Psitacosis, cómo puede afectar a los humanos la fiebre del loro

La OMS alerta sobre un brote de psitacosis en Europa que se ha cobrado la muerte de cinco personas. Explicamos en qué consiste la fiebre del loro, una infección bacteriana que afecta sobre todo a las aves, y cómo se transmite a los humanos.
Loro con las plumas erizadas por la psitacosis
Eva Salabert

Por: Eva Salabert

Periodista experta en salud

Actualizado: 6 de marzo de 2024

La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha informado de que se ha registrado un aumento de casos de psitacosis en Europa en 2023 y principios de 2024 que han conducido a la muerte de cinco personas. Aunque la OMS “basándose en la información disponible, evalúa el riesgo que representa este evento como bajo”, conviene conocer sus riesgos para los humanos y cómo podemos evitarlos.

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Qué es la psitacosis o fiebre del loro, causas y cómo se transmite

La psitacosis o fiebre del loro es una enfermedad infecciosa provocada por una bacteria que afecta a numerosas especies de aves domésticas y silvestres, pero que también puede ser transmitida a los humanos. De hecho, se considera una zoonosis ocupacional porque las personas que trabajan en contacto con animales infectados corren el riesgo de contraer la enfermedad. 

La clamidiosis aviar se conoce como psitacosis u ornitosis en función del tipo de aves afectadas (se han identificado más de 450 especies susceptibles). La psitacosis es más común y afecta a psitácidas como loros, periquitos, guacamayos, agapornis…, y a columbiformes (palomas, tórtolas…). La responsable de la infección es la bacteria Chlamydia psittaci, que también se ha encontrado en varias especies de mamíferos, incluidos perros, gatos, caballos, rumiantes y cerdos, y en reptiles, aunque son las aves las que con mayor frecuencia causan la psitacosis humana, que es una enfermedad de declaración obligatoria.

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La infección se puede transmitir a los seres humanos que entran en contacto con aves infectadas o con su medio ambiente contaminado. Este es el caso, por ejemplo, de aquellos que trabajan en granjas avícolas o con mascotas o de ornitólogos. La transmisión se puede producir por vía aérea al inhalar aerosoles procedentes de secreciones orales o polvo derivado de material fecal excretado por un ave infectada, por la ingesta de su carne contaminada, e incluso al recibir un picotazo del ave enferma. Algunos vectores como pulgas, piojos o moscas también pueden transmitir la bacteria C. psittaci.

Veterinario observando una cacatúa enferma

Síntomas de la fiebre del loro y cómo se trata

Lógicamente, esta zoonosis no afecta por igual a aves, principales afectadas, y a los humanos. Estos son los síntomas de la psitacosis que se pueden advertir en cada uno de ellos:

Síntomas de la psitacosis en las aves

En las aves, el periodo de incubación de la psitacosis oscila entre tres días y varias semanas y los síntomas pueden variar desde una infección asintomática hasta una enfermedad grave que puede causar la muerte del animal. Hay que destacar que muchas aves infectadas no muestran signos evidentes de enfermedad y esto dificulta la detección de la psitacosis y pone en riesgo a las personas que entran en contacto con estas.

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Los síntomas de la fiebre del loro en las aves incluyen:

  • Secreción nasal u ocular.
  • Dificultad respiratoria o respiración ruidosa.
  • Cambios en las heces, que pueden ser más acuosas o tener un color verde anormal.
  • Letargo o falta de actividad.
  • Pérdida de apetito.
  • Pérdida de peso.
  • Plumas erizadas.

“La técnica de elección para confirmar la infección es el PCR sobre muestra clínica de animales enfermos o sospechosos (hisopo faríngeo, cloacal o muestras de heces)”.

Síntomas de la psitacosis humana

En los humanos la psitacosis puede variar desde formas leves hasta una neumonía grave que requiere la hospitalización del paciente. Cuando una persona contrae esta infección suele tardar entre una y tres semanas en experimentar síntomas, que pueden ser similares a los de otras enfermedades respiratorias e incluir:

  • Fiebre y escalofríos.
  • Cansancio o debilidad generalizada.
  • Dolor de cabeza.
  • Mialgias (dolores musculares).
  • Tos seca, que posteriormente produce una mucosidad espesa y de color verdoso.
  • Dificultad para respirar o sensación de falta de aire.
  • Problemas gastrointestinales como náuseas o diarrea.
  • Complicaciones que den lugar a alteraciones cardíacas (pericarditis, endocarditis), hepáticas (hepatomegalia) y del bazo (esplenomegalia).
  • Aborto en el caso de que la afectada sea una mujer embarazada.

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Para confirmar el diagnóstico de psitacosis humana se realiza un análisis de sangre en el que se busca cierto tipo de anticuerpos cuya presencia sugeriría una infección reciente por Chlamydia psittaci, sin embargo, los médicos suelen sospechar la existencia de la infección en personas con antecedentes de exposición o contacto frecuente con las aves.

Cómo se trata la fiebre del loro

El diagnóstico y el tratamiento precoces son clave para evitar complicaciones graves, y a las personas con psitacosis se les administran tetraciclinas (un grupo de antibióticos), por vía oral durante al menos 10 días, siendo la doxiciclina o la eritromicina las más comúnmente prescritas. Es esencial que el tratamiento con antibióticos continúe hasta su finalización, incluso si los síntomas desaparecen, para evitar el desarrollo de resistencia bacteriana. Además, es importante tratar también a las aves infectadas para prevenir nuevos contagios.

