Españoles hallan proteína clave para frenar el envejecimiento de la piel

Científicos españoles descubren una proteína que tiene un papel clave en el envejecimiento de la piel y que bloquearla retrasa los signos de la edad, lo que ayudará a tratar estos síntomas y a favorecer la cicatrización tras una cirugía.
Mujer mayor mirando al espejo la piel sin arrugas de su rostro

09/06/2023

El proceso de envejecimiento provoca cambios estructurales y funcionales en la piel que promueven su progresivo deterioro y fragilidad. La capacidad de regeneración y curación disminuyen en la piel envejecida, y también se reduce su función de barrera. Detener los signos de la edad es un objetivo perseguido por la ciencia y ahora, y por primera vez, un equipo de científicos españoles del Instituto de Investigación Biomédica (IRB Barcelona) en colaboración con el Centro Nacional de Análisis Genómico (CNAG) ha descubierto cómo retrasar el envejecimiento de la piel.

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Los investigadores han comprobado que la proteína IL-17 desempeña un papel crucial en el envejecimiento de la piel. “Nuestros resultados muestran que la IL-17 está involucrada en varias funciones relacionadas con el envejecimiento. Hemos observado que el bloqueo de la función de esta proteína ralentiza la aparición de diversas carencias asociadas al envejecimiento cutáneo. Este descubrimiento abre nuevas posibilidades para tratar algunos de los síntomas o facilitar la recuperación de la piel tras una cirugía, por ejemplo”, explica el Dr. Aznar Benitah, investigador ICREA y responsable del laboratorio de Células Madre y Cáncer del IRB Barcelona.

En la piel, además de una gran variedad de células epiteliales, células del folículo piloso y otros componentes, hay células inmunitarias, que son fundamentales para prevenir infecciones y protegerla contra diferentes daños, y a medida que envejecemos aumenta de forma significativa la presencia de algunas de estas células inmunitarias, en concreto las células T gamma delta, las células linfoides innatas y las células T CD4+, que empiezan a expresar niveles muy elevados de la citocina proinflamatoria IL-17, como explican los científicos en un artículo publicado en Nature Aging.

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“El envejecimiento se asocia a una inflamación leve pero persistente y, en la piel, esta se caracteriza por un aumento significativo de IL-17, lo que provoca el deterioro de la piel”, explica la Dra. Paloma Solá, primera autora del artículo, junto con la Dra. Elisabetta Mereu, que ahora es investigadora del Instituto de Investigación contra la Leucemia Josep Carreras.

“La secuenciación de células individuales nos ha permitido profundizar en la complejidad de los tipos y estados de células que forman la piel y cómo cambian durante la vida. No solo encontramos diferencias en la composición de la piel envejecida, sino también cambios en los estados de actividad celular. En particular, las células inmunitarias mostraron perfiles específicos relacionados con la edad, que pudimos identificar analizando miles de células individuales a la vez”, ha explicado el Dr. Holger Heyn, jefe del laboratorio de Genómica de Células Únicas en CNAG y uno de los directores del trabajo.

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Revertir los signos del envejecimiento en la piel

Estudios anteriores habían encontrado que la IL-17 está relacionada con algunas enfermedades autoinmunes de la piel, como la psoriasis, y existen tratamientos que bloquean esta proteína. Los investigadores estudiaron cómo respondían varios factores al bloqueo de la actividad de la IL-17, incluido el crecimiento del folículo piloso, la pérdida de agua transepidérmica, la cicatrización de heridas y los marcadores genéticos del envejecimiento. Estos cuatro parámetros mostraron una mejora después del tratamiento, porque la aparición de estos signos de envejecimiento se retrasó significativamente.

El Dr. Aznar Benitah ha explicado que, al bloquear la expresión de esta proteína, sin anularla por completo, sino solo disminuyendo su presencia, se borraban algunos de los efectos de la senectud en la piel. Por ejemplo, la piel recuperaba el nivel de hidratación de una persona mucho más joven –una piel asociada a una persona de 70 años pasaba a tener el aspecto de una de unos 40–, se reducía la caída del cabello asociada a la edad y mejoraba la cicatrización, que se producía antes y de forma más eficiente.

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Los hallazgos del estudio, según este experto, ayudarán a encontrar formas de combatir algunos de los síntomas del envejecimiento del rostro, aunque también advierte que esto no significa que se pueda desarrollar un producto cosmético a largo plazo que pueda borrar los signos de envejecimiento. “La proteína IL-17 es esencial para las funciones corporales vitales, como la defensa contra los microbios y la cicatrización de heridas, por lo que bloquearla permanentemente no sería una opción. Lo que hemos observado es que su inhibición temporal ofrece beneficios que podrían ser de interés a nivel terapéutico”, señala el Dr. Guiomar Solanas, investigador asociado del IRB Barcelona, y director del estudio.

El trabajo futuro de los investigadores se centrará en aclarar los procesos de envejecimiento que están relacionados con los estados inflamatorios de la piel y cómo estos están relacionados con la IL-17. Además, también investigarán si la IL-17 está implicada en el envejecimiento y deterioro de otros tejidos y órganos.

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Fuente: Instituto de Investigación Biomédica (IRB Barcelona)

Actualizado: 9 de junio de 2023

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