Cáncer en el gato: cómo identificarlo y abordarlo

Los gatos también pueden padecer cáncer, como los humanos. Te explicamos los factores que aumentan el riesgo de que desarrollen un tumor, qué síntomas ayudan a detectarlo y las mejores opciones para tratar la enfermedad en tu felino.
Gato con un tratamiento para el cáncer
María Bayón Piedrabuena, veterinaria

Por: María Bayón Piedrabuena

Veterinaria clínica de pequeños animales

Actualizado: 26 de enero de 2023

Cáncer en el gato: tipos, causas y factores de riesgo

Los gatos también son susceptibles de padecer cáncer, al igual que sus dueños y otras mascotas como los perros. A continuación te explicamos cómo detectar si tu gato sufre de algún cáncer, los tipos de tumores más habituales en los felinos y cuáles son los factores de riesgo que pueden predisponerlos a padecer esta enfermedad, así como las opciones diagnósticas y terapéuticas para tratar a los mininos con cáncer.

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Cómo se produce el cáncer en los gatos

Para comprender cómo se originan los tumores en los gatos, debemos saber que el organismo se compone de unidades básicas llamadas células que, diferenciadas y agrupadas, conforman los órganos. Cada tipo de célula tiene una función diferente y es capaz de crecer, dividirse y, finalmente, morir. Una neoplasia o tumor es la multiplicación descontrolada y desorganizada de un tipo de células. Esto se debe a que los genes de cada célula sufren mutaciones tras la exposición continuada a agentes carcinogénicos o inductores del cáncer, como radiaciones, químicos u hormonas. También se cree que puede estar implicada la herencia de genes alterados que pueden predisponer a la aparición temprana de tumores.

Gato visitando el veterinario

Tipos de tumores más comunes en gatos

Dependiendo de su comportamiento, los tumores en los gatos pueden ser benignos o malignos. Las neoplasia benignas suelen estar bien delimitadas en el órgano en el que se asientan, crecen más lentamente y no tienen capacidad para producir metástasis. Sin embargo, los tumores malignos o cáncer crecen con rapidez, suelen infiltrar tejidos adyacentes y pueden metastatizar a otros órganos del animal.

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La metástasis es la capacidad de un tumor para reproducirse en otro lugar diferente al inicial, mediante el asentamiento de células tumorales que viajan a través de los vasos linfáticos o sanguíneos. Los gatos pueden verse afectados por un abanico de neoplasias de distinto origen, pero los más frecuentes en la especie felina son:

  • Carcinoma de células escamosas.
  • Linfoma (intestinal, mediastínico (tórax).
  • Tumores de mama.
  • Tumores hepáticos y de vías biliares.
  • Sarcoma en el punto de inyección.

Factores predisponentes al cáncer en los gatos

Cualquier gato, a partir de los 8 años de edad, es más proclive a padecer cáncer, sin embargo, algunas condiciones concretas hacen que estos animales sean más propensos a presentar ciertos tumores en concreto, como:

  • Las  gatas enteras, castradas después de los 2 años o que han recibido fármacos para suprimir el celo, están más predispuestas al cáncer de mama.
  • El sarcoma en el punto de inyección está asociado al uso de ciertos medicamentos inyectables o vacunas.
  • Los linfomas y las leucemias son más frecuentes en los gatos infectados con el virus de la leucemia o el de la inmunodeficiencia felina.
  • Los gatos de capa blanca y que reciben radiación solar directa están más predispuestos a sufrir carcinoma de células escamosas cutáneo.
Veterinario palpando el vientre de un gato

Cómo detectar si tu gato tiene cáncer: síntomas y diagnóstico

Los gatos suelen ocultar instintivamente su malestar y por eso, es difícil detectar cualquier cambio que nos podría hacer sospechar que está enfermo de cáncer hasta que los síntomas ya son muy evidentes. Por eso, es importante realizar chequeos de rutina a tu gato en el veterinario. Algunos signos, sin embargo, también pueden alertar de la presencia de la enfermedad:

Dado que la mayoría de tumores se originan en la piel, las mucosas o el tejido subcutáneo, es fácil detectar abultamientos, masas o heridas en el animal. El sarcoma se palpa como una masa dura bajo la piel, mientras que el carcinoma de células escamosas suele verse como una herida ulcerada y costrosa que no cura.

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Otras neoplasias, como la de vías biliares, producen síntomas inespecíficos como anorexia, pérdida de peso inexplicable, anemia, letargia, vómitos y diarreas o dificultad respiratoria, como el caso del linfoma mediastínico.