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La recuperación puede ser lenta, especialmente en los casos graves, y aunque con el tratamiento adecuado la mayoría de los pacientes se recuperan, el índice de mortalidad puede alcanzar el 30% en personas con psitacosis grave no tratada.

Mujer acariciando una cotorra posada en su hombro

Consejos para prevenir contagios o brotes de psitacosis

La vigilancia continua y las medidas de prevención tanto en el manejo de aves domésticas como en la interacción con aves silvestres son fundamentales para controlar la propagación de la psitacosis, ya que actualmente no existe ninguna vacuna para prevenir la clamidiosis aviar. Seguir estos consejos ayudará a reducir el riesgo de contagio:

Para profesionales que trabajan con aves y la población general:

  • Usar equipo de protección personal: en granjas avícolas, zoológicos, y siempre que se manejen aves silvestres, se debe usar siempre equipo de protección adecuado, como guantes y mascarillas, para evitar el contacto directo con las aves y sus excrementos.
  • Evitar áreas potencialmente contaminadas: evita visitar granjas avícolas u otras áreas en las que se críen o mantengan grandes poblaciones de aves, especialmente si se han reportado brotes de enfermedades.
  • Conocer los signos de la psitacosis en aves y humanos y buscar atención médica ante el primer síntoma o sospecha de contagio.
  • Reportar casos sospechosos: si tienes aves que muestran síntomas de enfermedad o si conoces de casos en tu comunidad, informa de inmediato a las autoridades sanitarias locales para que puedan tomar medidas preventivas y evitar la propagación de la enfermedad.

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Para dueños de aves domésticas:

  • Higiene rigurosa: es necesario realizar una meticulosa limpieza de las jaulas, comederos y bebederos de las aves, utilizando guantes y mascarilla para evitar inhalar polvo o partículas que puedan estar contaminadas.
  • Ventilación adecuada: asegúrate de que el área donde se encuentran las aves esté bien ventilada para reducir la acumulación de polvo y partículas potencialmente infectadas.
  • Cuarentena para nuevas aves: antes de introducir nuevas aves, mantenlas en cuarentena en una zona separada durante al menos 30 días para observar posibles síntomas de la enfermedad.
  • Cuidado al manipular aves enfermas: si sospechas que un ave está enferma, minimiza el contacto directo y consulta a un veterinario lo antes posible. Utiliza equipo de protección personal como guantes y mascarilla al manipularla.
  • Alimentación y cuidados: proporciona a tus aves una dieta equilibrada y asegura un manejo cuidadoso para evitar estrés, ya que esto puede hacerlas más vulnerables a las enfermedades.

Últimos brotes de psitacosis detectados en países europeos

El pasado mes de febrero Austria, Dinamarca, Alemania, Suecia y Países Bajos informaron a través del Sistema de Alerta y Respuesta Temprana (SAR) de la Unión Europea que se había producido un aumento de los casos de psitacosis observado en 2023 y a principios de 2024. Estos países han comenzado estudios epidemiológicos detallados con el fin de rastrear posibles focos y agrupaciones de contagios. La iniciativa incluye el análisis de muestras de aves silvestres, examinadas para detectar la gripe aviar, para determinar cuán extendida está la presencia de Chlamydia psittaci entre ellas.

Evolución de la situación en cada uno de estos países, según datos proporcionados por la OMS:

  • Dinamarca: se ha observado un incremento notable en los casos de psitacosis desde finales de 2023 hasta mediados de enero de 2024. El 27 de febrero de 2024 se confirmaron 23 casos de infección por C. psittaci a través de pruebas RT-PCR. La mayoría de estos casos se concentraron en tres regiones: Dinamarca del Norte, Zelanda y la capital, y 17 personas (un 74%) necesitaron hospitalización. De estos, 15 desarrollaron neumonía y cuatro lamentablemente perdieron la vida.
  • Países Bajos ha visto un crecimiento en los diagnósticos confirmados de la enfermedad desde finales de diciembre de 2023, con 21 individuos diagnosticados positivamente para C. psittaci hasta el 29 de febrero de 2024, duplicando la cifra del mismo periodo en años anteriores. No se ha identificado una fuente de contagio común, la edad media de los afectados es de 67 años y la mayoría (76%) son hombres. Todos fueron hospitalizados y se reportó un fallecimiento.
  • En Austria, hasta el 4 de marzo de 2024, se han reportado cuatro casos de psitacosis, sin que ninguno de los pacientes identificados en 2023 o 2024 haya viajado al extranjero ni tenido contacto con aves silvestres como posible origen de infección.
  • Alemania también ha experimentado un aumento, con cinco nuevos diagnósticos positivos en diciembre de 2023, sumando un total de 14 casos confirmados ese año. Continuando en 2024, hasta el 20 de febrero se han registrado cinco casos adicionales confirmados de la enfermedad.
  • En Suecia, el año 2024 comenzó con diez casos reportados en enero y tres más en febrero, una cifra menor al promedio de casos reportados durante el mismo periodo en los últimos cinco años.

Creado: 6 de marzo de 2024

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