La falta de cuidados y el envejecimiento afectan a la salud bucodental de las personas mayores. Una buena higiene y seguir las siguientes recomendaciones te ayudará a solucionar y a prevenir problemas en tus dientes y prótesis.
Cuándo es necesaria una prótesis dental y cómo adaptarse
Una visita al odontólogo te ayudará a determinar qué tipo de prótesis dental necesitas.
Los problemas bucodentales de los adultos mayores conllevan que la mayoría de ellos necesiten una prótesis dental. Se trata de una solución ideal para evitar comorbilidades asociadas, como son la mala alimentación, el aislamiento social, o la ansiedad; además, hoy en día existen diferentes opciones según las necesidades de cada persona, que mejoran su calidad de vida.
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Dependiendo de la pieza o piezas que falten, y de la situación personal del paciente, el odontólogo puede indicar la colocación de diferentes prótesis dentales:
Removibles o extraíbles: se utilizan cuando hay dientes naturales, ya que la prótesis se engancha en ellos. Se pueden quitar y poner.
Fijas: también van sujetas a piezas dentales naturales, pero de forma fija, por lo que no se pueden extraer.
Completas: son necesarias cuando no hay piezas naturales, y pueden ser extraíbles o fijas. Si se puede extraer, se debe revisar cada cierto tiempo para que no se desajuste, ya que la falta de saliva, o la retracción de las encías, puede provocar su descolocación. En el caso de las fijas, se atornillan a la encía y se experimentan menos cambios.
Mixtas: en este caso la prótesis incluye tanto piezas fijas, como extraíbles.
Sobredentaduras: se colocan de forma fija sobre los dientes naturales que quedan, o sobre las raíces.
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Aunque el uso de prótesis pueda resultarte fastidioso, te ayudará a masticar y hablar mejor.
Pautas para adaptarse al uso de una prótesis dental
La necesidad de usar una prótesis dental no debe considerarse un fastidio, porque aunque es cierto que se deriva de un problema bucodental, se trata de una solución a los problemas de masticación, de habla, e incluso estéticos.
Durante los primeros días de uso puede resultar molesta, porque se experimenta la sensación de tener algo extraño en la boca que no permite hablar correctamente y morder como siempre pero, poco a poco, es fácil acostumbrase al ver resueltos los problemas que se tenían antes de usarla. Para que este proceso de adaptación resulte más fácil, se pueden seguir estas pautas:
Durante los primeros días comer despacio, reservando el tiempo que sea necesario para comer sin prisas.
Comenzar con alimentos más blandos y poco pegajosos, e ir incorporando otros, según se vaya ganando seguridad y comodidad.
Intentar masticar tanto por el lado derecho, como por el izquierdo.
Si se tiene alguna duda sobre el uso de la prótesis no hay que vacilar en preguntar al odontólogo, y también se puede acudir a una farmacia cercana para hallar la respuesta a preguntas más generales.
Aunque es recomendable que previamente se pregunte al odontólogo sobre su uso, no está de más saber que existen cremas y almohadillas que se colocan en la prótesis para mejorar la adherencia, y evitar que se acumulen restos de comida debajo de ella.
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La prótesis dental debe mantenerse limpia después de cada comida y antes de irse a la cama.
Higiene bucodental en mayores que usan prótesis dental
En lo que se refiere a la higiene bucodental cuando se usa prótesis dental, no debemos caer en el error de pensar que como las piezas dentales no son naturales, no es tan importante cepillarse los dientes. En el caso de que aún se mantenga alguna pieza dental natural es fundamental seguir una buena higiene para evitar que surjan problemas en ella, pero es igual de importante lavarse la boca cuando la prótesis es completa, porque la acumulación de placa bacteriana puede estropear la prótesis y generar problemas en las encías.
Para que la higiene de la prótesis dental sea correcta, se deben tener en cuenta estas recomendaciones:
Se debe lavar después de cada comida, y antes de acostarse. Se mantiene la recomendación de usar pasta de dientes y colutorio fluorado.
En el caso de que la prótesis sea extraíble, se deberá quitar para limpiarla en mayor profundidad. Existen cepillos de dientes especiales para las prótesis, así como limpiadores. Para utilizar estos últimos se debe sumergir la prótesis en un vaso con agua y el limpiador durante el tiempo que se indique. De esta forma, se elimina la placa bacteriana que también se forma en la prótesis. A continuación, eliminar los restos de limpiador con agua.
No pasar por alto la limpieza de las partes metálicas de las prótesis extraíbles, ya que es donde se suelen quedar más restos acumulados.
Si se utiliza algún tipo de adherente, ya sea almohadilla o crema, hay que limpiar bien la prótesis, eliminando cualquier resto del producto.
Si se sigue la recomendación de quitarse la prótesis por la noche, hay que guardarla en un recipiente adecuado para ello y en agua, no en seco, para evitar que se deforme.
Por último, antes de irse a la cama se recomienda masajear las encías para favorecer el riego sanguíneo de la zona.