Froteurismo: tocamientos delictivos
El froteurismo es un trastorno parafílico que suele aparecer durante la adolescencia, y que consiste en realizar tocamientos sobre las zonas erógenas de otra persona sin su consentimiento y como forma exclusiva de excitación.

Tratamiento del frotismo y consejos para evitarlo

Georgina Burgos

Por: Georgina Burgos

Sexóloga, psicóloga y escritora

Actualizado: 22 de septiembre de 2022

El tratamiento del frotismo por excelencia es la terapia cognitivo-conductual, a veces en combinación con terapia farmacológica para reducir el deseo sexual. Por supuesto, la terapia farmacológica siempre debe ser administrada por un médico. Si el trastorno es de base traumática, puede considerarse también la terapia EMDR. Por ello, durante la evaluación psicológica es recomendable explorar la existencia de abusos sexuales, violaciones o maltrato en la infancia.

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La realidad es que las personas con un trastorno parafílico de froteurismo no suelen acudir por decisión propia a la consulta de un profesional especializado, y no es infrecuente que lleguen a ésta por mandato judicial o por presión de un familiar o de la pareja. Ello tiene consecuencias en el resultado del tratamiento, ya que es esencial que la persona frotista tenga conciencia de su problema y realice la terapia de forma voluntaria, para superar el malestar que le provoca su vida sexual. En caso contrario, el resultado y efecto de la terapia será menos esperanzador.

En general, la persona llega a la consulta con la vivencia de que el orgasmo más placentero es el que obtiene mediante la actividad sexual parafílica. Suele presentar también poca conciencia de las consecuencias de su conducta, como el malestar que causa a la víctima, el efecto en el deterioro de la relación de pareja o, incluso, el posible encarcelamiento a consecuencia de haber cometido un delito. No hay que olvidar que en la actualidad, el frotismo es considerado una agresión sexual.

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Entre los principales objetivos terapéuticos están la disminución de la necesidad irrefrenable de la conducta de frotismo, deserotizando estos estímulos, y la orientación de la persona hacia el aumento del interés por una sexualidad más amplia y no delictiva.

Para todo ello, es importante dotar a la persona de habilidades sociales y potenciar la empatía hacia la víctima, lo que a su vez le permitirá desarrollar un acercamiento erótico más aceptado socialmente, además de la comprensión del malestar que su conducta ocasiona a terceras personas. El frotista puede no ser consciente de este malestar y llegar, incluso, a sorprenderse cuando lo descubre.

Reorientar las fantasías eróticas del frotista

Dependiendo del caso, y cuando proceda, se atenderá la mejora de la relación de pareja y la resolución de dificultades sexuales, entre otros motivos para mejorar la calidad afectiva y sexual en la relación la pareja, muchas veces dañada por la conducta sexual de la persona frotista.

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Para orientar a la persona hacia el aumento de su interés por una erótica y una amatoria más amplia y no delictiva, se lleva a cabo la reestructuración de fantasías eróticas y el recondicionamiento orgásmico. Se fundamenta en que la excitación y el orgasmo, asociados a imágenes eróticas, refuerzan la potencia erotizante y excitatoria de las imágenes con las que se asocia el placer sexual.

Depresión, frotismo

Es, por tanto, un proceso similar al que ha llevado a la persona frotista a su situación, pero ahora aplicado en sentido contrario pues se orienta hacia la ampliación del repertorio erótico, para dotar al frotista de una mayor gama de posibilidades eróticas para su satisfacción sexual.

Las nuevas fantasías pueden elaborarse en la consulta del profesional, creando guiones que más tarde se seguirán, en privado, en la imaginación durante la masturbación simultáneamente.

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Durante el tratamiento psicológico, se abordarán también las creencias erróneas y los automatismos que llevan a la conducta frotista, y se potenciará que la persona no se centre fundamentalmente en el estímulo visual o imaginado, como fuente de excitación por excelencia, abriendo el horizonte erótico hacia las caricias sensuales como activadoras importantes del deseo y la excitación y, en definitiva, del placer y la satisfacción sexuales.

Creado: 17 de mayo de 2019

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