Detectan clave para predecir si un adulto sano desarrollará alzhéimer

Descubren cómo predecir si una persona mayor con una cognición normal puede llegar a desarrollar alzhéimer mediante un análisis de sangre que muestra si unas células cerebrales –astrocitos– tienen una activación anormal.
Ilustración 3D de una persona de edad avanzada con deterioro cerebral

30/05/2023

La acumulación de proteína beta amiloide tóxica en el cerebro y la formación de ovillos de tau en el interior de las neuronas son características del alzhéimer, que también se han considerado durante mucho tiempo los culpables de su aparición. Por ello para prevenir o frenar esta enfermedad se han creado medicamentos dirigidos a amiloide y tau, sin tener en cuenta otros procesos cerebrales que también pueden estar implicados, como el sistema neuroinmune.

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Sin embargo, existen evidencias científicas que muestran que muchas personas cuyos cerebros contienen una gran cantidad de placas u ovillos de amiloide no llegan a desarrollar la enfermedad. Por ello, los científicos siguen buscando elementos diferenciadores que hacen que algunos individuos sean más o menos propensos a padecer demencia.

Una nueva investigación ha podido dar con la solución a este enigma porque ha descubierto que los astrocitos –un tipo de células cerebrales con forma de estrella– son los responsables de inclinar la balanza a favor o en contra de la progresión del alzhéimer. Los investigadores analizaron muestras de sangre de 1.016 adultos mayores sin deterioro cognitivo (con una edad media de 69,6 años), con y sin patología amiloide, y comprobaron que solo aquellos que tenían una combinación de carga amiloide y marcadores sanguíneos de activación o reactividad anormal de astrocitos desarrollaban síntomas de alzhéimer más adelante.

“La presencia de amiloide cerebral junto con los biomarcadores sanguíneos de la reactividad de los astrocitos es la prueba de detección óptima para identificar a los pacientes con mayor riesgo de alzhéimer”

Los resultados se han publicado en Nature y pueden contribuir al desarrollo de nuevas terapias capaces de frenar la progresión de este tipo de demencia. “Nuestro estudio argumenta que la prueba de la presencia de amiloide cerebral junto con los biomarcadores sanguíneos de la reactividad de los astrocitos es la prueba de detección óptima para identificar a los pacientes con mayor riesgo de progresar a la enfermedad de Alzheimer”, afirma el Dr. Tharick Pascoal, profesor asociado de psiquiatría y neurología en University of Pittsburgh School of Medicine y autor principal. “Esto pone a los astrocitos en el centro como reguladores clave de la progresión de la enfermedad, desafiando la noción de que el amiloide es suficiente para desencadenar la enfermedad de Alzheimer”.

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Procesos cerebrales implicados en la enfermedad de Alzhéimer

En un estudio anterior publicado en Nature Medicine el Dr. Pascoal y su equipo observaron que la inflamación del tejido cerebral desencadena la propagación patológica de proteínas mal plegadas en el cerebro y es una causa directa del deterioro cognitivo que experimentan los pacientes con la enfermedad de Alzheimer. En su nuevo trabajo, han descubierto que el deterioro cognitivo se puede predecir mediante un análisis de sangre.

Los astrocitos son células inmunitarias presentes en el tejido cerebral que proporcionan oxígenos y nutrientes a las células neuronales y las protegen frente a los patógenos, pero, como no conducen la electricidad, no parecían influir en la forma en que las neuronas se comunican entre sí, y por ello no se consideraba que desempeñaran un papel en la salud y la enfermedad, pero en esta última investigación sí se las ha tenido en cuenta.

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“Los astrocitos coordinan la relación amiloide cerebral y tau como un director de orquesta que dirige la orquesta”, ha explicado la autora principal del estudio, Bruna Bellaver, asociada postdoctoral en Pitt. “Esto puede cambiar las reglas del juego en el campo, ya que los biomarcadores gliales en general no se consideran en ningún modelo de enfermedad principal”.

Los investigadores analizaron muestras de sangre de personas mayores sin problemas cognitivos para buscar biomarcadores de reactividad de los astrocitos (proteína ácida fibrilar glial o GFAP) junto con la presencia de tau patológica. Los resultados revelaron que solo aquellos que dieron positivo tanto para la reactividad de amiloide, como de astrocitos, mostraron evidencia de desarrollar progresivamente la patología tau, lo que indica una predisposición a los síntomas clínicos de la enfermedad de Alzheimer.

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Estos hallazgos tienen una gran relevancia para el diseño de futuros ensayos clínicos para probar fármacos candidatos al tratamiento del alzhéimer. El objetivo de los científicos es detectar y frenar la enfermedad en etapas tempranas, cuando aún no han aparecido los síntomas. Debido a que un significativo porcentaje de individuos positivos para amiloide no progresarán a formas clínicas de esta demencia, la positividad de amiloide por sí sola no es suficiente para determinar cuál es la persona más indicada para probar una potencial terapia.

Por esta razón, incluir marcadores de reactividad de astrocitos, como GFAP, entre las pruebas de diagnóstico permitirá seleccionar mejor a los pacientes con más probabilidades de progresar a etapas posteriores del alzhéimer y, por lo tanto, ayudará a ajustar la selección de candidatos que obtendrán mayores beneficios al someterse a las intervenciones terapéuticas.

Actualizado: 30 de mayo de 2023

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