Qué es una rinoplastia y cuándo se realiza
Actualizado: 1 de marzo de 2024
La rinoplastia es uno de los procedimientos quirúrgicos de remodelación del perfil facial más demandado, por los evidentes cambios que produce en el aspecto del paciente, pero es a la vez una intervención que puede (y debe, en muchos casos) mejorar la función respiratoria.
Es muy común recurrir a una rinoplastia por estética, para modificar el tamaño, la forma o las proporciones de la nariz con el objetivo de mejorar la apariencia de una persona, pero la funcionalidad de la nariz nunca se debe olvidar cuando se planifica esta intervención. Por tanto, cambiar el aspecto de la nariz conservando y mejorando la función respiratoria es un doble objetivo esencial para cualquier cirujano. Un doble objetivo muy presente en aquéllos pacientes que acuden tras una fractura por traumatismo, para corregir problemas congénitos o por dificultades para respirar. Aunque no tanto en aquéllos que sólo buscan la mejora de su aspecto.
Es importante que los pacientes elijan un cirujano plástico cualificado y con experiencia en rinoplastias para asegurarse de obtener los mejores resultados posibles y minimizar los riesgos de complicaciones.
Cuándo someterse a una rinoplastia
Son muchas las personas que pasan por la consulta porque no les gusta el aspecto de su nariz y quieren darse un retoque que les haga tener un aspecto más armónico. Sin embargo, los patrones de belleza universal no deben ser una fuente de inspiración para el cirujano. De hecho en las buenas consultas de cirugía estética no apuestan por rostros iguales, ni por narices idénticas. Todos somos capaces, desde niños, de saber de manera instintiva cuando un rostro es “hermoso”. Y todos hemos conocido de primera mano casos de rechazo social por no formar parte de esos cánones.
A menudo esas personas, que no saben exactamente definir porqué “no se gustan” desconocen que la solución se encuentra en los huesos. Por eso, muchas veces acuden pacientes creyendo que el problema está en su nariz… y tras el análisis pertinente vemos que la solución está tal vez en su mandíbula (que, por estar retraída, hace que el paciente vea que su nariz es aguileña).
Es decir: la belleza está sobre todo en la estructura ósea que sujeta las partes blandas de la cara. Es por eso que la tecnología 3D resulta tan importante: para visualizar desde pequeños cambios hasta auténticas transformaciones faciales. Hoy día podemos suavizar o endurecer rasgos; masculinizarlos o feminizarlos; hoy, afortunadamente, sabemos que hay que huir de los patrones y buscar los tratamientos más personalizados.
Así que antes de decidirse por una rinoplastia, es fundamental saber donde está el problema. ¿Es la nariz el problema? Adelante, pues, sin olvidar los dos aspectos mencionados: la intervención debe ser personalizada (y, por tanto, el resultado) y no hay que olvidarse nunca de la funcionalidad (la nariz sirve para respirar…).
¿El problema puede estar en otras partes de la estructura ósea? Escuchemos al cirujano, expliquemos nuestras inquietudes y aspiraciones, y dejemos que nos asesore para conocer si un tratamiento global, o que incida en otras partes del rostro sea la clave para dar con ese aspecto con el que, por fin, nos sintamos cómodos.
Creado: 3 de octubre de 2014