Diagnóstico del cáncer en los gatos

Ante la aparición de cualquier masa, herida que no cura, o cualquier síntoma sospechoso, debemos acudir al veterinario para que determine si se trata de una neoplasia y de qué tipo es. De ello va a depender la elección del tratamiento y el pronóstico. Detectar el cáncer a tiempo va a ser clave para instaurar el tratamiento lo antes posible, siempre orientado a mejorar el bienestar del felino. En una primera aproximación, el profesional va a explorar al gato en busca de masas o heridas y detectar signos compatibles con cáncer. Posteriormente, realizará analíticas y pruebas complementarias:

  • Analítica sanguínea: a veces, no hay cambios significativos, pero en algunos tipos de cáncer podrían detectarse anomalías como hipercalcemia (aumento en los niveles de calcio) o anemia (disminución del número de glóbulos rojos) o linfocitosis (incremento del número de linfocitos), especialmente en casos de linfoma y leucemia.
  • Rayos X: permiten detectar la presencia de masas en la cavidad torácica y abdominal, e incluso metástasis de cierto calibre a nivel pulmonar, un órgano diana predilecto.
  • Ecografía: útil para la detección de masas en órganos internos, como el hígado, especialmente en la cavidad abdominal y el corazón.
  • Resonancia magnética nuclear (RMN) o tomografía axial computadorizada (TAC): indicadas para visualizar con más detalle la anatomía de la masa y el grado de infiltración  de otros tejidos, además de captar más nítidamente la presencia de metástasis.
  • Citología: consiste en la toma de una pequeña muestra del tumor mediante punción con una aguja para ver al microscopio el tipo de células que lo componen.
  • Biopsia: es el método para diagnosticar de manera definitiva el tipo de neoplasia y el grado de malignidad al que nos enfrentamos.
  • Algunos tipos de tumores solo pueden ser caracterizados con la ayuda de técnicas de laboratorio más complejas como la citometría de flujo en el caso de los linfomas.
Radiografía de un gato

Opciones para tratar el cáncer en los gatos

El tratamiento del cáncer en el gato depende del tipo de tumor y su extensión y de la edad y salud del animal. Los gatos con cáncer deben ser evaluados de forma individual para determinar y aplicar el tratamiento más apropiado en cada caso. Algunos tumores responden mejor a un tipo de terapia y a veces es necesario combinar distintas opciones terapéuticas. Durante todo el proceso es aconsejable realizar controles periódicos para valorar la efectividad, los efectos secundarios, o la aparición de recidivas o metástasis, en cuyo caso habría que valorar el cambio o la suspensión del tratamiento.

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¿De qué depende el éxito en el tratamiento del cáncer?

Es indiscutible que la detección temprana del cáncer es clave en el éxito del tratamiento, ya que, en el caso de los tumores malignos, la eficacia de la terapia será menor si ya se ha instaurado una metástasis. El tipo de tumor y su grado de malignidad también condicionan el pronóstico. Por ejemplo, un adenoma mamario (benigno) tiene mejor pronóstico y esperanza de vida que un carcinoma mamario de alto grado (muy maligno).

La edad y las condiciones de salud previas del gato también influyen, porque en muchos casos los animales son de edad avanzada y padecen otras enfermedades crónicas. Muchas veces no es posible erradicar el cáncer de manera definitiva y, en estos casos, lo más importante es ofrecer al animal una buena calidad de vida aliviando su sufrimiento con terapia paliativa, u optando por la eutanasia humanitaria.

Veterinario preparando a un gato para una cirugía

Tipos de tratamiento para el cáncer en el gato

Existen varias opciones terapéuticas para tratar a los gatos que han desarrollado un tumor maligno, y que serán valorados por tu veterinario en función de las características del cáncer y su extensión, así como las condiciones en las que se encuentre el animal, ya que como decíamos su edad y el hecho de que padezca otras enfermedades influyen en el éxito del tratamiento y la aparición de efectos adversos. Conoce las opciones terapéuticas disponibles:

  • Cirugía: la extirpación quirúrgica del tumor se considera la primera opción en la mayoría  de los casos. Hay que tener en cuenta que no solo se extirpa la masa, sino también parte  de tejido sano para evitar que queden células tumorales en la zona. A veces hay que complementar la intervención con quimioterapia o radioterapia.
  • Quimioterapia: consiste en la administración por vía oral o intravenosa de fármacos que inhiben o ralentizan la proliferación celular. Algunos son bien tolerados por el organismo, pero otros tienen efectos secundarios, sobre todo a nivel de la médula ósea (anemia, disminución de glóbulos blancos), gastrointestinal (vómitos, diarreas) y general (inapetencia, debilidad…).
  • Terapia metronómica: consiste en el uso de antiinflamatorios y antineoplásicos por vía oral a dosis más pequeñas y administradas en pulsos para ralentizar el avance de algunos tumores. Si bien no es curativa, es una opción con menos efectos secundarios.
  • Electroquimioterapia: consiste en la aplicación de fármacos quimioterapéuticos con la ayuda de pulsos eléctricos locales para favorecer su entrada en las células. Se usa en tumores focales, como el carcinoma de células escamosas de la nariz.
  • Radioterapia: consiste en la aplicación de radiación en las áreas afectadas para destruir las células tumorales. Puede producir efectos secundarios como la radiodermitis.

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Prevención del cáncer en el gato

El cáncer es una enfermedad muy difícil de prevenir en la especie felina, aunque se ha demostrado que la castración antes de los dos años de edad, disminuye considerablemente la probabilidad del desarrollo de tumores de mama. Las visitas periódicas al veterinario, especialmente a partir de los 8 años, permitirán la detección temprana del cáncer.

Creado: 20 de enero de 2023

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