En algunos casos, el embrión muere antes de que se presenten síntomas, o tras un leve dolor y hemorragia, por lo que la mujer ni siquiera se da cuenta de que ha tenido un embarazo ectópico, y se toma por un retraso del periodo o un aborto espontáneo.
Si, por el contrario, el embrión comienza a desarrollarse, pueden presentarse alguno o varios de los siguientes síntomas de embarazo ectópico:
- Dolor abdominal o pélvico intenso (se presenta en la mitad de los casos).
- Sangrado vaginal anormal.
- Retraso o falta del periodo.
- Náuseas o vómitos.
- Sensibilidad en los pechos.
- Dolor en los hombros.
- Malestar general, sensación de mareo, pulso acelerado, molestias intestinales...
Si se produce una ruptura o sangrado en la zona donde se encuentra el embrión, los síntomas empeoran y puede llegar a presentarse irritación peritoneal y un shock, que es la complicación más común.
Además, como consecuencia de un embarazo ectópico, se origina infertilidad en un 10-15% de las mujeres. pero la gran mayoría de las mujeres que lo sufren pueden tener posteriormente un embarazo normal.