Demasiado ácido fólico en el embarazo puede ser dañino

Una ingesta excesiva de ácido fólico durante el embarazo -más de cuatro veces lo que se considera normal- puede aumentar el riesgo de que el futuro bebé desarrolle un trastorno del espectro autista, según revela un estudio.
Una embarazada se dispone a tomar un suplemento vitamínico
Los suplementos de ácido fólico se toman durante el embarazo para prevenir malformaciones congenitas.

Una ingesta excesiva de ácido fólico durante el embarazo puede resultar perjudicial para el futuro bebé, según revela un estudio realizado por la Escuela de Salud Pública Bloomberg de la Universidad Johns Hopkins de Baltimore (Maryland, EE.UU.). Los investigadores observaron que si la mujer presentaba un elevado nivel de folato nada más dar a luz -más de cuatro veces lo que se considera apropiado-, se duplica el riesgo de que su hijo desarrolle un trastorno del espectro autista (TEA). Además, las altas concentraciones de vitamina B12 en las madres también se asociaron a un significativo aumento del riesgo de que sus hijos desarrollasen TEA.

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Como ha explicado una de las principales autoras del trabajo, la Dra. M. Daniele Fallin, directora del Centro Klag Wendy de la Escuela Bloomberg para el Autismo y Trastornos del Desarrollo, los suplementos de ácido fólico durante la gestación previenen malformaciones congénitas en el feto y son claves para un correcto desarrollo celular y neurológico, por lo que ejercen una función protectora para el bebé, sin embargo, los resultados del estudio muestran que una cantidad excesiva de esta vitamina también puede resultar perjudicial, por lo que es necesario que los niveles de este micronutriente sean los adecuados.

Los suplementos de ácido fólico durante el embarazo son claves para un correcto desarrollo celular y neurológico y previenen malformaciones congénitas, pero según el estudio una cantidad excesiva de esta vitamina también puede resultar perjudicial

Los autores de la investigación estudiaron los datos de 1.391 madres y sus hijos incluidos en la Cohorte de Nacimientos de Boston, una población en la que predominaban las personas con un bajo nivel económico. Se siguió a las mujeres desde el parto y durante varios años, comprobándose los niveles de folato en sangre por primera vez entre el tercer y el décimo día tras el nacimiento del niño. Una de cada diez madres del estudio presentaba un exceso de ácido fólico (más de 59 nanomoles por litro, cuando la OMS ha establecido como normal entre 13,5 y 45,3 nanomoles por litro en el primer trimestre de embarazo).

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Aunque la mayoría de las participantes en el estudio afirmó que había tomado suplementos de multivitaminas -que incluían ácido fólico y vitamina B12- durante toda la gestación, los investigadores no consiguieron averiguar por qué algunas de ellas tenían unos niveles tan altos en sangre de estas sustancias, pero lo atribuyen a haber tomado demasiados suplementos, a una ingesta excesiva de alimentos enriquecidos con ácido fólico, o incluso a que pudieran estar genéticamente predispuestas a una mayor absorción de estos nutrientes. Estos expertos han advertido de la necesidad de realizar nuevas investigaciones para determinar cuánto folato deben consumir las embarazadas para que resulte apropiado y seguro.

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Actualizado: 17 de octubre de 2017

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