En qué debes fijarte en la primera visita al pediatra
Actualizado: 29 de julio de 2022
Y por fin llega el gran día, la primera toma de contacto con el pediatra. Por lo general, la primera visita debe durar al menos media hora, tiempo necesario para realizar una exploración física completa al bebé, asegurarse de que todo va bien, y responder a vuestras preguntas.
Es el momento de fijarse en cómo se comporta el médico con el niño, cómo lo maneja, cómo le habla. Enseguida notaréis si es de aquellos a los que verdaderamente les gusta el trato con los niños y disfrutan con su profesión, o es más del género “que pase el siguiente”. Es muy importante que sepa escuchar y tenga empatía para ser capaz de comprender vuestras preocupaciones.
Además, los primeros meses los padres, y en especial los primerizos, se angustian mucho cuando su hijo se pone enfermo, o simplemente llora más de la cuenta, y las preocupaciones de toda índole son una constante. Vuestro pediatra debe ser entonces capaz de ofrecer una respuesta sin culpabilizaros ni inquietaros. Al contrario, debe transmitiros seguridad y desdramatizar lo más posible si la situación no reviste gravedad.
No os tenéis que sentir incómodos por hacerle preguntas y, sobre todo, él debe tomarse el tiempo necesario para responderlas sin imponer sus puntos de vista, con un lenguaje claro y sencillo y, en la medida de lo posible, haciéndoos partícipes de la solución.
Y es que las cualidades humanas son, en el caso de los pediatras, tan importantes como su currículo académico y pericia profesional, ya que vais a establecer con él una relación de plena confianza durante un largo periodo de tiempo. Él será vuestro principal consejero en materia de salud, pero también cuando surjan problemas de comportamiento, escolares, conflictos familiares (un divorcio, por ejemplo), etcétera. Si no conseguís conectar con vuestro pediatra en las primeras citas, o esa relación se deteriora por algún motivo, es el momento de buscar una alternativa.
Creado: 20 de enero de 2015