Las crisis financieras aumentan el riesgo de depresión y suicidio

Las crisis económicas no solo causan pérdidas materiales, sino que afectan negativamente a la salud mental de la población a largo plazo, según un estudio que muestra que aumentan el riesgo de ansiedad y suicidio, sobre todo en los varones.
Hombre cabizbajo y deprimido haciendo las cuentas mensuales

30/11/2023

La falta de recursos económicos tiene un impacto directo sobre la salud de las personas, entre otras cosas, porque no pueden adquirir alimentos saludables que son más caros. Cuando se produce una crisis financiera son muchas las personas afectadas y la situación puede prolongarse, de forma que esta pérdida de ingresos también puede tener un efecto muy negativo sobre la salud mental.

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Ahora, Ben Gibson de Montfort University, Jekaterina Schneider de University of the West of England y Mark Forshaw de Edge Hill University (Reino Unido), han llevado a cabo una revisión de 100 estudios (seleccionados de entre casi 700) que vinculaban las crisis financieras y los perjuicios que ocasionaban a la salud mental. El análisis ha revelado que estas crisis tienen importantes efectos negativos y que se mantienen a largo plazo sobre el bienestar de grupos de personas, incluyendo aumentos de la depresión, la ansiedad y el riesgo de suicidio.

“En todo el mundo estamos viendo niveles sin precedentes de enfermedades mentales en todas las edades, desde niños hasta personas muy mayores, con enormes costes para las familias, las comunidades y las economías. Pero no todos se ven afectados por igual. Su género, edad, trabajo, y si tiene familia son factores clave para determinar la vulnerabilidad al estrés y la mala salud mental asociados con las pérdidas financieras y la inseguridad”, han explicado los autores en declaraciones a The Conversation.

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La principal conclusión del trabajo es que las tasas de mortalidad por suicidio aumentan tanto durante como después de períodos de crisis financiera, y que este riesgo siempre es mayor entre los hombres. Los hallazgos se han publicado en Journal of Mental Health y destacan que los trabajadores manuales, como agricultores o comerciantes y los empleados que cobran el salario mínimo son más vulnerables porque suelen tener menos red de seguridad, mientras que los propietarios de pequeñas empresas son particularmente susceptibles a las presiones y preocupaciones financieras.

También son más vulnerables los más jóvenes y los ancianos porque disponen de menos recursos, así como aquellas personas con un menor nivel educativo y las que sufren problemas de salud crónicos. Sin embargo, son las mujeres las que corren mayor riesgo de tener una peor salud mental en general durante una crisis financiera, porque tienden a asumir más responsabilidades tanto en el trabajo como en el hogar, incluido un mayor desgaste emocional al apoyar a otras personas que pueden estar pasando apuros económicos.

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Cómo aumentar la resiliencia para afrontar futuras crisis financieras

Los investigadores afirman que el deterioro de la salud mental no se debe considerar como un daño inevitable de las crisis financieras y que apoyar el bienestar de la población podría ahorrar miles de millones al reducir los problemas de salud y la discapacidad relacionados con las enfermedades mentales y garantizar que las personas puedan seguir trabajando.

“Nuestra revisión destaca que la forma en que están estructuradas las sociedades afecta el impacto de las crisis financieras en la salud mental de sus poblaciones. A nivel nacional se ha demostrado que tener un bienestar sólido, servicios de salud accesibles y actitudes progresistas hacia la salud mental reduce el suicidio y las enfermedades mentales. A nivel individual, acercarnos a los demás, contar con redes sociales de apoyo, repensar nuestras identidades y desarrollar conocimientos financieros puede ayudarnos a todos a capear las crisis actuales y futuras”, declaran.

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Además, ofrecen algunas recomendaciones basadas en los resultados de su estudio y en su experiencia en psicología de la salud, como:

  • Apoyo social. Animar a las personas a que hablen de sus dificultades económicas con amigos o familiares sin ser juzgadas puede ayudar en momentos de apuro, así como eliminar el estigma sobre salud mental y suicidio. Las investigaciones muestran que hablar sobre el suicidio puede salvar vidas.

  • Combatir el estrés e inseguridad por la pérdida de recursos. Incluso aunque no se pierda el empleo, las crisis financieras pueden suponer una mayor carga de trabajo por reducción de personal. Ante la amenaza de pérdida de ingresos o de seguridad laboral es aconsejable conectar con personas en situación similar para no sentirse solo y compartir recursos y buscar ayuda de servicios sociales u organizaciones humanitarias.

  • Desafíos a la identidad, los roles sociales y el significado. Perder el trabajo o la fuente de ingresos puede afectar negativamente al sentido de identidad, por ello, hay que pensar en uno mismo como algo más que el cuidador o sostén de la familia y fijarse en otros aspectos de la vida. En el caso de las mujeres, no tienen la responsabilidad exclusiva del cuidado emocional de los miembros de la familia, y en situaciones de crisis económica deben compartirse de forma equitativa las tareas domésticas y el cuidado de los niños u otras personas a su cargo.

Actualizado: 30 de noviembre de 2023

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