La edad de la embarazada afecta al ADN mitocondrial

El riesgo de que se produzcan alteraciones cromosómicas en el ADN mitocondrial del embrión –el que se transmite solo por vía materna– es de 30 a 35 veces mayor si la embarazada tiene más de 38 años.
La edad de la embarazada afecta al ADN mitocondrial
Los hijos de madres mayores tienen más riesgo de sufrir alteraciones en su ADN celular

El ADN mitocondrial, que se transmite al embrión únicamente por vía materna y es fundamental para la formación de las mitocondrias de sus células, podría sufrir alteraciones si la embarazada tiene más de 38 años, según un estudio realizado por investigadores de la Pennsylvania State University, en Estados Unidos, que revela que el riesgo de que se produzcan alteraciones cromosómicas en el ADN celular del embrión es de 30 a 35 veces mayor si la madre es añosa.

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La presencia de un mayor número de formas heterogéneas de ADN mitocondrial, que se denomina heteroplasmia, y que según las conclusiones del trabajo aumenta a medida que lo hace la edad de la madre, puede implicar un mayor riesgo de que el hijo desarrolle determinadas enfermedades, ya que las mutaciones en el ADN mitocondrial se asocian con más de 200 patologías, y facilitan el desarrollo de algunas como diabetes, cáncer, párkinson o alzhéimer.

Las mitocondrias, como explica Cateryna Makova, una de las autoras del estudio, afectan a órganos muy importantes como el corazón, el cerebro o los músculos, y por este motivo las enfermedades mitocondriales, aunque raras y poco frecuentes –afectan a uno de entre cada 5.000 y 10.000 nacidos–, son muy graves.

Las mitocondrias afectan a órganos muy importantes como el corazón, el cerebro o los músculos, y por este motivo las enfermedades mitocondriales, aunque poco frecuentes, son muy graves

La nueva investigación se ha basado en el análisis de muestras de sangre y células de tan solo 39 parejas de madres e hijos, y aunque se ha podido comprobar la heteroplasmia de ambos cuando las madres eran más mayores, se trata de una cantidad de pacientes muy pequeña.

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Sin embargo, los resultados pueden ayudar a los expertos a tener más en cuenta el ADN mitocondrial y las consecuencias de su alteración, y que sea uno de los aspectos que se analicen al realizar el diagnóstico genético preimplantacional para seleccionar a los embriones procedentes de fecundación in vitro más apropiados para transferir al útero materno. Y también contribuirá a prever las probabilidades de que una mujer que tenga una enfermedad mitocondrial se la transmita a sus hijos.

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Actualizado: 7 de agosto de 2017

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