En los últimos años la mortalidad neonatal ha disminuido, aunque se ha incrementado la proporción en la mortalidad de los niños menores de cinco años a nivel mundial, de acuerdo a los datos recogidos en un informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y Save the Children, en el que también han participado investigadores de la Escuela de Higiene y Medicina Tropical de Londres (Reino Unido), que engloba 20 años.

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La mortalidad de neonatos se ha reducido de 4,6 millones en 1990 a 3,3 millones en 2009, y este descenso se ha acelerado a partir del año 2000. En la actualidad, la mortalidad de recién nacidos supone el 41% del total de defunciones de menores de cinco años.

Según el estudio, esta disminución del número de muertes se debe al incremento de las inversiones realizadas en atención a la salud de la mujer y el niño que se han llevado a cabo en los últimos diez años, gracias a los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM) fijados por Naciones Unidas y que, según explican, han facilitado que la evolución de la supervivencia de las madres (2,3% anual) y los menores de cinco años (2,1% anual) haya superado a la de los recién nacidos (1,7% anual).

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El lugar de nacimiento, clave para sobrevivir

El informe ha demostrado contundentemente que las probabilidades que tiene un bebé de sobrevivir están directamente relacionadas con su lugar de nacimiento que, en el caso de ser un país en vías de desarrollo, son mucho menores (casi el 99% por ciento de las muertes de neonatos se producen en estos países).  Más de la mitad de las defunciones se concentran ahora en solo cinco  países: India, Nigeria, Pakistán, China y la República Democrática del Congo. Aunque, según explican, esto está relacionado con el gran tamaño de sus poblaciones.

África es la región mundial que progresa más lentamente. En este continente se encuentran 12 de los 15 países en los que se producen más de 39 muertes de neonatos por 1.000 nacidos vivos

Por otra parte, advierten que África es la región mundial que progresa más lentamente, ya que solo ha registrado una disminución de la mortalidad del 1 por ciento anual. En este continente se encuentran 12 de los 15 países en los que se producen más de 39 muertes de neonatos por cada 1.000 nacidos vivos. En orden alfabético son: Angola, Burundi, Chad, Guinea, Guinea-Bissau, Guinea Ecuatorial, Malí, Mauritania, Mozambique, República Centroafricana, República Democrática del Congo y Sierra Leona.

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Sin embargo, y para subrayar la importancia de los recursos económicos, de los diez países en los que la mortalidad de los recién nacidos ha disminuido en más de dos tercios en los últimos 20 años, ocho cuentan con altos ingresos -Chipre, Estonia, Grecia, Luxemburgo, Omán, República Checa, San Marino y Singapur-, y dos tienen ingresos medianos -Maldivas y Serbia-.

La doctora Flavia Bustreo, subdirectora general de la OMS de Salud de la Familia, la Mujer y el Niño, ha destacado que actualmente se dispone de medios eficaces para prevenir la muerte de los neonatos, que no puede, en ningún caso, quedar en un segundo plano.

Fuente: EUROPA PRESS

Actualizado: 25 de abril de 2017

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