Con tu bebé a la playa
Este verano por fin llevas a tu pequeño a disfrutar del mar. Para que las vacaciones sean redondas ten en cuenta los peligros que hay que evitar, las recomendaciones básicas para el sol, qué comida llevar…

Primeros baño en el mar del bebé: cuándo, consejos y qué llevar

Una pareja con su bebé a la orilla del mar

El primer día de playa basta con un remojón rápido para refrescar al bebé; después, puedes prolongar los baños de 15 a 20 minutos.

Por: Alhelí Quintanilla

Periodista especializada en bienestar, embarazo e infancia

Actualizado: 27 de julio de 2023

La brisa marina le abrirá el apetito y le ayudará a dormir mejor por la noche, caminar por la arena favorecerá su circulación y la formación del arco plantar, los baños en el mar le tonificarán y fortalecerán sus músculos… estos son algunos de los milagros que la playa obrará sobre tu bebé, sin olvidar el principal ¡os lo pasaréis genial!

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Eso sí, ten paciencia y espera a llevarle cuando cumpla 6 meses o mejor a partir de que cumpla el año, cuando es menos probable que se queme, se deshidrate, o sufra algún contratiempo. Y, por supuesto, todas las actividades relacionadas con tu bebé, la playa y el mar, con moderación.

El primer baño del bebé en el mar: cuándo y cómo hacerlo

Sin duda, su primer chapuzón en el mar es una experiencia emocionante para él y para los padres. Pero no hay que correr. La mayoría de pediatras aconseja esperar a que cumpla al menos 6 meses para hacerlo. Opta por un día tranquilo, sin demasiado viento ni oleaje. Busca un horario en el que el sol no esté demasiado fuerte para evitar quemaduras solares. Por supuesto, protege antes su piel con una crema con alto factor de protección solar (FPS), una camiseta protectora o un sombrero también serían una buena idea. 

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Antes de meterle en el mar por primera vez siéntale en la orilla a jugar, para que vaya cogiendo confianza y se moje con las olas. Verifica que la temperatura del agua es cómoda, que no esté demasiado fría. Después, cógele por los brazos firmemente y meteos un poquito más adentro. No le transmitas miedo o inseguridad, porque lo notará y no querrá seguir con su aventura marinera. Por supuesto, aunque parezca obvio, nunca le dejes solo y sin vigilancia.

El primer día basta con un remojón rápido para refrescarle, después, puedes prolongar los baños de 15 a 20 minutos. Si el niño no quiere, no insistas, puede ser contraproducente, algunos pueden sentirse inseguros o incómodos en el agua salada al principio. Si tu bebé parece incómodo o llora, no lo fuerces a quedarse en el agua. Puedes intentarlo nuevamente más adelante. Si por el contrario, es de los que aprecian los chapuzones, sepárate un poco de él, aunque sin soltarle.

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Tras el baño en el mar, si tenéis una ducha cercana, puedes enjuagar suavemente al bebé con agua dulce para eliminar la sal y los residuos del agua salada. Los primeros días, estar atento a posibles signos de irritación o reacción al agua salada o al sol. Si notáis algo inusual, consulta al pediatra.

Por supuesto, disfrutar el momento, seguro que sus primeros baños serán recuerdos imborrables para toda la familia.

Un bebé juega en la arena de la playa
En la playa, los niños pequeños tienen que llevar siempre cremas fotoprotectoras y gorros, y no deben estar al sol.

Qué debes llevar para ir a la playa con el bebé

Con los nervios del inicio de vuestras primeras vacaciones con el peque en la costa es posible que se te olvide algo. Haz una lista y toma nota de todo aquello imprescindible para vuestras escapadas a la playa con el nene:

  • Crema protectora para bebés y niños: imprescindible. Elige una crema fotoprotectora especial para ellos, con un factor de protección superior a 30 y que sea resistente al agua. Como asegura el pediatra Jesús Garrido la mayoría de cremas de protección solar del mercado están indicadas para niños mayores de tres años. Pero puedes usar una de las indicadas para mayores de seis meses, incluso aunque tenga menos. La pediatra Lucía Galán aconseja, "especialmente en los menores de un año, optar por los filtros físicos/minerales, que reflejan la radiación en la piel", aunque son más espesas y difíciles de extender. En mayores de 3 años se puede optar por los filtros químicos. En todos los casos, asegúrate de extenderla bien por todo el cuerpo, incluidas la nuca, los pies, las manitas y las orejas, por lo menos media hora antes de ir a la playa. Una vez allí, no te olvides de renovarla con frecuencia, sobre todo, después del baño.
  • Una sombrilla, los niños no pueden “tomar el sol”.
  • Pañales-bañadores.
  • Agua fresca en un biberón o una botellita que hay que ofrecerles a menudo.
  • Un gorrito y gafas de sol.
  • Camisetas de algodón que le cubran el cuerpo y que siempre deben estar secas.
  • Bañador de recambio.
  • Si ya camina, unas zapatillas “cangrejeras”.
  • Cubo, rastrillo y pala: hoy en día, se comercializan además un sinfín de juegos para que bebés y niños le saquen el máximo provecho a la playa.

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Bebé sentado en la arena junto al mar
 A los bebés les gusta llevarse la arena a la boca, así que no le pierdas de vista mientras juega.

Consejos para ir con el bebé a la playa

Hay una serie de recomendaciones que te vendrá bien tener en cuenta para que vuestras vacaciones en la playa con el bebé transcurran sin sobresaltos:

  • Evita llevar a bebés menores de seis meses a la playa. Los bebés de esta edad no tienen la piel preparada para aplicarles crema protectora. Podría causarles reacciones alérgicas. A partir de los seis meses, es conveniente hacer una prueba: aplicar la crema en la cara interna del antebrazo y observar si la tolera bien.
  • Elige playas de arena fina, que hayan recibido el distintivo de bandera azul.
  • No le dejes con el culete al aire, pueden coger una infección genital. Lo más práctico es recurrir a los bañadores desechables, para no llevarse, de paso, sorpresas desagradables.
  • ¡Ojo con la arena! A muchos bebés les encanta metérsela en la boca, así que no te descuides mientras construye sus primeros castillos.
  • Nunca les pierdas de vista en el agua, aunque ya sepan nadar.
  • No te olvides de la crema protectora aunque el día esté nublado o ya esté morenito: la piel de los bebés y niños es muy fina y delicada.
  • Hidrátales con frecuencia (ya sea dándoles el pecho, tomando un biberón o agua a partir de los 6 meses). Como recuerda la Dra. Nerea sarrión, pediatra, ¡pedirán pecho o bibe con mayor frecuencia!
  • De vuelta a casa, un buen baño –asegúrate de quitarle bien toda la arena del cuerpo, en especial la zona de los genitales– y después hidrata sin falta su piel con una crema para que no se le reseque ni le pique.

Creado: 22 de junio de 2011

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