Cómo mantener fresco a tu bebé cuando hace calor

Actualizado: 9 de agosto de 2021
El organismo de los bebés y los niños pequeños es muy vulnerable al calor sofocante porque su sistema regulador no ha madurado aún; de hecho, su temperatura se eleva entre tres y cinco veces más rápido que en el adulto debido a que tiene menos reserva de agua. Es normal entonces que si el termómetro sube y sube, el pequeño esté irascible y llorón, inapetente, o no duerma bien… tiene calor, una sensación que podemos intentar aliviar, sobre todo en casa, el lugar donde mejor están si tienen menos de seis meses.
Para ayudarles a soportar mejor los veranos, las olas de calor o simplemente los días abrasadores, procura que vuestro hogar esté siempre bien ventilado –mejor a primera hora de la mañana, que suele hacer más fresco–, y durante las horas centrales del día cierra las ventanas y mantén las persianas bajadas para que no entren ni el sol ni el calor. Podéis recurrir a los ventiladores o al aire acondicionado siguiendo las siguientes pautas:
En cuanto a la vestimenta del bebé en estas épocas, cuanto menos mejor, y las prendas que sean de tejidos transpirables como el algodón o el lino, holgadas, y de colores claros. Cuando cae el sol no le abriguéis mucho tampoco, una camiseta y un pañal suelen ser suficientes para las noches tórridas. Es importante que el colchón, el protector y las sábanas sean también transpirables, y elegid un lugar fresco y ventilado para colocar la cuna, si es necesario cambiándola de habitación.
También podéis recubrir su silla de paseo, su trona, y la silla del auto, con alguna tela igualmente ligera para que no transpiren tanto. El sentido común os guiará en esta tarea para mantener a vuestro bebé cómodo y lo más fresquito posible.
Creado: 18 de agosto de 2015