantil tiene un impacto negativo a largo plazo en la salud mental.

Desarrollar la resiliencia en los niños para proteger su salud mental

Los investigadores comprobaron también que a medida que disminuían los problemas de salud mental con el tiempo se produjeron mejoras en la memoria de trabajo y el vocabulario, lo que sugiere que si las dificultades conductuales y psicológicas se abordan mientras los niños son pequeños, se podrían reducir los efectos que tiene la adversidad de la primera infancia en la cognición posterior. Este hallazgo es muy importante para los médicos, educadores y padres que pueden ayudar a estos menores.

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“Nuestros hallazgos sugieren que la adversidad en la vida temprana puede conducir a períodos prolongados de mala salud mental, lo que a su vez puede tener efectos duraderos en el rendimiento cognitivo, como la memoria de trabajo y el vocabulario”, ha declarado el Dr. Tochukwu Nweze, del MRC Cognition and Brain y autor principal del estudio.

“Ya sabemos que la salud mental y la cognición deficientes están asociadas con numerosos problemas de comportamiento que afectan a la calidad de vida y la satisfacción. Esto refuerza la necesidad de intervenciones tempranas para brindar a los niños los mejores resultados posibles en la vida”. “De esta manera, podemos esperar romper las dificultades de salud mental autosostenibles que enfrentan las personas que han experimentado adversidades en la vida temprana”, concluye el Dr. Nweze.

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Los investigadores han explicado que nos encontramos en un momento en el que los adolescentes y jóvenes se enfrentan a problemas como la pandemia por COVID-19 o el cambio climático y que los educadores y los médicos deben enfocar sus esfuerzos en desarrollar la resiliencia en los niños que han sufrido adversidades al principio de su vida para minimizar sus consecuencias negativas y ayudarles a superar sus posibles traumas. La investigación se ha publicado en Journal of Child Psychology and Psychiatry.

Actualizado: 10 de febrero de 2023

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